‘Exulto’, lo preciado
Este el texto curatorial de la muestra que se exhibe en Persona Casa Galería hasta el 2 de junio.
Exulto explora la fascinación por la belleza del misterioso pulso vital, del detenimiento del rito, el detalle del oficio, aquello que rescatamos como motivación e impulso diario, el espacio y tiempo que nos tomamos para contemplar. Exulto es un festejo a la vida.
Este festejo, en nuestro contexto, usa valores particulares cotidianos o extraordinarios, pensemos en extremos como urnas de protección para “ñatitas”, preciosas y veneradas, un miembro más en la familia y comunidad; y en otro extremo el baile masivo en fiestas patronales y preste. En ambos convergen fe, placer, ocio y religiosidad, nuevos y viejos lenguajes, apropiando tecnología y moda, y como resultado tenemos inesperadas nuevas formas de folklore y ritos.
Las piezas que hacen esta muestra manifiestan universos relacionados con las estéticas locales, que vienen de tradiciones o de ritos, que se expresan a través de lenguajes como el folklore y las fiestas populares, acciones de fe, deseos de pervivencia y trascendencia. Se evoca una estética chola vista desde diferentes perspectivas, ahí yace la diversidad de artistas: de origen aymara, mestizos, migrantes, diversidades sexuales y generacionales, todos viviendo la transculturización gobernante en este territorio y tiempo.
La fe en cosas inexplicables, sucesos que superan nuestra sensibilidad o exasperan el pensamiento, hasta ganan nuestra corporalidad. Éstas crean un aire denso que permite convivir con la cabeza de un cadáver rodeados de perfumes florales, o que bailemos frenéticamente, en un vaho de alcohol, orines y ruidos, siempre cercanos a esta motivación invisible.
Este espacio alterno donde la exageración y sobreestimulación son el lenguaje común, el cuerpo alterado, espacios colectivos en metamorfosis, accesorios y adornos brillantes y vibrantes, todos festejan el pulso vital y hacen llano el camino a la aceptación. Las formas de la sensualidad y el acercamiento a las construcciones de identidad yacen no solamente en el contexto social sino también en el territorio, ahí esta su particularidad, como vivimos la muerte y como fluimos hacia ella.
En el oscuro ingreso de la exposición Bretel, Coronado y Santos dialogan con la muerte, sus ritos y la sensualidad. Sentarse junto a retratos misteriosos de “ñatitas”, en contrapunto con una coreografía espectacular y vulvas bordadas. Ahí, la mística y uso del tiempo apelan a la experiencia previa del visitante.
En un golpe de luz cambiamos a un espacio donde conviven mitos, la fiesta popular y el rito mortuorio. Bravo y Santos colapsan sus universos bordando vulvas fantásticas, sensuales en su forma y contenido, el lenguaje del folklore actual se discute en sus contenidos, cambia de lugar de un traje de baile a un lienzo en bastidor, materiales chinos, íconos mitológicos americanos besándose.
Contreras en un contundente discurso revisa dos íconos de tierras altas, los Achachilas y la Virgen Triangular, una analogía de nuestra corporalidad contra un ente enorme, y todos los misterios que contienen. El icónico texto de Antonio Paredes Candia es relocalizado en un nuevo hogar y la Virgen Cerro se mundaniza en la reflexión del artista.
Ballivián busca razones en objetos de deseo y crea una religiosidad en la forma de mostrarlos, una cruz, símbolos patrios, utensilios necesarios y caducos.
Bedoya revisita la muerte en formas sagradas: un retrato, la consagración de un animal, y un precioso manto, muestran una estética personal desarrollada y sintetizada en un cuerpo de obra contundente que no solo explora posibilidades materiales sino que contiene universos complejos que asombran por su sinceridad y el tino con el que nos hablan.
Cáceres se aproxima lúdicamente con sus personajes, explorando territorios y sus identidades, de nuevo una analogía al propio cuerpo, su escala y lugar.
Coca plantea preciosismos en la fiesta popular, donde lo banal se vuelve pertinente y el cuerpo sostiene el efímero acto de fe.
Aquí no establecemos una lectura, la comprensión se ramifica exponencialmente con actos artísticos, piezas emotivas y significantes en nuestros territorios y tiempos. Exulto se presenta como un ensayo donde dialogan voces de artistas en el espacio coloquial de la casa y convergen en tópicos del cuerpo de obra de cada uno.
Exulto fue concebida a propósito de la visita de la Fondation Cartier pour l’art contemporain (Francia) a Persona Casa Galería a fines de abril, como un breve panorama de la escena local en artes visuales actuales, por invitación de la Embajada de Francia, para recibir a esta especial comitiva. Se incorporaron piezas de artistas que trabajan junto a Persona, con obra destacada y constante en la ultima década, en diversos lenguajes, soportes y orígenes, plataformas nacionales e internacionales, estableciendo redes de trabajo entre artistas, curadores y espacios de exposición, comunidades y asociaciones entre individuos creadores. Esta exposición tiene el apoyo de Materia Gris Residencia para artistas y el Centro Cultural de España en La Paz, a través de su Medialab. La muestra abrirá hasta el 2 de junio.