La deuda de EEUU
La crisis de la deuda de Estados Unidos ha mostrado un vértice de fragilidad en la anunciada solidez de las reservas internacionales bolivianas. Las reservas internacionales son, como dicen los economistas, los recursos que un país mantiene para garantizar sus importaciones, el pago de la deuda externa, para estabilizar la moneda y para impulsar el desarrollo.
La crisis de la deuda de Estados Unidos ha mostrado un vértice de fragilidad en la anunciada solidez de las reservas internacionales bolivianas. Las reservas internacionales son, como dicen los economistas, los recursos que un país mantiene para garantizar sus importaciones, el pago de la deuda externa, para estabilizar la moneda y para impulsar el desarrollo.
El acuerdo alcanzado hace pocos días en Washington sobre la deuda estadounidense da apenas un respiro a las autoridades monetarias latinoamericanas, en particular a las de Bolivia, que, al igual que los países vecinos, tiene un alto porcentaje de sus reservas en dólares e, incluso, en bonos del Tesoro estadounidense.
No obstante, el consenso entre los especialistas es que el acuerdo de deuda tiene condiciones tan restrictivas, que harán muy difícil una pronta recuperación de la economía norteamericana, que por su magnitud y la multiplicidad de relaciones comerciales con el resto del mundo es prácticamente la locomotora del crecimiento global.
Su lógica de acción parece inaudita: primero, el Congreso estadounidense presenta una serie de escollos para salvar de la quiebra a su propio Gobierno. Segundo, el plan de salvataje está plagado de restricciones al gasto, que harán imposible que la economía estadounidense se recupere prontamente. Esas son, ciertamente, condiciones muy duras, como no lo fueron las impuestas a los especuladores financieros que fueron generosamente salvados por el Gobierno de EEUU luego de la debacle del 2008.
Así, lo que suceda con la economía estadounidense es materia de preocupación de todo el mundo: de sus socios comerciales, de sus acreedores y de todos quienes, como el Banco Central de Bolivia (BCB), tienen activos valorados en dólares. Es el costo de ser la primera potencia económica mundial.
Se sabe que, en un mundo de incertidumbre financiera, son escasas las opciones de diversificación. Justamente por eso es pertinente que, al igual que en el pasado reciente las autoridades informaban del crecimiento de las reservas, informen ahora acerca de qué opciones tomará el Gobierno para preservar su valor y la estabilidad de la economía. Mientras tanto, el crecimiento de China seguirá amortiguando la caída de la actividad económica global y, paralelamente, continuará impulsando los precios de los principales productos de exportación bolivianos, basados en la explotación de recursos naturales.
Por todo ello, en un futuro próximo deben hacerse mayores esfuerzos por generar una amplia diversificación, mejores condiciones de empleo, un salto hacia el autoabastecimiento de alimentos y, para alimentar todo ello, consolidar la oferta energética. El país está a tiempo para encarar estos retos, pues este es un momento de crecimiento, estabilidad y condiciones financieras favorables; ojalá se aproveche.