Luces y sombras
Las autoridades chinas seguramente van a tener que ejecutar medidas en los ámbitos fiscal y monetario.
En 2014, la economía estadounidense creció 2,4%, por encima del 2,2% de 2013, y generó 2,9 millones de nuevos empleos, con lo que la tasa de desempleo se redujo al 5,5%, cuando en 2009 había llegado al 10%. Estas cifras llevaron al Banco Central estadounidense (Fed) a retirar el pasado año la medida de estímulo de imprimir dólares para adquirir valores públicos y valores respaldados por hipotecas por $us 85.000 millones mensuales, e incluso a barajar la posibilidad de comenzar a subir hacía el segundo semestre del presente año la tasa de interés de referencia, que se encuentra entre el 0% y el 0,25% desde fines de 2008.
Las estimaciones son que en 2015 la economía estadounidense podría crecer al 3%. Sin embargo, el fortalecimiento del dólar, que estaría afectando las exportaciones; la caída del precio del petróleo, que habría desacelerado el sector de hidrocarburos, y un consumo menor al esperado, a pesar de que los consumidores dispondrían de mayores recursos ante los menores costos de energía, podrían incidir en el ritmo de crecimiento de esa economía para el primer trimestre del presente año.
Entre tanto, la economía de la eurozona, aunque con cifras aún débiles, estaría dando señales de una recuperación. El debilitamiento del euro respecto al dólar y otras monedas, que favorece a las exportaciones; la caída de los precios del petróleo, que abarata los costos de energía y pone más recursos a manos de los consumidores; y la reciente implementación de la medida de estímulo adoptada por el Banco Central Europeo (BCE) de imprimir euros para adquirir deuda soberana emitida por los países que conforman la eurozona y deuda emitida por instituciones europeas por hasta 60.000 millones de euros mensuales, que ha contribuido a reducir el costo de financiamiento a largo plazo para las empresas, estarían contribuyendo a la recuperación del sector manufacturero y a la reducción del desempleo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recientemente mejoró las perspectivas de crecimiento de la eurozona del 1,2% al 1,5% para el presente 2015. Sin embargo, el elevado endeudamiento que aún mantienen muchos de los países que la conforman, y el peso que significa el costo de las mismas impiden alcanzar mejores tasas de crecimiento, aunque es posible que la mencionada medida de estímulo adoptada por el BCE permita la reestructuración de parte de esa deuda pública a menores costos. Por ejemplo, las tasas de los bonos a diez años emitidos por España e Italia se redujeron en los mercados secundarios hasta el 1,28% y 1,18%, respectivamente. Por otra parte, la demora para alcanzar acuerdos entre Grecia y sus socios es un factor que no contribuye a mejorar más el clima de confianza en la eurozona.
A su vez, la economía china registró en el primer trimestre del presente año un crecimiento interanual del 7%, el más lento desde 2009 y menor al crecimiento del 7,3% registrado el cuarto trimestre del pasado año. Tanto el crecimiento de la producción, de la inversión como de las ventas minoristas fueron menores a las esperadas en el trimestre, lo que muestra que la economía china continúa su proceso de desaceleración. Las autoridades chinas seguramente tendrán que implementar medidas en los ámbitos fiscal y monetario, pero teniendo el cuidado de no incentivar un mayor endeudamiento ni de estimular sectores en los que existe sobreinversión, como es el caso de los sectores inmobiliario y de la industria pesada.