Voces

Tuesday 10 Sep 2024 | Actualizado a 17:52 PM

Interculturalidades en la práctica

La interculturalidad cultural es aquella forma de interrelación de una cultura con otras culturas

/ 21 de diciembre de 2013 / 04:01

La Fundación Friedrich Ebert (FES) auspicia el intercambio de experiencias sobre las prácticas de descolonización e interculturalidad en el ámbito del arte y la cultura en Bolivia. El ser partícipe del círculo de diálogo, experiencias vivas de descolonización e interculturalidad; y el seguimiento de las notas periodísticas y entrevistas sobre experiencias de descolonización e interculturalidad difundidas por la red Erbol, me llevan a la siguiente reflexión.

El escenario político nacional denominado “proceso de cambio”  apuesta a formas de multiculturalidad, pluriculturalidad e incluso a la interculturalidad; cuando continúan vigentes formas y prácticas profundas del colonialismo en la sociedad boliviana.

Me llama la atención que las formas de interculturalidad cultural producidas por algunos artistas y gestores culturales (sean habitantes nacidos en centros urbanos o inmigrantes temporales o definitivos) se originen en la ciudad y, particularmente, en La Paz. Aunque cada cultura ha colocado algún sello particular de su práctica de interculturalidad, estas diversas formas de interrelacionamiento les ha permitido apostar por la interculturalidad a aquellas personas sin ser educadas en este ámbito.

Destaco las prácticas del músico Cergio Prudencio, del cineasta Juan Carlos Valdivia y de la empresaria de productos de alimentos Irupana Martha Cordero, entre otros, porque rompen con el esquema tradicional y hegemónico de no hacerlo frecuentemente desde el mundo mestizo criollo boliviano andino. Después de hacer varias películas relacionadas con la interculturalidad, Valdivia termina muy sensibilizado con el tema e incluso adscrito al mundo guaraní y sintiéndose un “guaranisito”. El caso de Cergio Prudencio es digno de mención, pues no solo cuestiona su formación académica occidental en música, sino que reconoce otras formas de conocimiento musical. Sostiene que no basta con reconocer al otro, sino alentar, reivindicar e incluso adscribirse a esa otra cultura dominada y colonizada.

También escuchamos voces del Tambo colectivo que sostienen que la interculturalidad es una apuesta por el mestizaje. Lo interesante de esta propuesta es buscar nuevas interpretaciones y conceptos propios como el ch’ixi o gris, que más que ser otra imposición del mestizaje colonial es el orgullo de ser lo que uno es, es decir, mestizo. Aquí está implícitamente la reivindicación de una parte de la colonización, es decir, reconocer lo que ha generado, y desde esa experiencia traumática propiciar diálogos francos, pero no impositivos y hegemónicos, sino más bien tendientes a la relación horizontal.

En conclusión, la interculturalidad cultural en la práctica es aquella forma de interrelación de una cultura con otras culturas. Está claro que esta forma de interacción no está exenta de tensiones y conflictos, pero a la vez ha generado formas de aceptación o las maneras de reconocimiento entre diferentes culturas de nuestro país.
Sapuruwa jiskt’asiñasa kunjamas sarnaqasktana, jakasktana jaqi masisampi. Kunjamakiskisa lu’piwisaxa, irnaqasiwisixa ¿Janicha ukhamaxa?

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San Antonio y el antifútbol profesional

/ 1 de septiembre de 2024 / 01:25

Hace poco tiempo presenciamos el ascenso de un equipo de fútbol, llamado San Antonio de Bulo Bulo, de la región del Chapare de Cochabamba, a la liga boliviana. En el torneo apertura de la liga profesional de 2024, se adjudicó el primer puesto, que es el pase para competir en la Copa Libertadores de América del año 2025.

Distintos medios de comunicación poseen sus opinadores, por no decir, a sus teóricos que hacen análisis de manera muy comercial al fútbol. Generalmente, no son críticos y menos punzantes, porque es el sustento de su vida. Pero el aficionado al fútbol, sobre todo de los sectores populares y las comunidades rurales, no tienen auspiciadores y tienen una opinión directa sobre el equipo de Bulo Bulo. Por ejemplo, se debate en las redes sociales ¿de quiénes son? y, sobre todo, ¿cómo juegan al “fútbol profesional”?

La gran pregunta es ¿cómo lograron ese paso de ganar el torneo apertura? y ¿cómo está San Antonio en el torneo clausura después de ser el equipo “sensación”? Sobre la primera pregunta, muchos aficionados y fanáticos populares, explican que fue por una chiripada o casualidades favorables y fortuitas que ayudaron en el resultado. Pero también la actuación con las reglas del fútbol de barrio no profesional. Es decir, sin respetar las normas claras, propinando golpes bajos, insultos y hasta amenazas a sus contrincantes. Toda esta estrategia nos llevó a hacernos creer que es el “equipo sensación” y con muy buenos jugadores.

Otro aficionado, pero con gran energía de investigación, vio todos los partidos de San Antonio y explica en las redes sociales que fue constante en las presentaciones, el “juego sucio”, expresado en golpes abiertos y disimulados, pero contundentes. Amenazas incluso al árbitro. Pero también las simulaciones absurdas, enumera hasta más de 40 caídas muy bien teatralizadas de los jugadores de San Antonio en un partido. Otra gran pregunta es ¿qué palabras se utilizan para el insulto, a sus colegas jugadores, a los árbitros y al aficionado? Por televisión vemos imágenes de gestos hasta obscenos y deducimos que son palabrotas soeces. ¿La FBF permitirá oír públicamente lo que se dicen realmente los jugadores y el árbitro en la cancha?

El fanático analista de las redes sociales anota algunos nombres de “futbolistas cachascanistas”, especializados en dar tundas contundentes al adversario. El ícono es Edwin Rivera, que tiene el tabique quebrado y se dice que es el “lijadorcito” (de lijar, pulir) oficial del equipo, además del “hacheador” (de hacha). Es decir, el matador, con gran espíritu delincuencial, de aniquilador dentro y fuera de la cancha. ¡Vaya jugador profesional! Creo que es uno de los jugadores con más expulsiones. Oí decir a otros aficionados que es un verdadero q’alluta (persona del hampa y con muchas cicatrices en el cuerpo). A esta fila, se sumó otro similar a Rivera, Ivan Huayhuata.

Nuestro analista extraordinario no se queda con los “profesionales de la cancha”, sino también con los que organizan el equipo. Por ejemplo, el director técnico de San Antonio Bulo Bulo, Thiago Leitao. Un personaje brasileño, a quien le gusta insultar y diseñar el antifútbol, a base de pura piña y amenazas. Además, es el inculcador del espíritu triunfalista, dejando de lado la modestia y el respeto. Con algún lenguaje poco claro dice ser un buen táctico-entrenador.

Hay que recordar que San Antonio, a duras penas se conformó, incluso contratando a jugadores que se auto promocionaban vía redes sociales. Fue el caso del argentino-italiano Felipe Pasadore. A propósito, a este “goleadorcito” y al arquero Junior Vera, se le subieron los humos hasta la luna. El primero, quiso cobrar más porque ya era jugador de la liga profesional y, el segundo, ya se sentía el arquero de la selección boliviana. Pasadore pensaba que otro equipo lo contraría de inmediato y hasta ahora no pasó nada y, el segundo, por sus errores garrafales cometidos hoy es el arquero suplente. Vaya los consejos de Leitao a estos “jugadores profesionales”. ¿Cómo será la presentación de San Antonio en la Copa Libertadores 2025? Intuyo que no será interesante. Mejor dicho, será un desastre y vergonzoso. Ojalá me equivoque en mi intuición. Uka San Antonio muruq’u takirinakaxa, wali suma anatirikaspas ukhamaruxay tukupxchixa. Ch’akhuñampi, takiñampi, q’allut jaqinakjamaw uka mat’aqirinakaxa ¿janicha?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Evaluando la Feria del Libro de La Paz

/ 18 de agosto de 2024 / 00:53

La 28ª de la Feria Internacional del Libro de La Paz, efectuada entre el 31 de julio y el 11 de agosto/24, merece varias evaluaciones y desde varios aspectos. Nos interesa enfatizar, la infraestructura. Reitero, el campo ferial no es el adecuado para exposición y venta de libros. Espacio pequeño, que obliga a subir y bajar, además de su ubicación no céntrica de la ciudad. Me atrevo a decir que la construcción no garantiza la gran presencia de personas. Felizmente, hasta ahora, no hubo accidentes, pero podría haber a futuro. La gran pregunta para las autoridades nacionales y departamentales ¿No es posible tener otro espacio, en pleno centro de la ciudad, un lugar plano y de gran extensión, que brinde una comodidad mínima para los expositores y los visitantes? Además, que no se cobre un solo centavo por la visita.

En tanto frío se construyó una carpa con ventanas abiertas. ¿A quién se le ocurrió apostar por la intemperie y con el clima de la ciudad? Otro aspecto es la habilitación de los salones. La gran mayoría fueron pequeños cubículos, para albergar a 20 personas, sin las condiciones mínimas para oír las presentaciones de libros y algunos conversatorios, inaudibles. Por ejemplo, por la presencia de estudiantes bulliciosos. Por el tema y los autores ameritaba más de 60 minutos por presentación. Fue llamativo las señas de los administradores de estos cubículos, pidiendo que se acabe, porque tenían que ingresar otros/as. La solución era muy simple, tener más espacios y entre eventos haya un espacio de 30 minutos. El nombre de los salones nos llamó la atención. ¿Bajo qué criterios se realizó la elección de los nombres? El periodista Ricardo Bajo, desde su columna, sugiere que haya una consulta a la ciudadanía sobre este tema. Llamo la atención que ninguno de los nombres sean indígenas, cuando hay muchas.

Por ejemplo, Eduardo Nina Quispe de la década de 1920 y 30 del siglo XX. Pero también contemporáneos, como Roberto Choque, German Choque, Juan de Dios Yapita, Juana Vásquez, Eustaquia Terceros, Félix Layme, entre otros. ¿Premeditación o ignorancia de los organizadores?

Por el excesivo costo de cobrar por metro cuadrado, por parte de la Cámara del Libro, algunos autores se agruparon en espacios pequeños para compartir los gastos con sus colegas, quedando sin lugar ni para sentarse. ¿La Cámara seguirá apostando por lucrar dinero y por metro cuadrado? Aunque hubo algunos estantes muy cómodos, de fundaciones como “Pazos Kanki”, propiedad del millonario Samuel Doria Medina, que expusieron sus publicaciones a precios para adinerados. La política de la Cámara continúa en la línea de contar con algunos autores independientes, pero “raleados”, que los ubicaron en el contorno de la feria.

Mantengo la posición que no debería cobrarse a los asistentes, pero aún se insiste en ese peculio. Este año hubo algunas flexibilizaciones como de no cobrar a mayores de 65 años, como también descuentos a estudiantes de la UMSA y docentes. ¿Y a las otras universidades e interesados?

No sé si la Cámara capacitó a su personal, incluido los guardias, para afrontar situaciones como de posible temblor y ¿cómo evacuar a los asistentes? ¿Contra robos y sobre actos de racismo y discriminación? Deduzco que no.

Termino esta evaluación, denunciando otro episodio de racismo y discriminación sufrido por el Taller de Historia Oral Andina- THOA. Institución indígena con 40 años de experiencia en investigación y publicación sobre los pueblos ancestrales. Por segundo año, soportamos otro acto de fanatismo, esta vez por parte de una señora, acompañada de sus nietos, arremetieron para perpetrar tan vilmente. Se hizo una carta a la Cámara para identificar mediante cámaras de seguridad, a la auto-declarada racista y sea sancionada según nuestra Ley 045 contra toda forma de racismo y discriminación. Hasta el momento no recibimos ninguna respuesta por parte de la Cámara. Jichha maraxa, wasitampiwa qhatu pankanaka utjawayi. Ma tuqitxa wali kusawa, maysa tuqitxa janikirakiwa. Uka p’iqinchirinakxa qullqi chuymaniwa, ukakxay munaskchixa. Jiwasanakaxan utt’ayasiñasawa jaqha suma qhatu pankanakatakixa ¿janicha?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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La biblioteca de Mario Montaño Aragón

/ 4 de agosto de 2024 / 00:12

Hace pocos días se difundió la noticia de que la biblioteca del antropólogo Mario Montaño Aragón fue donado por su viuda e hijos a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), específicamente al Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef).

Los que nos dedicamos a la investigación social e histórica, acumulamos en el transcurso del trabajo muchos libros, copias de documentos, fotografías, entrevistas, filmaciones, diarios de campo, etc. La pasión por esclarecer los hechos, nos deja sin pensar qué destino tendrá todo ese patrimonio cuando dejemos este mundo. En el futuro, ¿quiénes podrán acceder a ese espacio de laboratorio social guardado?

En estos últimos años, varios investigadores/ as que utilizaban este tipo de fuentes han desaparecido físicamente. Varias de estas personalidades, no siempre fueron asistidas por sus parientes directos, resguardando mínimamente ese valioso capital cultural. Denunciamos y solicitamos públicamente la intervención de las autoridades nacionales y del departamento de La Paz, en el caso dramático de la primera lingüista aymara, Juana Vásquez. Pero sin éxito hasta ahora. ¿Qué utilidad tiene el patrimonio de un investigador/a? Son preguntas para muchas respuestas. Sobre todo, el gran reto es cómo preservar la memoria hecha investigación, en una sociedad que se denomina pluricultural.

Felizmente, no es el caso del antropólogo Mario Montaño, que por voluntad de su familia entregó su biblioteca para que otros, sobre todo jóvenes investigadores, puedan seguir esa senda apasionante, pero sin grandes retribuciones económicas en el país. El desprendimiento familiar, creo que coincide en cómo era Mario Montaño en sus clases.

Tuve la fortuna de ser uno de sus estudiantes en la carrera de Sociología de la UMSA. Recuerdo varios pasajes de las clases del profesor Montaño. Leímos parte de su libro Antropología cultural boliviana, que es una mirada global a la riqueza civilizatoria de los pueblos ancestrales del país. Don Mario tenía la gran virtud de contar sus experiencias de trabajo de campo en las clases de antropología social. Por ejemplo, sus hallazgos en sociolingüística y a partir de ahí lanzaba muchas preguntas y casi siempre faltaban respuestas. Cerraba la sesión con la apuesta de seguir investigando. Montaño era una persona apasionada. Pero destaco la forma cómo nos interpelaba del por qué debíamos conocer la Bolivia india ancestral y profunda. Pero también recuerdo la manera de abordar los temas y dejar siempre grandes interrogantes.

Montaño Aragón tuvo mucha relación con estudiosos como Carlos Ponce Sanjinés, Max Portugal, Hernando Sanabria, Carlos Urquizo, entre otros. Uno podría deducir que formaba parte de esa generación nacionalista y vinculado con algún partido político hegemónico. Pero no, a pesar de esas amistades, plasmadas en los prólogos de sus libros publicados, don Mario era una especie de rebelde investigador que no se dejó atrapar por posiciones inamovibles.

Para finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo XX, había temas que no se abordaban fácilmente o quedaban aún ocultos en las ciencias sociales académicas. Por ejemplo, sobre los pueblos ancestrales de la Amazonía, el Oriente y el Chaco, como también sobre los afrobolivianos. Los tres volúmenes publicados fueron y son una manera de acercarnos mediante la Guía etnográfica lingüística de Bolivia, como la denominó.

Hoy vivimos tiempos de la diversidad y la pluriculturalidad en términos formales. Nuestra Constitución cita la existencia de 36 pueblos ancestrales. Pero estoy seguro que releyendo a Montaño tendríamos dudas de la existencia de ese número 36. Posiblemente sean más los pueblos que existen. ¿Qué pasó, inmigración, genocidio, aculturación, etc.? Alguna repuesta está en las publicaciones del antropólogo Montaño.

Después que dejó la catedra, nos veíamos en algunos eventos culturales, como la presentación de libros, etc. Una manera de que siga viviendo el ajayu de Mario Montaño, de lo que hizo y pensó, seria reeditar sus investigaciones. ¿Qué institución se brindaría para ello? Lo deseable sería que lo hagan las universidades estatales, pero creo que no les interesa estas preocupaciones. Incluso que su biblioteca, que ya es pública en el Musef, fomente la posibilidad de realizar tesis sobre su pensamiento, muy conectadas con la sociolingüista, la etnografía y la arqueología. Gracias don Mario por tu aporte. Jallalla tata Mario!!! Ma suma yatxatirina, yatichirina pankanakawa Musef tuqiru apxatata. Wali kusawa uka lurawixa. Jallalla!!!

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Chuqiyapu Marka y La Paz, siempre en discordia

/ 21 de julio de 2024 / 00:10

¿Qué sucede cuando una ciudad ancestral como Chuqiyapu Marka y sus pobladores son sobrepuestos por otra ciudad colonizadora española como La Paz? ¿Qué sucede cuando el reconocimiento a la ciudad ancestral es insuficiente? Son algunas preguntas para entender de una mejor manera lo que sucedió en pasados días y ocurre hace muchos años.

El recordado historiador aymara Roberto Choque Canqui en su libro Situación social y económica de los revolucionarios del 16 de julio de 1809 en La Paz, describe de manera profunda la estratificación de la sociedad colonial en los albores de 1809. Lo más interesante es saber que esos “revolucionarios” de 1809, simbolizados en Pedro Domingo Murillo, tenían un pasado de haber combatido el levantamiento de Tupaj Katari y Bartolina Sisa en 1781, como también poseer ingente cantidad de bienes materiales y hasta esclavos negros. Murillo, durante la rebelión de 1781 y 1782 en el distrito de La Paz, tuvo una significativa participación de lucha en la defensa de la causa real española. Entonces, ¿por qué se sigue recordando a Murillo como un héroe, cuando fue un villano y traidor a la causa libertaria?

A 215 años de la herencia colonial del “grito libertario” del 16 de julio de 1809 en La Paz, ¿qué se ha modificado realmente en términos societales? La relación conflictiva, representada en Katari-Sisa y Murillo es un tema vigente en la actualidad. Es una especie de propuestas de sociedades desde las ciudades de Chuquiyapu Marka y La Paz. Esta retrospección está muy presente en lo ocurrido en días pasados, como la realización de varios eventos recordatorios paralelos: la verbena del alcalde Iván Arias en la ciudad de La Paz; la velada musical en el teleférico de El Alto del gobernador del departamento de La Paz, Santos Quispe, y el desfile de teas protagonizado principalmente por el Gobierno central. Incluso, los actos protocolares estuvieron llenos de tensión y son muestras de esta tirantez social, política e histórica que no se ha resuelto.

Las actividades citadas fueron pensadas para fortalecer la sociedad del espectáculo, la banalidad, pero no para subsanar el gran conflicto histórico. La verbena sigue siendo un evento que invita a emborracharse sin medida. Se esperaba alguna acción descolonizadora del gobernador Quispe, como heredero del recordado Felipe Quispe, El Mallku, pero no pasó nada. Seguir visitando la Casa de Murillo y repetir que es estar en la casa del que inició el grito libertario es continuar ignorando todo lo que sucedió con el levantamiento de Katari-Sisa. Además, es reciclar el colonialismo interno histórico en desmedro de otra ciudad como Chuqiyapu Marka y sus habitantes urus, aymaras, quechuas, pukinas, etc.

Un detalle más, ver desfilar a jóvenes de varios colegios públicos y privados, sobre todo a sus bandas de música (llamativamente denominadas de guerra), con la burda imitación del traje militar europeo. Estos hechos nos llevan a la pregunta: ¿qué pasa con los/as jóvenes que emulan tan inocentemente lo militar? Hace algunos años, algún centro educativo se presentaba con bandas de música afincadas en instrumentos nativos andinos (sikus, tarqas, etc.), incluso luciendo la indumentaria ancestral. Lamentablemente, hoy han desaparecido. ¿Estamos en tiempos de la recolonización?

Recojo de las redes sociales la opinión de muchos/as jóvenes, que dicen: “en vez de seguir propiciando borracheras y deleites pasajeros como en el Parque Urbano Central, se contraten a más guardabosques, por ejemplo, para velar que no se arroje tanta basura al Bosquecillo de Pura Pura y similares”. La ciudad ancestral de Chuquyapu Marka estaría agradecida de no propiciar más discursos y espectáculos insignificantes. Otros jóvenes piensan que “es tiempo de construir una sociedad que no solo apueste por los derechos humanos, sino también por los derechos de otras vidas, como los animales y la naturaleza”. Chuqiyapu Markasaxa jakaskiwa, jiwasanakatanwa irnaqirinakapaxa. Uka thakhisxa ch’amañchaskakiñani ¿ janicha? ¡¡¡Jallalla Chuqiyapu Marka!!!

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Sobre el golpe fallido

/ 7 de julio de 2024 / 00:10

Después del golpe de Estado fallido del 26 de junio, se ha inaugurado una especie de deliberación sobre el episodio. Distintas esferas sociales tienen su propia forma de ver el propósito. Las redes sociales permiten aproximarnos a esta dinámica societal. Pero sabiendo que no todo está en las redes, podemos acceder a algunas prácticas y pensamientos de nuestro pueblo y hacer deducciones lógicas, como de las personas que están conectadas con el mundo de la comunicación, aunque éste sea solo memes y chismes.

Después de la bronca, nos preguntamos ¿por qué dejamos de investigar y estudiar a las Fuerzas Armadas y la Policía? Por ejemplo, su rol en el Estado Plurinacional, en las políticas de cambios sociales profundos que se han ido implementando, en fin. Según la Constitución Política, no pueden deliberar, pero actúan y uno puede ver desde esas prácticas lo que hacen y lo que buscan. Es decir, nos interesa saber ¿qué piensan sobre los cambios sociopolíticos de los últimos años en el país?

Creo que nos quedamos en la idea de que las FFAA y la Policía coadyuvan a las transformaciones del país. Pero sus acciones en los últimos cinco años nos permiten teorizar que no les importa coadyuvar ningún cambio. Una primera reacción sañuda a la transformación política, la tuvimos en el golpe de Estado atípico de noviembre de 2019. Fue terrible ver cómo se vendían a las posiciones antidemocráticas, racistas, fascistas, de políticos y dirigentes cívicos del país. Sabemos que recibieron mucho dinero por perpetrar el motín. ¿Cuánto cobraron por la ruptura democrática?

El retorno a la libertad en 2020 nos dejó ofuscados y dejamos pasar nomás lo sucedido, como si no hubiese pasado casi nada. Hasta ahora no se tramitó la extradición de las cabezas militares y policiales de ese golpe. Por ejemplo, el exgeneral Kaliman y el exministro de Defensa López huyeron a otro país, sin pagar por sus delitos consumados. Además, tampoco se hizo una gran purificación al interior de las FFAA, ni de la Policía, identificando a quienes fueron los principales ideólogos y ejecutores contra el pueblo.

Hoy vemos con mucha tristeza lo que sucede en las fronteras del país con el contrabando. Siempre triunfan los malhechores y la pregunta es: ¿Si las FFAA han estudiado para hacer la guerra, porque son derrotadas por los delincuentes? ¿Son inútiles para la conflagración? ¿Solo sirven para hacer golpes de Estado o sus intentos? En los espacios policiales, no es tan diferente. Por ejemplo, el patio de la FELCC en la ciudad de La Paz está lleno de abogados, ofreciéndose a “ayudar” a los litigantes que cayeron en alguna desgracia. Algunos policías, indecorosamente, solicitan gratificaciones a los afectados. Uno ya no sabe si los policías y los abogados se han aliado para estos “trabajos” de exigencia.

Nuestra dejadez y lentitud han hecho que varios grupos de las Fuerzas Armadas y la Policía usufructúen el poder, que no deberían tenerlo. Hemos empoderado a las FFAA y la Policía, que se han convertido en instituciones con poder político de facto. Obviamente, lo que digo no es ninguna justificación para cualquier forma de golpe de Estado, como el frustrado del miércoles 26 de junio. Hasta ahora la Fiscalía está actuando de manera diligente y ojalá llegue a esclarecer lo que realmente sucedió, y castigue a los culpables. No se puede confiar más en las Fuerzas Armadas ni en la Policía. Además, nos obliga a pensar seriamente en su futuro. Rescato algunas ideas interesantes de las redes sociales, sobre todo de los/as jóvenes que ven innecesario tener a las FFAA e incluso a la Policía. Es decir, plantean su desaparición. En los últimos años siempre se ha hablado de ejecutar reformas en las instituciones nombradas, pero ninguna ha dado sus frutos. Ambas instituciones solo han brillado practicando la violencia extrema y el quiebre democrático.

Pasir urunakanxa, wasitampiwa, uka pallapall jaqinakaxa t’unantañ munistu. Nayra maranakkhamawa sarnaqañ munapxi. Jank’akixay arm aytapxchixa jaqi jiwañatakixa. Arsusiñasawa, ¿ janicha?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.  

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