Ladera amenazada
La ladera sudoeste de la ciudad de La Paz está siendo amenazada por loteadores.
Quienquiera que haya visto la ladera sudoeste de la ciudad de La Paz debe haber observado la evidente desaparición de la textura natural de los cerros para dar paso a grandes extensiones planas, es el llamado “terraceo” de los cerros, que sirve para habilitar terrenos donde construir viviendas. El problema es que el Gobierno Municipal no ha autorizado ese trabajo.
En efecto, una denuncia presentada por un arquitecto y urbanista sirvió para alertar a este diario del movimiento de tierras efectuado. La superficie habilitada para construcciones es de aproximadamente 60 hectáreas, es decir 600.000 metros cuadrados. Al visitar el lugar, este medio no pudo identificar más que unas pocas construcciones precarias, y nadie fue capaz de dar referencias de quién efectuó el trabajo y mucho menos de quién sería propietario de los terrenos.
La situación parece aún peor al consultar al Gobierno Municipal de La Paz: no saben nada de los trabajos efectuados, pues nadie solicitó permiso. En todo caso, el Subalcalde de la zona Cotahuma, al ser consultado por La Razón, anunció que haría una inspección a la zona, pues asegura que no ha recibido denuncia alguna. Al respecto, el arquitecto denunciante informó que cuando hizo la denuncia ante la Alcaldía paceña, se le indicó que el área pertenece al municipio de Achocalla, pero según la junta de vecinos de Llojeta hay un problema de límites no resuelto entre ambos municipios, y ya se sabe que ese es el ambiente propicio para los abusos de parte de loteadores y otras personas inescrupulosas.
La gravedad del caso no solo está en la evidente ilegalidad, sino que a ello se suma la amenaza que representa la fragilidad del terreno. Según el arquitecto denunciante, la característica geológica del sitio es que tiene suelos débiles para resistir el peso de las construcciones, por lo que es considerado área de alto riesgo, definido en el mapa de constructibilidad de La Paz elaborado en la década de 1970. “Llojeta se está moviendo sistemáticamente, ya hubo varios hundimientos”, destacó el también urbanista, citando estudios que demuestran que en toda la ladera oeste han ocurrido deslizamientos a lo largo de la historia de la ciudad.
El denunciante afirmó que lo que debió hacerse en esa ladera no es habilitar terrenos para la construcción, sino que la municipalidad tiene que crear áreas verdes planificadas y que estén a disposición de la población paceña. La idea no es nueva, pues el citado mapa de constructibilidad ya señalaba como necesario para la estabilidad geológica de la ciudad sede de gobierno crear un cinturón boscoso, del cual apenas queda el bosquecillo de Pura Pura.
Urge, pues, que el Gobierno Municipal tome cartas en el asunto, ya que de lo contrario pronto habrá que lamentar, primero, que personas inescrupulosas se apropien de terrenos públicos y, más adelante, que hayan nuevos deslizamientos.