Dengue
El país debería emular los esfuerzos de México y adquirir la vacuna contra el dengue
En la semana se difundieron dos noticias relacionadas con el dengue que no deberían pasar desapercibidas por estos lados. Por una parte, se divulgó una investigación que da cuenta de la presencia del mosquito responsable de transmitir esta enfermedad, y de la chikungunya (el Aedes aegypti), en al menos tres barrios de la ciudad de La Paz y en poblaciones de Río Abajo.
Por otra parte, los medios internacionales informaron que México se convirtió, el miércoles, en el primer país en autorizar la comercialización de una vacuna contra el dengue desarrollada por el laboratorio francés Sanofi Pasteur. Según señaló el Director de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la máxima autoridad mexicana en materia de medicamentos, el laboratorio francés acreditó la calidad, seguridad y eficacia de la vacuna tras la realización de un ensayo con más de 40.000 personas en 15 países. Además de México, otras 20 naciones, principalmente de Sudamérica y Asia, solicitaron la autorización para adquirir y comercializar esta vacuna.
En cuanto al estudio antes señalado, los responsables de éste, el docente e investigador Alfredo Pastén y el estudiante de último año de Medicina Jorge Aguilar (ambos de la UMSA), aseguran haber “evidenciado” que con el cambio climático se ha generado una suerte de subtropicalización de algunas zonas de la ciudad de La Paz, y que por otra parte una variante del mosquito Aedes aegypti ha logrado adaptarse a alturas mayores a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, de allí que regiones como La Paz, otrora protegidas contra las enfermedades tropicales endémicas del país, podrían verse afectadas en el futuro por el dengue y otros virus.
Es decir que estamos frente a dos hechos contrapuestos, uno negativo, la posibilidad de que el mosquito que transmite el dengue y la chikungunya se esté adaptando a otras regiones del país; y otro positivo, que podría contrarrestar el avance de esta enfermedad.
Huelga recordar que, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 390 millones de personas se infectan con el virus del dengue cada año, 100 millones de ellas de gravedad, de las cuales 20.000 fallecen a causa de las complicaciones. En el país, el año pasado se reportaron más de 2.000 casos sospechosos de dengue, la mayoría en los municipios benianos de Trinidad, Guayaramerín y Riberalta, seguidos por otros en los departamentos de Pando y Santa Cruz. De allí la importancia de que el país se sume a los esfuerzos de México, de tal manera que la mayor cantidad posible de la población tenga acceso a una vacuna contra el dengue, y en especial en las regiones tropicales del país. Mientras tanto, no sobra recordar la importancia de realizar programas de información y limpieza para contrarrestar la proliferación del Aedes aegypti en el país.