Las reformas avanzan a ritmo cubano
El Gobierno cubano busca desligarse de administrar y producir servicios secundarios

Después de cuatro años de reformas económicas, la población cubana considera que el proceso va con lentitud y las autoridades son reacias a anunciar éxitos en un cambio de modelo que no puede criticar las estrategias anteriores.
En el pasado pleno de la Asamblea Nacional, el Gobierno informó que la economía cubana tuvo un “desempeño favorable” durante el primer semestre de 2012, al crecer el 2,1%, frente al 1,9% del año pasado. Por otro lado, el Parlamento aprobó extender el cooperativismo no estatal a más de 200 actividades, entre ellas la gastronomía o “servicios técnicos y personales”; y en función de cómo se desarrolle la iniciativa, se aprobará más adelante una Ley General de Cooperativas.
El objetivo del gobierno de Raúl Castro es que el Estado se ocupe de los sectores estratégicos, los “medios fundamentales de producción”, y se desentienda de administrar y producir servicios secundarios, aunque la denominada “empresa estatal socialista” continuará como forma principal de la economía nacional.
Los diputados aprobaron una nueva Ley Tributaria, que incluye 25 impuestos y contempla sanciones para quienes evadan sus contribuciones. La nueva normativa incorpora siete tributos respecto a la anterior, el de carácter aduanero, sobre las utilidades, ventas, servicios, utilización de mano de obra, propiedad de viviendas e ingresos personales; aunque en el caso de los dos últimos no se aplicarán hasta que no cambien las actuales “condiciones económicas” del país.
Las primeras transformaciones económica del gobierno de Raúl Castro fueron en el sector de la agricultura, sin embargo, el resultado “todavía es discreto” como reconoció el propio dirigente cubano. Para profundizar en ese camino se emitirá un decreto para ampliar la entrega de tierras ociosas en usufructo a quienes deseen cultivarlas. Con esta nueva normativa se otorgarán 67 hectáreas a cooperativas, se autorizará la construcción de viviendas, se garantiza la continuidad del contrato a familiares o personas vinculadas al trabajo de las parcelas y se contempla el otorgamiento de fincas para frutales y forestales.
Uno de los temas que quedó pendiente fue el de la reforma migratoria, que es el que más interés genera en la población. Para poder salir de la isla, los cubanos necesitan un permiso gubernamental, algo que además de crear malestar entre la población genera críticas internacionales. A pesar de las fuertes expectativas que había para tratar el tema en la cita parlamentaria, en recientes declaraciones a medios españoles durante una visita en Madrid, el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, ya había adelantado que la reforma migratoria no tiene aún fecha en Cuba.
En su discurso de clausura de la sesión plenaria del Parlamento, el presidente Raúl Castro señaló que hay “voluntad de acometer la reformulación de las normativas vigentes en esta esfera y proceder a su paulatina aplicación”. Castro afirmó que “en las dos últimas intervenciones ante este Parlamento abordé la actualización de la política migratoria, cuestión que no ha sido relegada en lo más mínimo”, y “por el contrario, la hemos profundizado para su gradual flexibilización”.
Otro tema que también ha quedado aplazado en esta Asamblea Nacional es el anteproyecto de ley para legalizar las uniones entre homosexuales y otros derechos de esa comunidad, promovido por el Centro de Educación Sexual (Cenesex) que dirige Mariela Castro. La comunidad LGTB pide un cambio en el Código de Familia, pero las autoridades cubanas retrasan continuamente el debate para evitar tensiones con la jerarquía de la Iglesia Católica, que mantiene un fuerte rechazo a reconocer derechos a esta comunidad.