La mezquindad del feminismo eurooccidental
El feminismo latinoamericano ya no tiene nada que proponer a los procesos de nuestros pueblos
Del 22 al 25 de noviembre se realizó en Lima, Perú, el 13 Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, con la asistencia de aproximadamente 1.500 feministas de todo el continente. Recordemos que desde 1981 el feminismo latinoamericano y caribeño inició un camino de encuentros con una clara matriz eurooccidental blanca, burguesa, de clase media e intelectual. Es probable que en su momento este marco les sirviera para ubicarse como mujeres de clases acomodadas dentro del continente, pero a 30 años de esta historia nosotras consideramos que el feminismo debe servir a los pueblos y a sus procesos revolucionarios.
En Lima la Asamblea del Feminismo Comunitario de Bolivia participó en dos de los tres paneles principales, planteó la necesidad de descolonizar el feminismo y salir de la trampa del género para ubicar al patriarcado como el sistema contra el cual luchamos, esto con el objetivo de que se pueda entender que las tareas de este momento son las de aportar a las luchas de nuestros pueblos. Convocamos a las mujeres a atrevernos a soñar un mundo y no solo hacer agendas con listados de demandas a los gobiernos y los Estados. Ubicamos a nuestros cuerpos de mujeres como un territorio desde el cual plantamos la lucha antisistémica, entendiendo las diferencias entre mujeres como la riqueza del territorio cuerpo, que alimenta la energía de la diversidad en nuestras luchas, donde los privilegios sobran y perjudican. Ser indígena, ser negra, ser lesbiana y las múltiples formas de nuestras existencias no son un proyecto político en sí, a no ser que se piense que el mundo se reduce a mi existencia personal.
Muchas cosas más planteamos, enriquecidas por todas nuestras hermanas del Feminismo comunitario en Abya Yala, que es el movimiento organizado en todo el continente, desde México hasta las tierras mapuches del sur. El Feminismo comunitario de Abya Yala aportó y convocó en el entendido de que el feminismo latinoamericano está paralizado y no tiene nada que proponer a los procesos de nuestros pueblos. Basadas en esto propusimos a Bolivia como la próxima sede del 14° Encuentro feminista, pero ahí se comprobó el miedo de perder la cuna euroocidental del feminismo latinoamericano y se decidió que no sea Bolivia sino Uruguay, con argumentos como que la marihuana está despenalizada. La coordinadora de la Mujer de Bolivia, el Fondo de Emancipación, la ONG Colectivo rebeldía de Santa Cruz, entre otras, azuzaron en contra de Bolivia y tenemos que pedirles cuentas a las organizaciones sociales financiadas por la Coordinadora por haber sido cómplices de las onegeras, ¿Hasta cuándo las ONG van a seguir manejando a las organizaciones sociales con dineros de la cooperación internacional?
Ya conocíamos de la mezquindad del feminismo eurooccidental latinoamericano, por eso ahí mismo lanzamos la convocatoria al 1° Encuentro Feminista de los Pueblos, a realizarse en Bolivia en 2016, “porque otro feminismo es posible”.