Punto de no retorno
El calentamiento puede producir cambios insostenibles y cualitativos en el ambiente
El viernes, el Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) presentó su último informe sobre el calentamiento global. Como es de suponer, sus conclusiones no son muy alentadoras, por cuanto advierten que nos estamos acercando al punto de no retorno a partir del cual será imposible prevenir los peores efectos del cambio climático.
Cabe recordar que el incremento de temperatura por efecto de la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera se presenta de manera progresiva. Por tanto, los efectos se perciben de manera gradual, y las sociedades se están adaptando paulatinamente. Sin embargo, más temprano que tarde, según advierten los expertos, el calentamiento va a producir cambios insostenibles y cualitativos en el ambiente. Para entonces, será demasiado tarde para buscar soluciones.
De regreso al informe de la ONU, otras de sus conclusiones advierte que la superficie de la tierra ha estado mucho más caliente que cualquier década anterior a 1850. Entre 1880 y 2012, el aumento estimado de la temperatura fue de 0,85 grados Celsius. Los científicos creen “probable” que suba hasta finales de siglo al menos a 1,5 grados con respecto a la era preindustrial, aunque los escenarios más pesimistas elevan el aumento a 4,8 grados. En este segundo escenario, el sistema climático sobrepasaría los límites admisibles, provocando cambios desastrosos: degradación del 75% de la selva amazónica, la destrucción de ciudades costeras, propagación de plagas, sequías, inundaciones, incendios forestales, la extinción de glaciares y de millares de especies vegetales y animales. La disponibilidad de alimentos es otra de las vulnerabilidades resaltadas en la investigación del IPCC. Las dificultades tendrán que ver no sólo con el acceso a los alimentos, por la pérdida de tierras aptas para cultivo.
Si bien el panorama no se perfila muy prometedor, uno de los cuadros del estudio asegura que “todavía podemos prevenir los peores efectos del cambio climático y dejar a nuestros hijos y sus hijos un planeta decente. No obstante, necesitamos Gobiernos que actúen como bomberos y no como pirómanos”. Pero para ello los autores recomiendan comenzar cuanto antes una senda hacia el empleo de la energía renovable, proteger los bosques, los océanos y los recursos hídricos de los que depende la economía.
Como se puede observar, nos guste o no, la sobreexplotación de los recursos naturales y minerales ha provocado una crisis ecológica sin precedentes, que amenaza con destruir la forma de vida tal y como la conocemos. Ojalá, por el bien de las futuras generaciones, no sólo los gobiernos sino también la población civil manifiesten, de una vez, una clara voluntad para asumir medidas efectivas contra el cambio climático.