Armagedón I
Estados Unidos, más temprano que tarde, se dará cuenta que su estilo de vida dejó de ser sustentable
El destacado periodista Michael Ruppert, autor del libro Confrontando el colapso, organizó un debate con cinco investigadores que comparten la percepción de que Estados Unidos de Norteamérica, el imperio más grande de la historia de la humanidad, se encuentra camino a un inminente desplome. Estos investigadores, a los que la prensa los calificó como los “Profetas del Armagedón”, señalan que todo imperio, a pesar de lo grande y poderoso que sea, terminará desapareciendo, que el tamaño no es garantía de una supervivencia continua.
El gran imperio de Alejandro Magno, que llegó hasta la lejana India, cayó a la muerte de Alejandro. El imperio romano, que con César Augusto amplió su poderío hasta alcanzar su máximo dominio territorial con Trajano, terminó en una verdadera catástrofe. Posteriormente podemos referirnos al imperio español, que tras el descubrimiento de América en 1492 logró que la Corona de Castilla controlara un territorio donde no se ponía el sol, terminó desapareciendo. El imperio británico, que se hizo aún más extenso tras la firma del Tratado de Versalles, aumentando su control en África Oriental y los territorios del derrotado imperio otomano, terminó cayendo con la crisis financiera de 1929.
Ruppert, en la misma línea que James Howard Kunstler, señala que el derrumbe del imperio norteamericano será el efecto de un crecimiento exponencial de la demanda, la misma que no podrá ser sostenida el momento en que se agoten los combustibles fósiles. Destacan que el agotamiento de los recursos le ganará a la tecnología, las energías alternativas no lograrán reemplazar a tiempo a los combustibles fósiles y la economía norteamericana dejará de crecer. Es decir que Estados Unidos, más temprano que tarde, se dará cuenta que su estilo de vida dejó de ser sustentable. Subrayan que la producción de alimentos está sostenida en el uso de los combustibles fósiles, y que cuando éstos se acaben, viviremos un oscuro periodo de hambre.
A su vez, Nathan Hagen presagia una inminente crisis financiera. De acuerdo con este investigador, el sistema económico colapsará porque es insostenible una economía basada en el endeudamiento, y especialmente en una política suicida de tratar de resolver las limitaciones al crecimiento insuflando más dinero y crédito al sistema.
El debate organizado por Ruppert abarca otros interesantes aspectos que no es posible cubrirlos en esta columna, por lo que seguiremos con el tema en la siguiente entrega, donde también me atreveré a presentar una visión personal sobre estas profecías apocalípticas.