Perjuicio sindical
Un sindicato tiene la obligación de expresar la posición de sus bases y defender los derechos laborales
En una organización sindical, lo fundamental son las personas que la conforman, y más aún si éstas cuentan con el respaldo de sus bases. En este marco, el Sindicato de Trabajadores de La Razón denuncia que los dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP) hasta el momento no expresan el menor interés en realizar la posesión del nuevo directorio de esta organización sindical, a pesar de que se les envió hace más de tres semanas, en dos oportunidades, las respectivas solicitudes por escrito. La actitud asumida por parte de estos “representantes”, que son cuestionados por las bases, está ocasionando perjuicios al sindicato de este matutino, ya que por ejemplo no puede presentar su pliego petitorio 2013, reunirse y negociar con potestad legal con los ejecutivos de la empresa, ni llevar adelante tareas que beneficien a los trabajadores de base.
No es extraño para nadie que los trabajadores de La Razón, en una asamblea realizada meses atrás, pidieron a los dirigentes de la FTPLP transparencia en sus acciones sindicales, y convocar a elecciones para renovar el Comité Ejecutivo, con la mayor participación de los afiliados. Sin duda, esta postura asumida no era nada halagüeña para el que ahora dice ser ejecutivo de la FTPLP, Boris Quisberth, después de que renunció a su cargo para habilitarse como candidato en la última elección, que —dicho sea de paso— fracasó, porque las bases de la prensa lo impidieron, al considerarla ilegal.
El Sindicato de La Razón acudió entonces a las autoridades del Ministerio de Trabajo, a la dirigencia de la Central Obrera Departamental (COD) de La Paz y a la Central Obrera Boliviana (COB), para encontrar una solución al problema, pero la respuesta fue que los dirigentes de la FTPLP son quienes deben realizar la posesión de la nueva directiva. El sindicato de este periódico mantiene la decisión de no apoyar a ningún dirigente que responda a intereses políticos, de grupo o personales, porque lo único que le interesa es el bienestar de sus compañeros. En ese sentido, es menester aclarar que un sindicato tiene la obligación de expresar la posición de sus bases en torno a temas que les preocupan. Es por eso que en las últimas horas nuestro sindicato ha expresado el rechazo por el despido de una compañera que desempeñaba funciones en otro medio de la misma empresa. En las últimas horas se sostuvo una reunión con el responsable del área de Recursos Humanos, a quien se le recordó que —según un acuerdo establecido entre ambas partes meses atrás— la parte ejecutiva debe convocar a dos representantes del sindicato con anticipación para informar acerca del despido que pretende realizar de algún trabajador de base.