Tv Culturas
Por fin, la televisión muestra sin pausas la patria de los artistas y trabajadores de nuestra cultura
Como mencioné en alguna oportunidad, vivimos en varias ciudades al mismo tiempo. En tiempos de revoluciones digitales, la ciudad real y tangible convive con la ciudad virtual. Esta última es visible a través de las pantallas de la televisión, de una computadora, del Ipad, de una tablet, o un Iphone. También se la recrea en los videojuegos o en cualquier otro chiche inventado para que uno prenda una pantalla.
Vivimos los tiempos de la “pantallocracia” universal o del “gobierno fascista de la imagen” como lo califican reputados pensadores. Me queda claro que la tecnología per se no tiene ideología; ni tampoco nos embrutece o adormece por sí misma. Los niveles perniciosos, dañinos y nefastos de esos artefactos tecnológicos están en su uso indiscriminado e irresponsable.
De todos ellos, la televisión es quizás la que más daños causa en la sociedad. Siempre despacho algunos “piropos” contra la mayoría de los canales nacionales, porque no soporto que emitan tres horas diarias de “noticias” (el 95% de nuestra política criolla) con sus respectivas tandas (o tundas) comerciales. Esta paliza continúa en las noches con dos horas más de programas de “análisis” de las mismas tonterías. Con todo ello, rumiando en la cabeza, nos vamos a la cama seguros de que somos un país de mierda. Lo reitero sin ambigüedades: en este país la televisión es la mayor responsable de forjar la bajísima autoestima nacional.
Las empresas televisivas no perciben su enorme capacidad de influencia. Su pantalla es un pizarrón eficiente que supera en efectividad al de las aulas. Sin embargo, se antepone el negocio, el rating, la chabacanería, y todo lo que sea para terminar de retorcer nuestras mentes.
En ese desierto pleno de tonterías de la televisión por cable me encontré con Tv Culturas, en el canal 110 de Cotel, y fue como encontrar un oasis de imágenes y mensajes de esa otra Bolivia, la que fue olvidada por la televisión comercial. Por fin, la pantalla chica muestra sin pausas la patria de los artistas y de los trabajadores de nuestra cultura. A partir de ese día, revivo en Tv Culturas nuestro patrimonio tangible e intangible, la vida y obra de los artistas, nuestras danzas, nuestra geografía, el cine o la literatura; en suma, gozo con todo lo que entrega generosamente la naturaleza y el espíritu boliviano. Una maravilla que se emite por esa pantalla tan deshonrada por las malas prácticas.
Si Tv Culturas garantiza su sostenibilidad, será, para este país, uno de los más grandes aportes al desarrollo cultural y a la difusión de valores. Ojalá logre estar en la televisión abierta y en un lugar preferencial de la grilla para que, “zapeando”, llegues a ese oasis sediento de arte y de cultura.