Persona, un espacio para transgredir límites
Persona Casa Galería cumple un año. El espacio es escenario de la ruptura de convenciones artísticas y acoge diálogos íntimos, profundos y actuales.
Los artistas hoy rompen continuamente las etiquetas que antes diferenciaban unas disciplinas de otras. Los límites se borran cuando las diferentes técnicas se transforman en soluciones físicas para permitir que ideas y conceptos tomen forma y puedan compartirse, afirma Galo Coca Soto, director de Persona Casa Galería (c. Alfredo Ascarrunz 2592, Sopocachi).
Este espacio se instaura, así, en un puente entre nuevos lenguajes y la ciudad. Durante su primer año reunió cerca de 30 actividades que van desde instalaciones, performances y exposiciones hasta paisajes sonoros, pasando por conversatorios, talleres, encuentros y laboratorios. El equipo estable lo conforma Coca (dirección, curaduría y montaje) y Fernando Loayza (producción).
“La galería surge para lograr que se activen proyectos con un perfil más personal —de ahí el nombre—, que sean los individuos creadores quienes se manifiesten y presenten, aquí, frente a la comunidad. Y ‘Casa’, porque efectivamente vivo aquí desde hace diez años”, explica el artista, curador y gestor paceño.
Este cruce de diferentes medios propició un diálogo constante, que es una de las virtudes del lugar. Los visitantes tienen la posibilidad de tener un contacto cercano y horizontal con los artistas y los curadores.
“Somos un espacio donde podemos tomarnos un tiempo real, humano, de conversación, que no pasa por chatear o por encandilarse con cosas en internet. Pudimos conversar, de persona a persona, comunicarnos y decirnos lo que se está haciendo en el arte y cómo se lo está haciendo, aquí y afuera”.
Una política de trabajo de Persona Casa Galería es generar una “buena vecindad”. Es decir, construir una red de apoyo y colaboración con espacios e instituciones cuyas instalaciones se encuentren cerca. Así se genera un tejido cultural urbano que permite coordinar actividades de mayor impacto. Esto para generar visibilidad y mostrarle a la ciudad que existen actividades culturales potentes e innovadoras.
Un ejemplo es el trabajo que se realiza junto a Materia Gris Residencia para Artistas. La galería tuvo un evento previo a su inauguración, que se llamó Travesías Ocultas. Fue una presentación de portafolios de creadores, bolivianos y brasileños, residentes de este programa.
Otra institución con la que se coordinó actividades fue el Centro Cultural de España en La Paz, que brindó apoyo técnico constante a través del préstamo de equipo y mobiliario para múltiples actividades.
Un colaborador constante es el barrio de Sopocachi. Las familias que aún quedan conocieron la iniciativa cuando Coca se acercó a ellos con una estrategia de marketing barrial que al final no se llevó a cabo. Sin embargo, se conocieron y aquellos se familiarizaron con el lugar. “Son parte constante del público, siempre que ven la puerta abierta, entran y preguntan por las actividades. Se ha generado una complicidad barrial que nos apoya”, cuenta Coca.
Este año el espacio cultural tiene planificada una jornada de performance de cinco horas para la Larga Noche de Museos, que será en mayo. También varios intercambios con galerías del interior del país y buscará seguir apoyando la producción de diferentes artistas locales.
Los organizadores del Primer Encuentro Internacional de Performance Interdicta Caída Libre, Alejandra Álvarez y Gustavo Solar, comparten las conclusiones de su experiencia. “Cuando decidimos realizar el Encuentro de Performance Caída Común en La Paz —en marzo—, Persona Casa Galería fue el espacio artístico que nos brindó todo su apoyo y colaboración para llevar adelante nuestro audaz proyecto. Cada reunión que tuvimos se dio desde el calor y hospitalidad de los dueños de casa, Galo Coca y Fernando Loayza, sin menospreciar la compañía amorosa de sus gatos Basurita y Menso. Trabajar acogidos desde Persona Casa Galería nos brindó la seriedad que necesitábamos para avalar nuestro loco encuentro que acogió a más de 30 artistas, entre nacionales y extranjeros, los cuales valoraron la calidez y predisposición para cubrir los requerimientos de cada trabajo artístico que se realizó”, escribieron.
La experiencia fue enriquecedora. “Cafecito caliente, matecitos de coca y bocadillos fue lo que nunca faltó en cada jornada del encuentro. Sin duda Persona Casa Galería, más allá de ser una galería, es un espacio donde uno puede encontrar el calor de una casa y que se brinda, también, en persona”.