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Solidaridad con las Malvinas argentinas

La cuestión de las Malvinas es un problema económico y geopolítico que afecta a toda la región

/ 29 de mayo de 2015 / 08:27

La solidaridad con la soberanía argentina en las islas Malvinas se ha expandido a los cinco continentes con la formación de foros, comités, grupos de apoyo y otras manifestaciones. En el caso de América del Sur, diez grupos de solidaridad con las Malvinas argentinas (Perú, Uruguay, Guyana, Colombia, Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela, Ecuador y Paraguay) han realizado un encuentro en Santiago de Chile, del 11 al 12 de mayo de 2015, analizando la actual situación y planteando la profundización de actividades y campañas que acompañen al gobierno de Buenos Aires en su demanda.

En la reunión se aprobó la Segunda Declaración de Santiago, que establece su “firme respaldo a la posición argentina en la Cuestión Malvinas; el interés de que Argentina y el Reino Unido reanuden negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía; la importancia de la política de sus respectivos Estados de firme respaldo a la posición argentina en la Cuestión de las Malvinas; y que en nada contribuyen la exploración y explotación de recursos naturales (…) y los gastos bélicos con destino a mantener su posición colonial” en la zona del Atlántico Sur.  Corresponde recordar que la Primera Declaración de Santiago se emitió en agosto de 2012, en el Encuentro Subregional Andino de Grupos de Solidaridad.

El representante de Guyana, excolonia inglesa, O’Neil Greaves, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Guyana, destacó la lucha común contra la colonización inglesa, el trabajo de coordinación de los grupos, la difusión de películas y debates, así como la realización de videoconferencias y la formación de redes académicas. A su vez, el representante de Chile, Carlos Ominami, de la Fundación Chile 21, manifestó que se trata de un problema económico y geopolítico que afecta a toda la región; y que, desde el retorno a la democracia, “Chile corrigió su falta en un episodio negro” al haber apoyado a Inglaterra, pero hoy su representación gubernamental presenta oficialmente el tema ante las Naciones Unidas y que “la causa de las Malvinas es la causa de los chilenos”.

El diputado brasileño Arlindo Chinaglia, del Partido de los Trabajadores (PT), dijo que “el poder británico no pretende ceder nada”, porque se trata de una disputa de hegemonía; además, “el rol de América Latina ahora es muy importante por el avance de los procesos de integración”. El exalcalde de Quito, Ecuador, general Cayo Moncayo recordó que el Atlántico Sur es una zona estratégica en el mundo y que es muy importante la decisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de impulsar el Consejo de Defensa Sudamericana; y el excanciller paraguayo Jorge Lara, que trabajó durante la gestión de Fernando Lugo, destacó que la respuesta frente a las nuevas formas coloniales deberá ser la geocultura de la integración de los pueblos y la unidad de América Latina.

Además, en el encuentro se pudo conocer que el Gobierno británico está realizando acciones de espionaje en los países de América Latina y el Caribe, tratando de influir sobre gobiernos y sobre medios de comunicación y académicos, invitando para ello a periodistas, políticos y parlamentarios para que visiten las ocupadas islas Malvinas.

Los grupos plantearon la necesidad de que los países productores de petróleo de Sudamérica y con alto potencial de recursos hidrocarburíferos (Venezuela, Bolivia y Ecuador) determinen romper todo contrato con las empresas que actualmente sirven al Reino Unido en su tarea de explorar recursos en las aguas pertenecientes a las islas Malvinas; que las universidades, parlamentos, centros académicos, jurídicos y diplomáticos desarrollen actividades de debate y compulsa en torno a los argumentos legales y del derecho internacional sobre la disputa de la soberanía de las islas Malvinas, como ya se hizo en varios países europeos; y que se formen redes virtuales para debatir el problema.

El secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas de la Argentina, Daniel Filmus, informó que, durante su visita a Bolivia el año pasado, el grupo boliviano le hizo entrega de una nota oficial del Ministerio de Relaciones de la República de Bolivia que, en 1833, durante la invasión inglesa a las islas Malvinas manifestaba su total respaldo a la Argentina ante la agresión colonial, así como documentos que informan que varios patriotas del levantamiento del 16 de julio de 1809 en La Paz fueron confinados en las Malvinas, en ese momento bajo el dominio español, lo que ratifica su pertenencia a la Argentina, que consiguió su independencia de España el 25 de mayo de 1810.  

El Grupo Boliviano de Apoyo a la Cuestión de las Islas Malvinas fue organizado en septiembre de 2011 con la participación de un expresidente, varios exministros, autoridades del gobierno, diplomáticos, docentes universitarios e investigadores; y en los últimos años se incorporaron otros docentes e investigadores y varios movimientos sociales y organizaciones populares a este movimiento de solidaridad con la causa anticolonial argentina y latinoamericana.
 

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Diego Pary, la dignidad de Bolivia en la OEA

La OEA está en grave peligro de crisis si mantiene un rol subordinado al Departamento de Estado

/ 15 de abril de 2017 / 01:18

En un momento en que el poder de la Administración  de Estados Unidos mueve intensamente sus fichas para desestabilizar a los gobiernos nacionalistas, progresistas o antiimperialistas en América Latina (en coordinación con las fuerzas políticas conservadoras y oligárquicas internas, como es el caso puntual de Venezuela), el embajador boliviano en la Organización de Estados Americanos (OEA), Diego Pary, realizó un acto de dignidad y soberanía al rechazar la imposición de efectuar una reunión del Consejo Permanente sin las consultas previas, como correspondía.

Cuando se solucionaba, el pasado 31 de marzo, el impasse institucional en Venezuela entre los poderes Legislativo y Judicial, con la intervención del Consejo de Seguridad de la Nación de Venezuela (Cosena), de manera provocadora el secretario general de la OEA, Luis Almagro, impulsó el 3 de abril, mediante representantes de varios gobiernos (entre ellos los de Canadá y Estados Unidos), la realización de una reunión del organismo para tratar el asunto venezolano.

Pary asumía, de acuerdo con las normas reglamentarias de la OEA, la presidencia del Consejo Permanente por tres meses, y quisieron imponerle la agenda del 3 de abril, pero él determinó suspender la reunión para previamente desarrollar las tareas de información, coordinación y distribución de la documentación correspondiente entre todos los embajadores de los países miembros. Al margen de su presidencia, varios países, encabezados por Almagro, que solamente es un alto funcionario de la organización, decidieron realizar una sesión que aprobó un documento intrascendente, precisamente porque ya se había superado el problema institucional en Venezuela.

Este hecho demuestra, por una parte, el papel que juega Almagro en la coordinación de la conspiración contra el gobierno democrático de Nicolás Maduro; y por otra, las presiones que ejercen autoridades de Estados Unidos sobre los gobiernos de distintos países, como lo confirmó el senador republicano Marco Rubio en su amenaza a los gobiernos de El Salvador, República Dominicana y de Haití si mantenían su posición de respaldar al gobierno de Caracas; y, finalmente, la coordinación política neoliberal de los países de la región para promover campañas desestabilizadoras con el apoyo de las poderosas redes empresariales de medios de comunicación.

Como no podía ser de otra manera, en Bolivia también se pronunció el “cártel de la mentira”, compuesto por agencias de noticias, periódicos, canales de televisión, opositores y analistas especializados en las redes, con sendas noticias y análisis tratando de descalificar al Embajador boliviano en la OEA con los argumentos de que no era un diplomático de carrera y que no tiene formación profesional.

Corresponde recordar que Diego Pary efectivamente no ha hecho carrera diplomática en el Estado neoliberal y colonial, tiempo en el cual los diplomáticos bolivianos se ponían de rodillas ante los dictados del gobierno de Estados Unidos, y servían a los intereses de la oligarquía local coaligada a la chilena, para poner el caso del derecho marítimo de nuestro país. Pary es un representante de la nueva élite de la diplomacia boliviana, formado en pedagogía y negociaciones internacionales, surgido del movimiento indígena quechua, de las tareas cumplidas en la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y como Viceministro de Educación Superior.

La OEA está en grave peligro de crisis total si mantiene un rol subordinado al Departamento de Estado de EEUU y continúa como el “ministerio de colonias” que generó la salida de Cuba en 1962. En tanto, a pesar de su debilidad actual, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se convierte en el impulso más importante del proyecto bolivariano de la Patria Grande para el siglo XXI.

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