Parques más grandes
Los grandes parques mejoran la calidad de vida de las personas y controlan el crecimiento de las urbes.
En la actualidad, algunas ciudades planifican la construcción de un segundo parque urbano, varios debido a que éstos han dejado de ser considerados un lujo, especialmente por la elevación de la calidad de vida de la ciudadanía, la salud pública y por el goce que significan para la población.
Países como Japón apuestan a los grandes parques como el de Nanasawa Forest Park, el cual no solo ayuda a mejorar las condiciones del hábitat urbano, sino que también controla el crecimiento de la ciudad. Lo particular es su cuidado, que básicamente responde a la idiosincrasia de una sociedad que ama y respeta a la naturaleza. Otro ejemplo es EEUU, que cuenta con un número importante de grandes parques, los cuales (al margen del valor natural) han sido entendidos también a partir del rédito económico. Esto por la oportunidad de generar negocios en sus inmediaciones o la programación de ciertos eventos que se realizan al interior y son patrocinados por el sector privado. Sin embargo, esos grandes espacios no solo forman parte del ordenamiento de sus ciudades, sino que además son factores estéticos configurados que le dan belleza, además de ventajas ambientales, económicas y sociales.
La ciudad de La Paz cuenta con un parque urbano cuyo lugar más exitoso es sin duda la gran Plaza Seca, donde se desarrollan actividades del comercio minorista, que en gran número se instala en ese sitio algunos meses del año. Nos referimos a las ferias de Navidad y Alasita.
Es más que evidente que es una obra en la que se ha invertido mucho dinero, por ejemplo, en los grandes movimientos de tierra que se han tenido que hacer en el cerro Laikacota para la construcción de sendas con pisos de madera entablonada, las cuales hoy desgraciadamente no son aprovechadas y menos disfrutadas —ni siquiera— por los amantes de la caminata. Una muestra que refleja que aún no se ha logrado retribuir el importante esfuerzo económico. Esto, esencialmente debido a que la población no se ha apropiado de los lugares de oferta recreativa. Empero, la vía balcón sin duda fue la mejor concebida por los proyectistas.
A pesar de ello, es necesario comenzar a pensar en varios grandes parques en la zona Sur de La Paz, por ejemplo en el límite del valle de Río Abajo o más allá de Ovejuyo. Con una diferencia: que esas intervenciones paisajísticas interactúen con proyectos recreacionales y de carácter agrícola. Una idea que no solo ayudaría al ordenamiento y control del crecimiento urbano en esos sectores, sino también a los problemas de invasiones y avasallamientos. Además de lo señalado, un gran parque (que ante todo se caracteriza por una cantidad importante de árboles) cumple otras funciones como contrarrestar el cambio climático, aminorar la contaminación acústica, revalorizar el atractivo turístico de una urbe y concienciar sobre el cuidado del medio ambiente.
Si algo tiene La Paz son lugares que despiertan cierta atracción al observador por las sensaciones placenteras que causan y que estimulan su sentimiento de pertenencia a la ciudad y su entorno. Y es bajo esa perspectiva que los grandes parques con diseño paisajista son para una urbe un espectáculo visual por sus colores y formas de la naturaleza por tanto, un oasis para el esparcimiento de la población toda.