Refundar Comibol
Es tiempo de que Comibol asuma su rol como la gran empresa estatal que alguna vez fue
Desde la nacionalización de las minas a los barones del estaño hasta nuestros días, marcados por el proceso de cambio, Comibol se ha erigido históricamente como la empresa ícono de la lucha de los movimientos populares y del proletariado minero, teniendo como razón de ser la custodia y explotación de los recursos minerales a favor del pueblo boliviano.
A lo largo de los años, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) ha mutado hacia formas institucionales que debilitaron su presencia y esencia como “la empresa Estado”; y actualmente, por razones de conveniencia económica y/o política, algunos grupos con intereses oscuros se esmeraron hasta convertirla en una empresa sin relevancia, sin perspectiva, sin capacidad productiva y sin contenido.
Hoy, a la luz de la nueva Ley de Minería que fue promulgada con el espíritu de ejecutar políticas orientadas a repatriar las riquezas que actualmente son explotadas por grandes empresas cuyo fin es únicamente extraer todo el excedente posible, o grupos estructurados en forma de asociaciones cooperativas que en un tiempo sí fueron los marginados del sector, pero que ahora se constituyen en actores voraces que al margen del interés colectivo extraen mineral depredando todo paraje que se encuentre en su camino; existe la oportunidad de refundar la legítima empresa minera estatal, capaz de garantizar en mayor medida oportunidades de generación de riqueza para todos los bolivianos y bolivianas.
Ahora más que nunca resulta imponderable que el Estado, representado por el Gobierno nacional, asuma un rol proactivo y decisivo en la reconstrucción y refundación de Comibol, como aquella entidad productiva capaz de asumir el liderazgo en el sector minero y levantarla del letargo al que la obligaron permanecer las políticas neoliberales.
Es tiempo de que Comibol asuma su rol como la gran empresa estatal que fue en su momento, para que explore, explote, produzca, transforme, exporte y genere excedente en beneficio del país. Su refundación puede constituirse en el hito fundamental que dé inicio al proceso de destransnacionalización y desfeudalización de la actividad minera nacional.
Para este cometido se requiere de una acción estratégica que contemple al menos la restitución plena y definitiva de las competencias productivas de Comibol; así como una reestructuración administrativa, técnica, financiera, legal y organizacional que le permita cumplir su misión; y la elaboración de un plan en el que se incorporen políticas institucionales para cada una de las áreas de operación de la actividad minera. Bolivia ha sido, es y será un país minero por excelencia; por tanto, es momento de asumir soberanía en este rubro, posicionando a Comibol como la empresa destinada a proteger los intereses nacionales en el sector minero.