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‘No tengo ningún miedo literario’

La última entrevista con Carlos Fuentes, el escritor mexicano fallecido el 15 de mayo

/ 20 de mayo de 2012 / 04:00

Carlos Fuentes llegó a Buenos Aires a comienzos de mayo para asistir a la Feria del Libro. Acababa de entregar un libro a su editorial y ya tenía otro en la cabeza, iba de un almuerzo a una cena, firmó ejemplares durante tres horas, recibió a decenas de periodistas, uno detrás de otro, respondió a cientos de preguntas sin titubear, sin demorarse, sin dudar en un nombre ni una fecha. Y siguió paseando sus 83 años entre América y Europa, sin atisbo de cansancio. El secreto tiene mucho que ver con su pasión por la escritura.

“Mi sistema de juventud es trabajar mucho, tener siempre un proyecto pendiente. Ahora he terminado un libro, Federico en su balcón, pero ya tengo uno nuevo, El baile del centenario, que empiezo a escribirlo el lunes en México”.

— ¿Sin horror al vacío de la página en blanco?

— Miedos literarios no tengo ninguno. Siempre he sabido muy bien lo que quiero hacer y me levanto y lo hago. Me levanto por la mañana y a las siete y ocho estoy escribiendo. Ya tengo mis notas y ya empiezo. Así que entre mis libros, mi mujer, mis amigos y mis amores, ya tengo bastantes razones para seguir viviendo.

— ¿No cree que a veces al cumplir años uno no se hace más sabio sino más torpe a medida que se afianza en sus viejas convicciones?

— Depende de quién. Yo soy muy amigo de Jean Daniel, el director del Nouvel Observateur. Es un hombre que acaba de cumplir 91 años y es más lúcido que usted y yo juntos. Nadine Gordimer tiene noventa y tantos. Luise Rainer, la actriz, a quien veo mucho en Londres, tiene 102 años. Y va conmigo a cenas, se pone un gorrito y va feliz de la vida. No hay reglas. El hecho es que cuando se llega a cierta edad, o se es joven o se lo lleva a uno la chingada.

Las calles de Buenos Aires le hacen recordar a Carlos Fuentes su adolescencia entre risas, como si acabara de sucederle ayer, inmune a las trampas de la nostalgia.

— Viví mucho Buenos Aires porque mi padre llegó como consejero de la Embajada de México en 1943. Como el ministro de educación era Hugo Wast, en la escuela se daba una educación fascista. Y le dije a mi padre: “Mira, yo vengo de la escuela pública de Washington, no soporto esto”. Y mi padre me dijo: “Tienes toda la razón, tienes 15 años, dedícate a pasear”. Y eso hice. Durante un año me convertí en hincha de la orquesta de Aníbal Troilo. Lo seguí por todos lados. La librería Ateneo me alimentó con literatura argentina, me enamoré de una vecina que me doblaba la edad. Yo tenía 15 años, ella 30. Y siempre que regreso tengo la sensación de que rejuvenezco, de que vuelvo a tener 15 años y dónde está la francesita de enfrente, ¿no?

— ¿Cómo nota ahora la ciudad?

— Ha cambiado muy poco, es una ciudad idéntica a sí misma. Era una ciudad que se hizo en el gran auge ganadero y agrícola, desde [Domingo F.] Sarmiento (1811-1888) hasta 1940. Pero están las mismas grandes avenidas, los mismos grandes hoteles… México es una ciudad más antigua, una ciudad india primero y después una gran ciudad de la Colonia. Pero esto era una aldea en 1820 y dio un gran salto y se convirtió en Buenos Aires, que era la ciudad más atractiva, más moderna de América Latina. En esos años los argentinos despreciaban mucho al resto de América Latina: los brasileños eran macacos, los mexicanos éramos pistoleros. Y ahora ya somos iguales todos.

Fuentes está leyendo dos libros. Uno es Mañana o pasado, de su compatriota Jorge Castañeda sobre la actualidad mexicana —“un libro muy inteligente, con el que estoy de acuerdo a veces sí y a veces no, pero es una mirada muy inteligente”— y el otro es Los Living de Martín Caparrós. “Muy buen libro de muy buen escritor”.

También le encantó Libertad, de Jonathan Franzen: “Rompe con los moldes y restricciones de la novela americana. Él mete todo, periodismo, política, deportes… todo va entrando de una manera natural para dar un mundo completo de esta gente tan decente y simpática que son unos monstruos, pero que están rodeados de un mundo de cultura verdadero”.

Cuando publicó en España su ensayo La gran novela latinoamericana indicó que el chileno Roberto Bolaño no aparecía en el libro porque no lo había leído y no le gustaba opinar de lo que no conoce. Esperaba leerlo cuando encontrase más tranquilidad. Pero aún no ha debido encontrarla. Se declara desbordado por la cantidad de libros y escritores que salen cada año en Latinoamérica.

— ¿De qué tratan su último libro y el que va a comenzar ahora?

— En el que he terminado, Federico en su balcón, Nietzsche aparece resucitado en un balcón a las cinco de la mañana y yo inicio con él una conversación. Y el que voy a empezar, El baile del centenario, termina una trilogía de la Edad romántica, que cubre desde la celebración del centenario de la independencia en septiembre de 1910, que lo organiza Porfirio Díaz, y la celebración del fin del centenario en 1920, que la organiza Álvaro Obregón con José Vasconcelos, de manera que cubre diez años de la vida de México. Tengo ya muchos capítulos, notas y personajes. Hay una mujer que me interesa mucho, que no quiere decir nada de su pasado y se va descubriendo poco a poco, hasta que llega al mar y se libera.

— ¿Le atrae algo en particular de este principio de siglo?

— Me fascinan los cambios que estamos viviendo. ¿Quién iba a decirle a usted que los cambios iban a empezar en el norte de África? Y de ahí se ha extendido a buena parte de Europa y a los Estados Unidos, donde muchos de mis estudiantes me dicen: “Yo soy doctor y no encuentro trabajo”. O… “Mi padre ascendió a la clase media y yo siento que estoy bajando a la clase trabajadora”. En América Latina también hay cambios muy grandes, aunque se ha mantenido cierta estabilidad. Antes los problemas empezaban en América Latina. Ahora parece que van a llegar a América Latina. Y es un mundo que no sabemos nombrar. Si uno le dice a Dante, ¿qué se siente estando en plena Edad Media?, él nos diría: “¿Y qué es la Edad Media?” No podemos nombrar esta época pero sentimos que todo está cambiando. El Renacimiento sabía que era el Renacimiento, la Edad Media no sabía que era la Edad Media.

—¿Qué tal se maneja con internet y las redes sociales?

— Yo me quedé en el fax; escribo a mano en una página en blanco con pluma, corrijo en la página de enfrente. Es mi esposa la que me informa de las novedades. Antes decía voy a la Enciclopedia Británica a buscar y ahora mi esposa me dice, no, le da a una tecla y aquí está.

— ¿Considera que en las últimas décadas se ha producido una especie de revolución silenciosa por parte de las mujeres?

— Ha sido clamorosa, no silenciosa. Pero no es un problema que empezó hoy. La suya es una victoria de la humanidad, no sólo de las mujeres.

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El periodista crítico que venció al fútbol

Un programa televisivo del Grupo Clarín muy crítico con el Gobierno compitió en la misma franja horaria contra un partido de Boca y ganó por goleada.

/ 2 de junio de 2013 / 04:00

El periodista Jorge Lanata es mucho más conocido en Argentina que cualquier líder de la oposición. Su programa Periodismo para todos, que se emite los domingos a las 22.00 en un canal del Grupo Clarín, se ha convertido en el principal azote del Gobierno. Ahí fue donde salieron el pasado 14 de abril dos gestores afirmando que Lázaro Báez, el constructor amigo de Néstor Kirchner que pagó el mausoleo donde yacen los restos del expresidente, lavaba dinero. Y que todo eso se hacía con el beneplácito de la Casa Rosada. Ahí fue también donde apareció Miriam Quiroga, la que fuera secretaria de Néstor Kirchner, hablando de bolsos supuestamente cargados con dinero negro listo. Y ahí es donde se viene difundiendo cada semana el material con el que después la fragmentada y debilitada oposición argentina intenta debilitar al Gobierno. Los domingos por la noche en televisión Jorge Lanata venía siendo el rey.

Pero desde hace varias semanas la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) venía estudiando la posibilidad de retrasar una hora el último partido del domingo, el que comienza a las 20.30. Lanata y sus seguidores adujeron que el Gobierno estaba detrás de esa maniobra y que sólo perseguía restarle audiencia. El periodista señaló que, por motivos de seguridad, los partidos no se suelen celebrar nunca tan tarde en esta época del año. Sus críticos alegaron que el ego no le permitía ver la realidad y que el horario es el mismo en que se retransmite en otros países.

El pulso entre el periodista más popular y el deporte rey de Argentina se celebró por fin este domingo. Por un lado, el Canal 13, del Grupo Clarín, el gran enemigo del Gobierno. Y por otro, la Tv Pública. Jugaban Boca Juniors, el equipo con más seguidores del país, contra Newell’s, el primero de la liga argentina. Era un partido de interés, aunque algo deslucido porque ambos equipos se enfrentaban de nuevo en otra competición (Copa Libertadores) esta semana y reservaron a sus mejores futbolistas. “Una persona que en este momento moviliza a la oposición, que es la voz de la oposición, la voz de la academia de periodismo, la voz de la libertad de expresión, la voz de la libertad de prensa, ¿cómo le va a temer a un partido de fútbol entre las terceras [canteras] de Newell’s y Boca?”, había declarado el portavoz de la AFA.

Lanata, que suele salir siempre con una chaqueta y fumando mientras habla. Es la imagen antagónica de cualquier cosa que tenga algo que ver con el deporte. Sin embargo, esta vez apareció con pantalones cortos, botas de fútbol, calcetas, chándal blanco y la camiseta de la selección. El lugar destinado para el público se convirtió en una especie de grada, con alambrada y pancartas. Y dos locutores deportivos iban conectando con el partido y cantando los goles. Finalmente, Newell’s le ganó a Boca por un sorprendente 4-0. Pero la verdadera sorpresa la dio Lanata, que consiguió 24,7 puntos de rating frente a los 16 del partido. Casi nueve puntos de diferencia.

El resultado de los registros de audiencia también se iba conociendo en directo, durante la emisión. Lanata facilitó un consejo sencillo al Gobierno para conseguir el liderazgo de audiencia: “Diciendo simplemente la verdad”.

Durante el partido, Lanata se limitó a presentar su habitual monólogo y retransmitir los mejores momentos de los cinco programas anteriores. Una vez concluido el encuentro, se centró en el núcleo duro de su programa, lo que los espectadores estaban esperando, porque ya lo había anunciado en su programa de radio Mitre, perteneciente también al Grupo Clarín. Se trataba de una serie de fotos en las que aparecían varias cajas fuertes en el sótano de una finca perteneciente al empresario Lázaro Báez. La secuencia mostraba cómo se desmantelaban las cajas. Finalmente, el sótano quedó reconvertido en una bodega, que fue la que Lázaro Báez mostró a los periodistas la semana pasada.

Lanata venció de forma indiscutible. Pero desde la emisora pública radio Nacional un locutor recordó a la mañana siguiente que una cosa es la audiencia y otra son los votos. “Llama la atención que hayan cambiado el horario del fútbol este año, cuando Lanata tiene 25 puntos de audiencia, y no la anterior, cuando tenía 15”, señala el periodista Jorge Fernández-Díaz, colaborador de Lanata en su espacio radiofónico.

“El programa es el mismo que el del año pasado, pero su éxito tiene mucho que ver con el clima político que vive el país, con la sensación de hartazgo que tiene la gente”.

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El periodista crítico que venció al fútbol

Un programa televisivo del Grupo Clarín muy crítico con el Gobierno compitió en la misma franja horaria contra un partido de Boca y ganó por goleada.

/ 2 de junio de 2013 / 04:00

El periodista Jorge Lanata es mucho más conocido en Argentina que cualquier líder de la oposición. Su programa Periodismo para todos, que se emite los domingos a las 22.00 en un canal del Grupo Clarín, se ha convertido en el principal azote del Gobierno. Ahí fue donde salieron el pasado 14 de abril dos gestores afirmando que Lázaro Báez, el constructor amigo de Néstor Kirchner que pagó el mausoleo donde yacen los restos del expresidente, lavaba dinero. Y que todo eso se hacía con el beneplácito de la Casa Rosada. Ahí fue también donde apareció Miriam Quiroga, la que fuera secretaria de Néstor Kirchner, hablando de bolsos supuestamente cargados con dinero negro listo. Y ahí es donde se viene difundiendo cada semana el material con el que después la fragmentada y debilitada oposición argentina intenta debilitar al Gobierno. Los domingos por la noche en televisión Jorge Lanata venía siendo el rey.

Pero desde hace varias semanas la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) venía estudiando la posibilidad de retrasar una hora el último partido del domingo, el que comienza a las 20.30. Lanata y sus seguidores adujeron que el Gobierno estaba detrás de esa maniobra y que sólo perseguía restarle audiencia. El periodista señaló que, por motivos de seguridad, los partidos no se suelen celebrar nunca tan tarde en esta época del año. Sus críticos alegaron que el ego no le permitía ver la realidad y que el horario es el mismo en que se retransmite en otros países.

El pulso entre el periodista más popular y el deporte rey de Argentina se celebró por fin este domingo. Por un lado, el Canal 13, del Grupo Clarín, el gran enemigo del Gobierno. Y por otro, la Tv Pública. Jugaban Boca Juniors, el equipo con más seguidores del país, contra Newell’s, el primero de la liga argentina. Era un partido de interés, aunque algo deslucido porque ambos equipos se enfrentaban de nuevo en otra competición (Copa Libertadores) esta semana y reservaron a sus mejores futbolistas. “Una persona que en este momento moviliza a la oposición, que es la voz de la oposición, la voz de la academia de periodismo, la voz de la libertad de expresión, la voz de la libertad de prensa, ¿cómo le va a temer a un partido de fútbol entre las terceras [canteras] de Newell’s y Boca?”, había declarado el portavoz de la AFA.

Lanata, que suele salir siempre con una chaqueta y fumando mientras habla. Es la imagen antagónica de cualquier cosa que tenga algo que ver con el deporte. Sin embargo, esta vez apareció con pantalones cortos, botas de fútbol, calcetas, chándal blanco y la camiseta de la selección. El lugar destinado para el público se convirtió en una especie de grada, con alambrada y pancartas. Y dos locutores deportivos iban conectando con el partido y cantando los goles. Finalmente, Newell’s le ganó a Boca por un sorprendente 4-0. Pero la verdadera sorpresa la dio Lanata, que consiguió 24,7 puntos de rating frente a los 16 del partido. Casi nueve puntos de diferencia.

El resultado de los registros de audiencia también se iba conociendo en directo, durante la emisión. Lanata facilitó un consejo sencillo al Gobierno para conseguir el liderazgo de audiencia: “Diciendo simplemente la verdad”.

Durante el partido, Lanata se limitó a presentar su habitual monólogo y retransmitir los mejores momentos de los cinco programas anteriores. Una vez concluido el encuentro, se centró en el núcleo duro de su programa, lo que los espectadores estaban esperando, porque ya lo había anunciado en su programa de radio Mitre, perteneciente también al Grupo Clarín. Se trataba de una serie de fotos en las que aparecían varias cajas fuertes en el sótano de una finca perteneciente al empresario Lázaro Báez. La secuencia mostraba cómo se desmantelaban las cajas. Finalmente, el sótano quedó reconvertido en una bodega, que fue la que Lázaro Báez mostró a los periodistas la semana pasada.

Lanata venció de forma indiscutible. Pero desde la emisora pública radio Nacional un locutor recordó a la mañana siguiente que una cosa es la audiencia y otra son los votos. “Llama la atención que hayan cambiado el horario del fútbol este año, cuando Lanata tiene 25 puntos de audiencia, y no la anterior, cuando tenía 15”, señala el periodista Jorge Fernández-Díaz, colaborador de Lanata en su espacio radiofónico.

“El programa es el mismo que el del año pasado, pero su éxito tiene mucho que ver con el clima político que vive el país, con la sensación de hartazgo que tiene la gente”.

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Los líderes en el uso de la propaganda televisiva

Chávez, Correa y Fernández

/ 29 de julio de 2012 / 04:00

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, se erigió la semana pasada en uno de los jefes de Estado de América Latina que más mensajes emite por cadena nacional, es decir, con la interrupción obligatoria de toda la programación pública y privada para transmitir sus palabras. Fernández pronunció en cinco días cuatro discursos televisados, de los cuales tres fueron transmitidos por todas las emisoras del país. Sumó así 11 cadenas nacionales (mensajes de retransmisión obligatoria) desde que asumió su mandato hace ocho meses. La Mandataria sólo se ve superada en ese terreno por el venezolano Hugo Chávez y el ecuatoriano Rafael Correa.

El propio Presidente de Venezuela se ha pronunciado este sábado sobre la conveniencia de estos mensajes que emplean canales públicos. Según él, son “parte de la estrategia comunicacional del Gobierno”. “Las televisoras privadas no cubren esto [la inauguración de una nueva planta en un complejo petroquímico]. Los diarios en manos de la burguesía no le dan cobertura a estos actos,y si le dan es un recuadrito en la última página”, ha asegurado.

A pesar de que Fernández recibió críticas por el abuso de la cadena tras el segundo mensaje emitido en una semana —aquél en el que se refirió al ministro de Economía español, Luis de Guindos, como el “pelado [calvo] ese”— al día siguiente volvió a hacer uso de esta prerrogativa para inaugurar una feria de tecnología. Y volvió a cosechar más críticas.

Con sus 11 cadenas en ocho meses, Fernández supera los 11 mensajes pronunciados en Chile por Sebastián Piñera desde marzo de 2010, la veintena de cadenas que emitió el presidente Felipe Calderón en seis años, las siete de la brasileña Dilma Rousseff desde enero de 2011 hasta hoy y las tres del uruguayo José Mujica desde marzo de 2010.

Fernández supera también a las 16 alocuciones pronunciadas por el colombiano Juan Manuel Santos en 24 meses, desde agosto de 2010. Santos acostumbra a iniciar sus discursos presentando “excusas por la interrupción”, ya que suelen emitirse en horario de máxima audiencia, cuando millones de colombianos disfrutan de sus telenovelas preferidas. Y supera igualmente al boliviano Evo Morales, quien sólo ha recurrido a esta figura legal una vez en 2012 para celebrar el aniversario de su Administración.

Aunque la ley en Bolivia obliga a todos los canales a sintonizar el mensaje del Mandatario, muchos privados no lo hicieron. Ni siquiera se engancharon al mensaje que pronunció en las emisoras estatales durante la crisis de marzo con el motín de la policía.

Las siete ocasiones en que Rousseff usó las cadenas nacionales fueron con ocasión de la apertura del año escolar, el Día del Trabajo, de las Madres, de las Mujeres, del Año Nuevo o de la Fiesta Nacional. Piñera, en Chile, suele usarlas para anunciar las cuentas públicas y también, en tres ocasiones, para difundir acuerdos en materia de educación, tal vez el sector donde más críticas ha sufrido su gobierno.

En Perú no existe ninguna norma que obligue a los canales a sintonizar en cadena. De hecho, la expresión cadena nacional sólo resulta familiar para quienes han rebasado ampliamente los 30 años. A pesar de eso, el presidente Ollanta Humala difunde sus discursos durante los días de fiesta nacional por los canales del Estado. Y las emisoras privadas procuran sintonizarlo, pero no tienen la obligación de usar la misma señal.

En Argentina, algunas veces el motivo de los mensajes se conoce con antelación, como en el aniversario de la independencia. Pero en otras ocasiones se desconoce por completo el tema sobre el que versará el discurso. El Gobierno anuncia que en unas horas la presidenta se dirigirá a la nación por cadena nacional y todos los periodistas aguardan expectantes el momento. Unas veces sus mensajes pueden ser de una relevancia incuestionable, como el anuncio de la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF el pasado 16 de abril; y otras veces, Fernández se limita a inaugurar alguna feria y aprovechar para extenderse sobre los numerosos logros alcanzados por su Gobierno.

Durante décadas, en algunos países de América Latina se abusó de las cadenas nacionales. En Paraguay, por ejemplo, esta figura quedó abolida tras la dictadura (1954-1989) de Alfredo Stroessner, precisamente debido al uso constante que los militares hicieron de ella. Ahora, los canales privados no tienen la obligación de sintonizar con los mensajes presidenciales. Cuando un presidente quiere darle mayor difusión a su mensaje de Navidad contrata espacios en los canales donde pretende difundirlo.

En México, su uso se ha vuelto también muy moderado. “Aquí hay un enorme gasto de las instituciones en medios de comunicación privados”, explica Raúl Trejo, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. “La presencia más importante del Gobierno en los medios se produce a través de la publicidad pagada. Pero el empleo de la cadena sólo se hace en casos excepcionales. Los últimos presidentes la han utilizado sólo para difundir saludos de Año Nuevo o para hablar sobre alguna decisión relevante. Por ejemplo, Felipe Calderón lo hizo el 1 de julio para reconocer el triunfo de Enrique Peña Nieto”.

En Venezuela, sin embargo, el presidente Chávez suma en lo que va del año 75 horas y 20 minutos por cadena nacional. La cifra se desprende del conteo realizado por la ONG Monitoreo Ciudadano en su página del cadenómetro más la suma de nueve horas y 49 minutos que Chávez empleó el 13 de enero para presentar las cuentas de su mandato ante el Parlamento y que marcó su propio récord.

Esas 75 horas se han registrado a pesar del cáncer que sufre el Mandatario desde hace más de un año. En otras épocas de mejor salud llegó a recurrir a la cadena nacional una hora cada día. Con los Gobiernos anteriores esta figura sólo se usaba cuando había anuncios muy importantes que hacer o el día de año nuevo, y en ningún caso superaban la media hora de transmisión.

A Venezuela sólo se le aproxima Ecuador, donde según la Fundación Ethos, con sede en México, desde que el presidente Rafael Correa accedió al poder en 2007 hasta mayo de 2011 se contabilizaron 1.025 cadenas nacionales. Esa cifra no incluye los Enlaces ciudadanos que cada sábado emite Correa por espacio de tres horas y que son transmitidos por medios estatales y algunos canales privados. Sólo esos programas suman 280 emisiones hasta la fecha. Varios críticos han rechazado la constante utilización que hace Correa de las cadenas para combatir a opositores y medios de comunicación privados. El Gobierno, por su parte, señala que con su uso sólo pretende “desvirtuar las mentiras repetidas y orquestadas por ciertos medios de comunicación”.

Cristina Fernández se encuentra muy lejos de las cifras que presentan Chávez y Correa. Pero el tercer puesto es indiscutiblemente para ella.

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Ellos ‘no podían aguantar a un sapo de otro pozo’

Entrevista a Fernando Lugo

/ 1 de julio de 2012 / 04:00

El exobispo Fernando Lugo, de 61 años, fue destituido hace una semana por el Senado de su país, Paraguay, mediante un juicio político. Varios dirigentes de América Latina calificaron la destitución como golpe de Estado. Otros prefirieron concederse más tiempo para estudiar la situación.

El viernes, los líderes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y los del Mercado Común del Sur (Mercosur) tenían previsto un debate en la ciudad argentina de Mendoza sobre qué tipo de medidas adoptarían frente al nuevo Gobierno de Paraguay. Aunque Lugo había decidido acudir a Mendoza, después optó por quedarse en su país para que los demás presidentes no se sintieran “presionados” a la hora de analizar la situación de Paraguay.

En una entrevista telefónica con El País, el expresidente indica que aunque como ciudadano paraguayo no le gustaría que los pequeños productores se vieran afectados por posibles sanciones, cree que la comunidad internacional es libre de adoptar todas las medidas económicas y políticas ante “los graves hechos de ruptura del proceso democrático” en Paraguay. “¡Cómo me hubiera gustado estar ahí en Mendoza!”, exclamó tras la entrevista.

— ¿Por qué cree que la oposición y sus aliados en el Gobierno decidieron unirse para convocar un juicio político y destituirle, cuando sólo faltaban nueve meses para las próximas presidenciales?

— Muchos califican la política paraguaya de irracional. Desde el punto de vista lógico y racional es imposible entenderla. Es como un chiste. Yo creo que los motivos reales no afloran en el libelo acusatorio. Yo creo que es que nosotros hemos instaurado una manera de hacer política diferente. No una política clientelar, sino de militancia, de participación ciudadana. Eso ha molestado a mucha gente. El éxito que hemos tenido, sobre todo en las políticas sociales, con una popularidad aceptable después de cuatro años… Yo creo que ése fue uno de los motivos troncales para truncar el proceso democrático en nuestro país.

— ¿Qué cree usted que sucedió en la matanza de Curuguaty? ¿Cómo pudo terminar así el desalojo en una finca?

— Yo creo que no está dicha la última palabra sobre la investigación de la masacre. Hay una hipótesis muy aceptable de que hubo elementos extraños a policías y campesinos. Los campesinos no tiran directamente con la puntería a la cabeza, al cuello, al corazón de los policías. Yo creo que la venida de francotiradores es una hipótesis muy factible, que elementos extraños provocaron la violencia y esa masacre. Ojalá la investigación llegue a dilucidar qué pasó allí, para satisfacer a la ciudadanía.

— ¿Por qué cree que la Constitución vigente desde 1992 recoge la figura del juicio político que permite destituir a un presidente en un plazo máximo de tres días?

— Aquí hubo varios antecedentes de juicios políticos. A un presidente lo destituyeron y su juicio duró tres meses, a otro le dieron cinco días, a otro le dieron semanas. Yo, antes de 24 horas, ¿eh? Antes de 24 horas. Por eso le llaman un juicio político exprés. Rápido, rápido, rápido, ¿verdad? Sin argumentos, sin motivos suficientes. A mí me gustaría que cualquier estudio jurídico pueda analizar el libelo acusatorio que partió de (la Cámara de) Diputados a ver si encuentra un argumento que tenga relación con el mal desempeño de funciones por el cual fui separado del cargo.

— ¿Se puede hablar de golpe de Estado aunque la Constitución recoja la figura del juicio político?

— Bueno… Yo creo que aquí los abogados tendrán mucho que aportar. Tuvo toda la fachada legal. Pero se ha violentado, se ha forzado, se ha exagerado esa herramienta legal que está contemplada en la Constitución nacional del Paraguay. Y tampoco se puede afirmar que tuvo todos los visos de legalidad. No se respetó el tiempo del juicio, se hizo un reglamento a la ligera, dejándome dos horas para responder (exponer la defensa).

— Usted ha recomendado que no se adopten sanciones comerciales contra Paraguay para no perjudicar a los 6,4 millones de paraguayos. ¿Qué postura debería adoptar la comunidad internacional ante el nuevo Gobierno de su país?

— La comunidad internacional puede sentirse libre de tomar todas las medidas económicas, comerciales, políticas, sociales inclusive, de condena hacia el grave hecho de la ruptura del orden democrático. Yo simplemente he dado mi opinión de que a mí, como ciudadano paraguayo, no me gustaría perjudicar a los pequeños productores, aquéllos que exportan su ganancia, su mandioca, su banana. Pero que esto no sea una coacción, ni siquiera sea una presión para que los otros presidentes de la región no se sientan libres de decidir, de determinar, definir, dictar las sanciones que el Gobierno se merece.

— El presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó suspender las exportaciones de petróleo a Paraguay. ¿Cree que Chávez debería reconsiderar esa decisión?

— No, como le decía recién, yo he dado una opinión. Pero cada presidente y cada nación se pueden sentir muy libres y soberanos de aplicar la sanción ante el grave hecho de la ruptura del orden democrático.

— La nueva ministra de Defensa, María Liz García, ha declarado que el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió con altos mandos militares de Paraguay el mismo viernes en que usted fue destituido y les dijo que tenían que obedecerle a usted. Algún medio en Paraguay ha publicado que Maduro pidió al Ejército que se sublevara. ¿Es cierto eso?

— A mí me gustaría conocer las pruebas de esa Ministra de Defensa. Creo que es una opinión traída de los pelos, fuera de la racionalidad. Ojalá pudiera ver las pruebas para que fuese creíble lo que esta señora dice. Mientras no tenga las pruebas suficientes, necesarias, aclaratorias, debe quedar muy mal ante la opinión pública nacional e internacional.

— ¿Le sorprendió que sólo un diputado le apoyara y 76 votasen a favor de juzgarle o que sólo cuatro senadores se pronunciasen en contra de su destitución mientras 39 lo hacían a favor?

— No, porque eso ya respondía a un acto que es debido a los partidos tradicionales del país; ellos no podían aguantar que un sapo de otro pozo pueda estar en la presidencia de la República, alguien que nunca estuvo en la militancia política, alguien que no pertenece a un partido político… Eso es inaceptable para la clase política paraguaya.

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