La mañana del 3 de octubre, la diputada de Comunidad Ciudadana (CC) Luisa Nayar interpuso una acción de libertad a favor del gobernador electo Luis Fernando Camacho, líder de Creemos.

¿Casualidad? Días después, el jefe de su alianza, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), se reunió con el detenido en la cárcel de Chonchocoro.

La circunstancia fue distinta a la vez en que Camacho, al llegar a La Paz en los conflictos poselectorales de 2019, eludió a Mesa para —como dijo entonces— “no politizar” la movilización contra el gobierno de Evo Morales. El 6 de noviembre, Mesa y el también expresidente Jorge Quiroga fueron al alcance sin éxito, en el aeropuerto de El Alto, del entonces presidente del Comité pro Santa Cruz.

Como Mesa, cuando en enero de 2023 evadió la posibilidad sumarse a una marcha a favor de Camacho, detenido desde el 30 de diciembre de 2022 en la cárcel de Viacha, La Paz, acusado en el caso Golpe de Estado I, relativo a las movilizaciones antes de la renuncia de Morales en 2019. “Dije que me parecía un error politizar y electoralizar cualquier acción de protesta legítima y ciudadana”, justificó el líder del CC.

Visitas a Camacho

Ahora, en medio del fragor de la disputa interna del Movimiento Al Socialismo (MAS), Mesa fue al encuentro con Camacho en prisión, el martes.

La “única solución” es “construir un gobierno creíble y que resuelva macrcoeconómicamente y microeconómicamente el futuro 2025-2030”, dijo el exmandatario al salir del recinto penitenciario.

“La palabra unidad es la que hemos utilizado varias veces como una aproximación con Luis Fernando Camacho para establecer la lógica de que la unidad no sea solo una palabra, sino una posibilidad real”, subrayó Mesa.

Días antes, el 1 de octubre, el también expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) visitó también a Camacho. También hablaron de unidad.

“Lo que estamos hablando es de una alternativa política para salvar Bolivia del desastre del Movimiento Al Socialismo (MAS)”, comentó el exmandatario al salir de su encuentro.

Unidad

En tanto, el líder cruceño comentó que “el pueblo boliviano demanda unidad de la oposición y hay que dar esos pasos para conformar una plataforma democrática, lo más amplia posible”.

Necesitamos una plataforma “que sea capaz de vencer en las urnas al autoritarismo masista y, también, sea capaz de generar un nuevo proyecto de país, con modernidad, con trabajo y con libertad”, dijo Camacho luego de su reunión con Quiroga.

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Quien también informó de sus cabildeos con el otrora líder cívico fue Samuel Doria Medina, dirigente de Unidad Nacional (UN) que, no obstante, lanzó su campaña electoral con el eslogan de “hoy doy un paso adelante”.

Dijo, además, que se reunió con Mesa, Vicente Cuéllar y la “gente de Tuto” Quiroga. “Aquí, lo importante no es el instrumento, lo más importante es la voluntad política de decir ‘perfecto, vemos quién es el que tiene más apoyo’ y el que tiene más apoyo es el candidato”, dijo a la prensa.

Reyes Villa

Quien difiere de esos criterios de unidad de la oposición es el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, quien ya expresó su interés de ser candidato presidencial y abrió los libros de inscripción de militantes de su partido Alianza por Bolivia Súmate.

“Debería haber la unidad del pueblo, no de los políticos ni de los líderes, porque el voto no se transfiere”, dijo el dirigente político.

Aunque escéptico al principio con los políticos “tradicionales”, Vicente Cuéllar, actual rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Morales (UAGRM), se lanzó a la arena política a través de Cambio25.

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En septiembre presentó su alianza con el Movimiento Sin Miedo (MSM), el partido en ciernes del exalcalde de La Paz Juan del Granado. Entonces, el otrora abogado que enjuició al dictador Luis García Meza (+) ya lo llamó “futuro presidente de los bolivianos”.

Cuéllar desafió al país a sopesar sobre continuar con el Movimiento Al Socialismo (MAS) o buscar “la unidad para reconstruir este país y brindar un futuro mejor a las nuevas generaciones”.

Arias

Aunque de manera aislada de todos, el alcalde de La Paz, Iván Arias, líder de la agrupación Por el Bien Común, prepara una reunión con líderes de la oposición con el fin de buscar también unidad en la oposición.

Así lo adelantó el jueves el concejal Jorge Dulón en La Razón Radio.

A finales de septiembre, Arias ya selló una alianza preelectoral con el otrora gobernador de Santa Cruz Rubén Costas, líder del Movimiento Social Demócrata (Demócratas”. “La unidad empieza por casa”, exhortó entonces el líder cruceño.

Este viernes, Branko Marinkovic, declarado en Brasil candidato en un encuentro con el mismísimo expresidente Jair Bolsonaro; el jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Jhonny Torres; el jefe de Somos Pueblo, Rafael “Tata” Quispe, y Cuéllar se reunieron con ese mismo propósito en Tarija.

MAS

Mientras el MAS se enloda cada vez más en su crisis interna, ahora con denuncias que vinculan al presidente Luis Arce con distintos casos, son esas caras visibles en la oposición a menos de un año de las elecciones generales fijadas para el 17 de agosto de 2025.

Sin embargo, Morales ya fue declarado candidato. Pero hay reparos sobre esa posibilidad más allá de los desacuerdos y conflictos internos.

De 12 partidos inscritos en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuatro no cumplieron con la resolución de renovación de directivas y adecuación de estatutos, entre ellos el MAS.

Se prevé que los comicios sean convocados en abril de 2025 y para febrero deberían estar inscritas las alianzas en el Órgano Electoral.

Pasó lo que tenía que pasar”, contó ayer una joven que denunció acoso y abuso de poder de parte del presidente Luis Arce. La mujer estaba acompañada del diputado evista Héctor Arce, quien —con su impronta altisonante en la disputa del Movimiento Al Socialismo (MAS)— suele encargarse de denunciar al mandatario, los hijos de éste, los ministros y colegas suyos respecto de casos de corrupción.

Se trata del último capítulo de esta puesta en escena, parecida a un reality, sobre —quizás— la pelea más encarnizada y miserable en un partido política cuya trascendencia histórica va reduciéndose al descrédito absoluto en desmedro de un proceso que cambió la historia del país y movilizó a sectores mayoritarios antes minoritarios.

Todo comenzó en septiembre de 2022, cuando el líder del MAS, Evo Morales, denunció un “plan negro” en su contra. O, como dijo el presidente Luis Arce, “muy temprano”, en 2021.

Arce llegó al poder arropado desde el exilio por Morales, quien, como suele actuar, sobrepasó la decisión del cabildo del MAS de Huanuni, que a inicios de enero de 2020 se decantó por el binomio David Choquehuanca-Andrónico Rodríguez.

Quién iba a pensar que la apuesta de Morales iba a resultar su peor enemigo político, a juzgar por la inmisericorde confrontación interna, al punto de calificar al gobierno de “dictadura” y a los militantes evistas de “golpistas”.

Esto ya está descontrolado. Por más azorados que veamos cómo los masistas van sacando sus trapitos al sol día a día, mañana aparecerá otro escándalo que ya no causará sorpresa.

El MAS ha perdido el rumbo. Aquel partido que en 2005 fue la sensación electoral por su propuesta de país, su identidad con lo nacional-popular y la reivindicación de los pueblos indígena originario campesinos, hoy es un remedo de su historia.

Esta situación de degradación política ha resignado la retroalimentación interna, ha ultrajado la consecuencia, ha devaluado el discurso, ha degenerado el debate ideológico, ha desinstitucionalizado al país y ha desordenado la democracia. Ha tocado lo más sagrado de la vida: la privacidad de las personas y los derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes, cuyos nombres incluso afloran en la lucha de quien es más sobre el otro.

Incluso ha desahuciado su propia existencia. Al zafar el artículo 13 de su estatuto, que obliga la coordinación de la dirección nacional con las organizaciones matrices (campesinos, Bartolina Sisa e interculturales) para la convocatoria de su congreso. Así, no por el interés de uno sino de ambas facciones, se encamina a su autoproscripción.

Y lo más importante, ha desportillado su visión de país, esa construcción de años de lucha sociales: la consolidación del Estado Plurinacional.

Las consecuencias parecen lógicas: el desencanto de su militancia, la desacreditación de su proyecto política y la entrega en bandeja de oro las opciones electorales a la oposición real.

Esto último es más posible que nunca. Con razón han caído desde su mirada de palco Carlos Mesa y Jorge Quiroga, con su visita a Luis Fernando Camacho en la cárcel, o la reaparición en la arena política de Samuel Doria Medina. Y comienzan a reproducirse en busca de “unidad” en torno a uno y todos a la vez, y un electorado “antimasista”, sin importar quien sea elegido. En suma, la reactivación de aquella megacoalición que fue enterrada por la irrupción nacional-popular.

Aquel día, que podría ser el 17 de agosto de 2025, esa militancia se encontrará con una realidad distinta a la de 2005. “Pasó lo que tenía que pasar”, será quizás la frase de resignación.

Rubén Atahuichi
es periodista.

El día que Iván Lima renunció, el 26 de septiembre, insinuó algo llamativo: denunciar “desde el llano” a quienes le hicieron daño a la “inocencia de las niñas”. Horas después, sus declaraciones se decantaron en una intensa batalla política.

“Voy a poder asumir defensa y llevar adelante procesos contra gente que le ha hecho daño al pueblo boliviano, que ha sido parte no solamente de destruir la inocencia de niñas, la inocencia de familias”, arengó el saliente ministro de Justicia.

En un salón repleto de autoridades, dirigentes sociales y el presidente Luis Arce, Lima, como pocas veces ocurre con un ministro renunciante, tuvo el atril a su disposición.

Se infería que el blanco de sus alusiones era el expresidente Evo Morales. “Lo van a entender y lo van a asumir en los próximos días”, soltó el abogado, quien, el 28 de abril de 2014, fue posesionado magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por el entonces presidente Morales.

Denuncia

El miércoles 2 de octubre, la destituida fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, denunció que el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, la destituyó, como a la comisión de fiscales, por el impulsar un caso que involucra a Morales con presuntos delitos de trata de personas y estupro.

La resolución de aprehensión de esa comisión de fiscales, conocida públicamente, apunta a Morales de haber mantenido presuntamente relaciones sexuales con una adolescente en 2016, vínculo del que nació una bebé. A instancias de la defensa, la orden fue anulada por una jueza de Garantías de Santa Cruz, decisión que impidió la aprehensión de Morales y los padres de la adolescente.

Mientras Lanchipa negó que haya ordenado la anulación del proceso, el expresidente negó la existencia de la causa en su contra. “Son mentiras”, resumió en una conferencia de prensa en Cochabamba.

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El proceso avanza, la fiscal Gutiérrez retomó sus funciones y Morales fue notificado este martes para su declaración en el caso, el jueves, en la ciudad de Tarija. “Frente a la situación, vamos a defendernos y vamos a ganar esta batalla. Este (proceso) obedece al mandato del imperio”, dijo en rueda de prensa el mandatario.

Batalla

Sin embargo, el caso ha reavivado una intensa batalla en actores especialmente de las facciones arcista y evista del MAS, que ha tenido incluso repercusión en algunos medios de información.

El diputado evista del MAS Héctor Arce fue uno de los primeros en responder a Lima, que desde que renunció poco habló, al menos desde sus redes sociales.

En su habitual discurso altisonante, el parlamentario dijo que el exministro “desgració la vida de una niña, de una jovencita, porque uno no se conoce hoy y se casa mañana”.

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Esto “quiere decir que usted enamoró con esta niña, quizás desde los 15, 16 y 17 años”, dijo Arce sobre Lima, de quien afirmó que “no tiene moral” para aludir a Morales.

Este martes, el diputado apuntó al mismo presidente Arce. En conferencia de prensa, denunció que el mandatario contrata personal femenino en la misma Casa Grande del Pueblo.

Casa Grande del Pueblo

Una joven lo acompañó en la rueda de prensa. Ella contó que el mandatario, en su afán de nombrarla viceministra de Deportes, incluso mandó a traerla desde Santa Cruz.

Dijo que, cuando llegó a la casa de Gobierno, el presidente Arce la esperaba con vino tarijeño. Luego “tomamos bebidas alcohólicas, pasó lo que tenía que pasar”, dijo la mujer a los medios.

En las redes sociales también circulan videos que vinculan al mandatario con mujeres, extremos que no fueron denunciados ni respondidos.

En el afán de buscar las presuntas vinculaciones de Morales con el delito, la periodista Jimena Anteló conversó la semana pasada con la abogada del exmandatario Cecilia Urquieta.

Televisión

En un cruce verbal, la presentadora de No Mentirás, de la red de televisión RTP, quiso saber si existe o no el caso de la relación de Morales con una adolescente de 16 años. “Yo no conocía” ni responderé, contestó la profesional.

Antelo lamentó que Urquieta le haya dicho que consiguió información del Ministerio de Gobierno respecto del caso. “Por eso le digo irresponsable”, espetó la periodista.

“Creo que le ha molestado que le diga que usted ha sido madre a los 16 años”, replicó Urquieta.

“¿A qué edad tuvo su primera relación sexual?”, contrarrestó Antelo una y otra vez.

“Es no le incumbe ni a usted ni a quienes están viendo su programa”, zafó la abogada.

Redes sociales

Luego de esa entrevista, seguidores de Morales propalan un video en el que se ve a Antelo contar su historia de madre adolescente. Esta develación genera una serie de reacciones en los internautas, hasta memes sobre la vida privada de la periodista.

Esta batalla interna del MAS sucede a una serie de acusaciones entre las facciones arcista y evista, desde casos de corrupción y presuntos vínculos familiares con ella de parte del presidente Arce.

Cuando en conferencia de prensa, el viernes, un periodista preguntó a Morales sobre si tuvo una hija con una adolescente, éste respondió: “Lucho ha dicho que no se metan con la familia. No se metan con la familia; la familia es (algo) sagrado”.

La restituida fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, reclamó por la reincorporación de tres fiscales del equipo que investigaba el caso de presunto estupro que implica al expresidente Evo Morales.

La mañana de este lunes, la autoridad retomó sus funciones, al amparo de la decisión del juez de Instrucción Penal Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres, Iván Córdova, que instruyó su restitución en el cargo.

Al volver a su oficina, Gutiérrez conversó con los periodistas. “Por ética, profesionalismo y moral, se debería reincorporar y dejar sin efectos esos memorándums de destitución para estos tres fiscales, porque que es algo injusto lo que están haciendo”, exigió.

Los fiscales destituidos junto con ella fueron la directora de la Unidad de Trata y Tráfico, Pamela Obando, y los fiscales de materia Cristian Antonio Guerrero y Andrés Soruco. Ellos habían firmado el 26 de septiembre la orden de aprehensión de Morales.

Sandra Gutiérrez

La mañana de este lunes, el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, confirmó la restitución de Gutiérrez. “Entiendo que (la fiscal) a partir de hoy debería asumir sus funciones; no tengo los fundamentos de esa decisión, pero, reitero, nosotros en cumplimiento a la Constitución debemos acatar”, dijo en referencia a la decisión de Córdova.

La semana pasada, Gutiérrez denunció que Lanchipa había ordenado su destitución. Sin embargo, quien firmó la orden fue el fiscal interino Mauricio Nava.

El viernes, Lanchipa aclaró que la fiscal fue destituida por una posible “negligencia” en la argumentación del caso de Morales. “En la tramitación de la causa, el suscrito fiscal general del Estado, en ningún momento dio instrucción alguna para paralizar el proceso indicado”, se defendió.

Sin embargo, en la rueda de prensa de este lunes, Gutiérrez denunció que el caso Morales tiene consecuencias en el Ministerio Público. “Están haciendo una masacre blanca, solo por haber conformado el equipo de fiscales para la investigación en contra de este señor”, dijo.

Evo Morales

La Fiscalía Departamental de Tarija abrió de oficio una investigación contra el jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), en el que incluso están involucrados los padres de la supuesta víctima, identificados como I. P. S. y E. V. M.

Según las investigaciones, en 2016, el exmandatario tuvo una hija con una adolescente de 16 años, aunque la concepción, según una resolución de aprehensión contra Morales anulada, ocurrió cuando la menor tenía 15 años.

El Ministerio Público convocó a Morales y los padres de la hora joven a una declaración en el caso para el jueves 10 de octubre.

A través de sus redes sociales, el presidente Luis Arce celebró el Día Nacional de la Cueca, danza de la que dijo que una de las “más emblemáticas” del país.

La cueca “refleja la riqueza cultural y la identidad de nuestro país” y “es un símbolo de alegría, tradición y unidad, que nos invita a disfrutar de su ritmo y a compartir momentos especiales”, escribió el mandatario.

El Día Nacional de la Cueca Boliviana se celebra cada primer domingo de octubre; fue instituido por la Ley 764, del 30 de noviembre de 2015, firmada entonces por el presidente en ejercicio Álvaro García.

Además, esa ley declara a la cueca boliviana Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia. Honra la diversidad de las expresiones musicales, poéticas, coreográficas y de indumentaria de la danza, “para la salvaguarda de los valores culturales, tradicionales y populares, que le otorgan identidad nacional”.

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El promotor de la celebración es el eximio guitarrista Willy Claure, quien, precisamente, es parte, este domingo, de dos actividades relativas a la celebración: la premiación del Concurso de Cueca Afroboliviana en La Paz y el Festival de la Cueca en Sacaba, Cochabamba.

“Que este día nos inspire a seguir promoviendo y preservando nuestras costumbres, llevando en cada paso el orgullo de ser bolivianos”, escribió el presidente Arce.

La cueca es una danza nacional interpretada en casi todo el país, especialmente en Tarija, Chuquisaca, Cochabamba y La Paz.

Se caracteriza por su ritmo cadencioso y de coqueteo entre los intérpretes, que ondean pañuelos mientras cruzan sus pasos. Tiene dos momentos (primera y segunda), con un zapateo que la tradición boliviana la llama “quimba”.