Santuario bloqueado
Urge la construcción de un puente que comunique con la bahía de Copacabana
Desde una perspectiva, no hay peor momento que éste para tener un bloqueo en el camino al santuario de Copacabana, pues en Semana Santa es cuando mayor afluencia de peregrinos y turistas llega allí. Pero desde otra, es el momento perfecto para ejecutar la medida de presión, pues por la misma razón las autoridades tratarán de resolver el conflicto con premura.
Esa tiene que haber sido la lógica de los campesinos de la provincia Manco Kápac, que el lunes iniciaron un bloqueo de caminos en las cercanías de Tiquina en rechazo del incremento de los pasajes para cruzar el estrecho que “arbitrariamente” determinaron los lancheros, de Bs 1,50 a Bs 2. La demanda se complementa con la amenaza de incrementar los puntos de bloqueo hasta lograr que el Gobierno nacional se comprometa a ejecutar el proyecto Wiñay Marka.
El proyecto Wiñay Marka, planteado en 2009 por la entonces Prefectura de La Paz, implica la construcción de un puente entre el poblado de Kehuaya (provincia Los Andes) y la Isla Suriqui; de la Isla Suriqui a la Isla Taquiri, y de la Isla Taquiri a Santiago de Oje (provincia Manco Kápac). Sin embargo, ese mismo año, tras un bloqueo ejecutado por los lancheros de Tiquina, contrarios al proyecto debido a que afectaba sus fuentes de ingresos, éste fue archivado.
El lunes, mientras representantes de la Gobernación buscaban un acercamiento entre las partes para resolver el conflicto, el Viceministro de Turismo señaló que la región está en riesgo de perder más de Bs 7 millones, debido a que el bloqueo impedirá la llegada de turistas y peregrinos. A su vez, el Director Departamental de Transporte de la Gobernación, encargado de la negociación con la Federación de Campesinos de la zona y con los sindicatos de lancheros, explicó que en primera instancia se desea lograr que estos últimos “congelen” las tarifas por el transporte de pasajeros de un lado al otro del estrecho, cosa que hasta ayer no parecían dispuestos a conceder.
Por el otro lado, considerando que el conflicto que enfrenta a ambas partes parece no tener una solución amistosa, pues la construcción de un puente acabaría con el negocio de los lancheros, un negocio que por cierto es precario como peligroso, los negociadores del Gobierno Departamental han planteado la realización de un referéndum provincial, que de realizarse serviría para zanjar de una vez por todas este recurrente conflicto. El problema de la iniciativa es el costo que implica.
Es, pues, necesario encontrar una solución definitiva a este problema, ya que la construcción de un puente que comunique con la bahía de Copacabana es tan factible como necesaria, y ya va siendo tiempo de que la seguridad de quienes continuamente se trasladan hacia ese emblemático lugar deje de depender de un grupo al que no debiera ser difícil brindarle una alternativa para su sostenimiento.