Discurso y realidad
Seguramente se equivocó el Director de la agencia estatal de distribución de alimentos Insumos Bolivia cuando afirmó el domingo en el programa televisivo El pueblo es noticia que "el problema" del azúcar ha sido superado gracias a la importación masiva de la sustancia endulzante, que además se vende "a precio justo".
Seguramente se equivocó el Director de la agencia estatal de distribución de alimentos Insumos Bolivia cuando afirmó el domingo en el programa televisivo El pueblo es noticia que «el problema» del azúcar ha sido superado gracias a la importación masiva de la sustancia endulzante, que además se vende «a precio justo».
En efecto, una afirmación como ésa tiene que ser una equivocación cuando gran parte de las personas todavía tienen severos problemas para encontrar azúcar, y cuando lo hacen, deben restringir su compra a un kilo por cliente, y ciertamente a un precio para nada justo. La excepción, claro, son aquellas personas con el tiempo y la disponibilidad de ir hasta la famosa calle Gallardo, en el corazón de la zona Gran Poder (donde deberán comprar otros abarrotes ‘casados’ con el que buscan) o, en su defecto, tienen la dicha de vivir cerca de las plazas donde los camiones de Emapa distribuyen el endulzante. Parece, pues, un despropósito cada vez que las autoridades hacen afirmaciones con semejante ligereza, pues significa que sus discursos no siempre están en sintonía con la realidad de las personas. En todo caso, si la escasez de azúcar persiste pese a las miles de toneladas importadas, significa que la especulación sigue campeando. Y ése, definitivamente, es un problema que en vez de resolverse parece ir en aumento.