Icono del sitio La Razón

La Compañía de Jesús invita a sacerdote expulsado a formalizar denuncias de pederastia

Provincial de jesuitas, Bernardo Mercado

Provincial de jesuitas, Bernardo Mercado

A través de un comunicado, la Compañía de Jesús en Bolivia (Jesuitas Bolivia) invitó a Pedro Lima Salazar, “antiguo novicio”, a formalizar sus denuncias en el Ministerio Público sobre el encubrimiento de la Iglesia Católica de los abusos cometidos por el cura pederasta Alfonso Pedrajas y de otros dos sacerdotes ya fallecidos.

Tras las revelaciones en un reportaje del periódico El País, de España, Lima reveló que Pedrajas cometía abusos sexuales a menores de edad y novicios junto a otros dos sacerdotes: Luis Tó González y Antonio Gausset Capdevila.

“En este marco, invitamos oficialmente a nuestro antiguo novicio Pedro Lima Salazar, quien ha realizado denuncias en la prensa sobre un presunto encubrimiento del caso Pedrajas y acerca de abusos que habrían cometido otros dos sacerdotes ya fallecidos, para que cuanto antes pueda formalizar las mismas ante la Fiscalía de nuestro país y los canales creados por la Compañía”, señala el comunicado.

Y añade: “El señor Lima contará con toda nuestra escucha y colaboración, al igual que cualquier otra persona que desee hacer denuncias similares, para lo que tenemos habilitado el correo proteccion@jesuitas.org.bo, donde ofrecemos acompañamiento con profesionales en psicología, con absoluta confidencialidad, y apoyo en la formalización de la denuncia en las instancias correspondientes”.

También puede leer: La Iglesia española envió a pederastas a Bolivia y otros ocho países

Lima fue jesuita entre 1992 y 2001. Habló con El País de España y develó que por denunciar estos hechos fue expulsado. “Me expulsaron de la orden cuando denuncié los abusos. Él lo sabía todo y esa fue su respuesta”, dijo sobre lo que le pasó con el español Ramón Alaix, quien en 2001 era provincial de los jesuitas y radicaba en Oruro.

Afirmó que fue testigo de los abusos cometidos por Pica y Luis Tó González, quien había llegado en los años 90 a Bolivia, protegido por la Iglesia de España tras su condena por pederastia. 

Lo cometido por Gausset fue lo que al final animó a Lima a sentar la denuncia ante su orden. Recuerda que Gausset tenía una enfermedad degenerativa que le impedía caminar. “Por ello, otro jesuita catalán le conseguía niños indígenas y de familias vulnerables para que le ayudasen. Y de estos niños él abusaba. Yo vivía con ellos en la misma comunidad”, develó Lima.

La Compañía de Jesús transmitió una vez más su solidaridad con las víctimas. “Compartimos y comprendemos su dolor, rabia, impotencia y frustración. Nuestra solidaridad es con todas y cada una de ellas, que por tantos años han cargado con esta aflicción sin recibir la atención y justicia integral que merecían”.

La nota señala que de nada sirve pedir perdón y reconocer estos delitos cometidos por sacerdotes jesuitas “si no actuamos ahora a la altura de las circunstancias, como lo estamos haciendo con total firmeza, bajo la consigna de tolerancia cero ante los abusos a menores y personas vulnerables”.