El futuro de San Pedro
Es evidente que La Paz necesita de más áreas verdes, y no sólo por razones estéticas
Ahora que se ha anunciado el cierre definitivo de la cárcel de San Pedro y el paulatino traslado de sus habitantes a un nuevo recinto penitenciario, que aún no existe y que debe ser construido en Palca, al sureste de la ciudad, se ha desatado un debate respecto del futuro uso del penal. La Alcaldía lo reclama para área verde, pero el Gobierno tiene otros planes.
En efecto, luego de que las autoridades de gobierno decidieran, finalmente, que la penitenciaría de San Pedro deje de recibir nuevos internos y que sus actuales habitantes sean trasladados, en principio, a otros recintos carcelarios mientras se construye una nueva infraestructura carcelaria, el Gobierno Municipal de La Paz recordó que está vigente la Ley 1511, de octubre de 1993, que dispone la construcción de un área recreativa y cultural bajo administración edil en ese terreno.
Por su parte, el Gobierno informó que la intención es permitir que el histórico edificio sea comprado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, que lo habilitaría como centro de convenciones y de oficinas públicas, y que el Ministerio de Gobierno usaría ese dinero para la construcción de la futura cárcel en Palca, sobre terrenos cedidos por los comunarios de la zona.
Según la explicación del Ministro de Gobierno, la única posibilidad de financiamiento para la construcción del nuevo penal es que el histórico inmueble de San Pedro sea monetizado, por lo que se ha enviado a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que abrogaría la ya nombrada norma de 1993 que, según la autoridad, no es realista ni se cumplió, a diez años de su aprobación, porque, por ejemplo, no se edificó un nuevo penal en la zona de Següencoma, como se establecía, debido, en este caso, a que la Policía Nacional no cumplió con su parte que consistía en destinar terrenos para el efecto.
Fuera de las esferas gubernamentales, el debate apenas comienza, pero ya se han escuchado voces a favor de convertir el hasta ahora ominoso edificio en un área verde, dedicada a la cultura y las artes, todo lo contrario de lo que sería un nuevo conjunto de oficinas que, si bien es necesario considerando el evidente crecimiento del aparato estatal, podría emplazarse en cualquier otro lugar de la ciudad, comenzando por el inconcluso edificio de la avenida Mariscal Santa Cruz, donde se anuncia desde hace años que estará la nueva sede del Ministerio de Economía.
Es evidente que La Paz necesita de más áreas verdes, y no sólo por razones estéticas, de ahí que el interés del gobierno municipal no debe ser descartado sin más, sino que, por el contrario, hace falta considerar propuestas y, sobre todo, proyectos, que aún no se conocen, para transformar este inmueble en un símbolo de esperanza y optimismo, muy por encima de la pugna política que subyace a todos los intercambios entre el Gobierno nacional y el municipal.