El caso Mamani
Nadie niega que quedar bajo más de 600 metros bajo tierra, durante 69 días, con la incertidumbre de salir o no algún día es motivo para admirar al joven Carlos Mamani Soliz. Algo de heroico hay en esa hazaña, de allí la enorme expectativa que despertó el rescate de los 33 mineros
Nadie niega que quedar bajo más de 600 metros bajo tierra, durante 69 días, con la incertidumbre de salir o no algún día es motivo para admirar al joven Carlos Mamani Soliz. Algo de heroico hay en esa hazaña, de allí la enorme expectativa que despertó el rescate de los 33 mineros (entre ellos Mamani, el único boliviano entre trabajadores chilenos), acompañada de las ofertas más curiosas en el afán, se dice, de recompensarles: 10 mil dólares por persona de regalo de parte de un empresario excéntrico, viajes de placer, entre otros beneficios.
«Ayuda», estuvieron pidiendo los familiares de Mamani durante el tiempo que duró el encierro. Apelaron al gobierno de Evo Morales y éste acaba de mostrar todo cuanto está dispuesto a hacer en este bullado caso: no sólo les va a dar una casa, sino un empleo con un salario de 7.000 bolivianos.
Se saca en limpio que no deja de ser para muchos bolivianos envidiable el caso de Carlos Mamani que, a partir de hoy, recibirá un sueldo que sobrepasa el de una gran parte de la población boliviana. Las escalas salariales siguen débiles en un país en el que, pese a un crecimiento económico en sectores claves, los niveles de pobreza son preocupantes.
Cabe alegrarse por Mamani. Pero no por ello dejar de advertir que la política ha jugado a su favor en esta historia.