Muebles reciclados
Cualquier iniciativa que contribuya a reducir y reciclar el plástico debe ser bienvenida
Además de desafíos y sombrías consecuencias, el cambio climático está generando una mayor consciencia ambiental entre las personas. Impulso que a su vez se ve reflejado (a veces) en políticas que tratan de emular las virtudes de la naturaleza para reducir la contaminación. Afortunadamente cada vez son más las instituciones que están adoptando esta visión en el país.
Entre diversos ejemplos, cabe destacar la pronta fabricación de muebles escolares con láminas de plastimadera elaboradas con botellas pet y bolsas nailon recicladas. Este proyecto, impulsado por la empresa encargada del mantenimiento y gestión de las áreas verdes de la municipalidad de La Paz (Emaverde), ya está dando sus primeros pasos y se prevé que empiece a comercializar sus primeros productos (2.000 sillas y mesas) a partir de octubre. Además de mobiliario para escuelas, la empresa proyecta fabricar las estructuras de los juegos infantiles de al menos cinco parques paceños para 2015, tarea que hoy se realiza con varios tipos de madera y fierro.
A fin de garantizar la materia prima para estos productos (en una primera fase se procesarán cerca de 30.000 kilos mes de polietileno reciclado), Emaverde ha firmado acuerdos con algunas de las asociaciones que reciclan botellas pet y otros plásticos. Además, contará con el suministro que le proporcionará la recientemente inaugurada Planta de Clasificación de Residuos Sólidos (PCRS) de Alpacoma de la Alcaldía paceña.
Y es que este proyecto forma parte de un programa más grande, que busca enseñar a la ciudadanía a clasificar los restos orgánicos e inorgánicos para un mejor manejo y aprovechamiento de la basura que genera la sede de gobierno (cerca de 500 toneladas diarias, de las cuales 300 son residuos orgánicos, 150 dese-chos inorgánicos y 50 residuos inútiles y desechos patógenos). Para tal efecto, el gobierno municipal está distribuyendo en diferentes puntos de la ciudad basureros amarillos para el depósito de plásticos, y azules para materiales de papel, cartón y aluminio. Es de esperar que la población reaccione positivamente frente a este emprendimiento, tanto más importante por cuanto busca reducir la dispersión y acumulación de productos plásticos, uno de los materiales más nocivos para la naturaleza y uno de los más riesgosos para las ciudades.
En efecto, además de tapar las alcantarillas, una de las principales causas de las inundaciones y deslizamientos urbanos, las botellas y bolsas plásticas al degradarse deterioran la fertilidad de los suelos, pues están hechas de polietileno, una sustancia tóxica que al ser ingerida en grandes cantidades puede ser mortal. Por esta razón miles de animales mueren todos los años al confundir el plástico como alimento, especialmente en los lagos. De allí que cualquier iniciativa que contribuya a reducir el uso de este material debería ser bienvenida.