Municipios ambientales
El desafío es lograr que sus actividades económicas sean ambientalmente sustentables
En los últimos años, los gobiernos autónomos municipales en Bolivia tienen responsabilidades en cuanto a la gestión de su territorio, sus recursos naturales y el medio ambiente; jugando un rol protagónico y decisivo en la aplicación de estrategias de desarrollo, enfocadas a la solución de problemas ambientales y el aprovechamiento sostenible de la riqueza natural de su territorio. Varios municipios se han apropiado de esta responsabilidad y están buscando la implementación de un modelo de gestión ambiental municipal que integre la temática medioambiental en la gestión de sus espacios territoriales de una forma integral y formal.
En los próximos días, en la ciudad de Santa Cruz se reunirán municipios de varios lugares del país en el marco de la iniciativa denominada “Municipios Ambientales”, la cual busca compartir experiencias de gestión ambiental y establecer vínculos con organizaciones de cooperación en búsqueda de nuevas oportunidades de asistencia técnica y financiera en la ejecución de acciones ambientales estratégicas. Si bien esta iniciativa nació entre municipios que comparten su territorio con áreas protegidas, actualmente la iniciativa está ampliando su alcance a municipios ubicados en áreas de importancia biológica que desean encarar un desarrollo responsable con el medio ambiente.
Es interesante destacar los grandes desafíos que se han planteado estos municipios, ya que los principios y criterios que guían su accionar están sustentados en: conservación de la biodiversidad; uso sostenible de la biodiversidad y de los recursos naturales; gobernanza ambiental municipal; ambiente urbano saludable; gestión de riesgos por desastres naturales y cambio climático; valoración del patrimonio cultural y natural del municipio.
Varios de los municipios autodenominados como ambientales no sólo están buscando integrarse a la gestión de espacios protegidos, sino que tienen el desafío de buscar cómo sus actividades económicas y productivas, en muchos casos enfocadas en la actividad agropecuaria o el aprovechamiento intensivo de los recursos del bosque, puedan lograr sostenibilidad ambiental como el cimiento de base para construir procesos de desarrollo con visión de largo plazo. En este sentido, no hay que olvidarse que gran parte de la población de Bolivia basa su economía en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales.
Sin duda, alcanzar estos desafíos en busca de nuevas alternativas de desarrollo es un camino aún largo por recorrer, pero demuestra que los actores locales y sus gobiernos están dispuestos a buscar opciones que permitan la sostenibilidad de sus recursos, el disfrute de un ambiente saludable y por supuesto mayores oportunidades para el desarrollo de sus habitantes.