‘Creemos firmemente’
Además de buscar candidaturas, bien harían los opositores en construir una propuesta
El fin de semana pasado, cuatro dirigentes de la oposición político-regional estuvieron juntos en un acto realizado en la ciudad de La Paz. Su encuentro fue presentado como una señal —y acaso un anticipo— de la persistente búsqueda por conformar una candidatura de unidad, o al menos amplia, para las próximas elecciones generales de diciembre de 2014.
Una candidatura que, con alguna posibilidad, haga frente al oficialista MAS, que ha postulado una nueva reelección del presidente Evo Morales. En este acercamiento opositor participan el empresario Samuel Doria Medina —jefe de Unidad Nacional (UN), derrotado en las elecciones de 2005 y 2009—, el gobernador cruceño Rubén Costas, el exgobernador del Beni Ernesto Suárez y el actual gobernador de ese departamento, Carmelo Lens.
“Creemos firmemente” en ser una alternativa política, dijeron. Lo mismo asegura el líder del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, quien también está empeñado, por su cuenta, en forjar alianzas regionales para sustentar su aspiración presidencial.
Aunque se presentan como una innovación, estas experiencias de unidad con fines electorales no son nuevas. Ya se produjeron, con diferente conformación aunque con similar enfoque y desenlace, en los comicios de los años 2005 y 2009 (ambos ganados por Evo Morales). En las elecciones generales de 2005, el candidato Jorge Quiroga abandonó su partido histórico (Acción Democrática Nacionalista —ADN—), para conformar un frente amplio que, bajo el nombre de Podemos, buscó renovar la vieja “partidocracia” con un discurso y rostro nuevos. Fue derrotado.
Algo similar ocurrió en las elecciones generales de 2009. El candidato Manfred Reyes Villa (revocado como prefecto de Cochabamba un año antes) también abandonó su sigla (NFR) en busca de una “propuesta de unidad” que congregara todas las expresiones del antievismo. Así nació la alianza Plan Progreso Bolivia – Convergencia Nacional (PPB-CN) como carta del “verdadero cambio”. En los comicios, este frente, que se “creía firmemente” una alternativa, obtuvo casi 40% de votos menos que el vencedor.
Estos antecedentes son importantes para las pretensiones de la oposición en su búsqueda de unidad política. Y es que tanto Podemos como PPB-CN se fabricaron como frentes exclusivamente electorales, carentes de estructura y de horizontes de futuro. No es casual que Podemos ya no exista. Y tampoco que PPB-CN vea su fin con el actual periodo constitucional dadas las disputas de sus asambleístas.
Así, además de buscar candidaturas, bien harían los opositores en construir, lo menos, una propuesta programática sólida.