El Hobbit
‘El Señor de los Anillos junto a ‘La Rebelión de Atlas’ son las mejores novelas que leí en mi vida
Al día siguiente debía viajar a una reunión académica en Alemania, así que decidí salir a pasear librerías buscando una novela liviana para el largo viaje que me esperaba. Los aeropuertos sin algo que leer son ciertamente insufribles. En mi búsqueda encontré El Señor de los Anillos en su primer tomo: La Comunidad del Anillo. Cuando lo compré y lo coloqué en mi equipaje de mano, no se pasó por mi mente que terminaría leyendo los tres tomos; por el contrario, pensaba que solamente me serviría de somnífero para contrarrestar los efectos del cambio de horario.
Comencé a leer en el vuelo de La Paz a Santa Cruz y no pude apartarme del libro hasta la primera madrugada que estuve en un hotel de la ciudad de Bonn. Efectivamente me había servido para atenuar los efectos del cambio de horario, no había dormido nada. Así que en la primera sesión del evento los párpados se me caían y mi mente todavía deambulaba por la Tierra media.
A mi retorno al país le comenté a mi esposa que lo mejor que me había pasado en este viaje fue que descubrí la mejor novela que había leído hasta entonces. Para ser sincero, El Señor de los Anillos, junto a La Rebelión de Atlas, de Ayn Rand, son las mejores novelas que leí en mi vida. Mi esposa se apasionó por la novela de J.R.R. Tolkien, a tal punto que terminó adelantándome en la lectura de los siguientes tomos. Fue tal la atracción que le produjo que leía incluso caminando en la calle.
Posteriormente llegaron las películas, brillantemente dirigidas por Peter Robert Jackson, que las vimos cuatro veces. Esperamos con ansias la filmación de El Hobbit y nos entristecimos mucho cuando se dijo que la filmación había sido retrasada por problemas de presupuesto y, lo que fue peor, que se había elegido como director al mexicano Guillermo del Toro. Por suerte la dirección de la película volvió a Jackson, y hace unas semanas ya está en las pantallas, aunque solamente se trata de una primera parte de una trilogía que llegará en los siguientes años.
Desde hace algunos años he decido vivir en una realidad paralela, en un mundo que transita entre la ciencia y la fantasía. Mis modelos económicos se entrelazan con historias de elfos, gnomos y superhéroes; mientras mi biblioteca ha seguido creciendo con libros de teoría económica y matemáticas, a la par de novelas de realidad fantástica y cómics. Algunos amigos me dicen que me volví loco al irme a vivir a una realidad paralela, a lo que les respondo: ¿No será estar más perturbado o, con mayor precisión, ser un masoquista, aceptando vivir en la realidad actual?