La República, no al lado oscuro
‘Cuando mires al lado oscuro, cuidadosos deben ser... pues el lado oscuro te mira a ti’ (Maestro Yoda)
El gobierno de Evo Morales ha tenido logros muy superiores a la burda historieta que intentaron montar los ideólogos del Sí al cambio de la Constitución Política del Estado, para prorrogar el mandato presidencial en Bolivia, contra el Estado de derecho, democrático, social y plural. Me refiero al video que está circulando en internet que, con un mal guion y un pésimo montaje, usurpa la última película de la saga Star Wars, estrenada recientemente en cines del mundo, y que versa sobre la lucha intergaláctica entre el Imperio y la República.
Cambiar la Constitución Política para continuar en poder del Estado desde la presidencia es un acto antidemocrático, porque se sostiene en una única razón, la propia, y no en el reconocimiento del país en su totalidad, en las voces diferentes, en las miradas distintas, en otorgar a los demás la posibilidad de participar y proponer, en las condiciones que acordó y aceptó la Asamblea Constituyente y su referéndum aprobatorio para la CPE vigente.
La Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia se refiere a la República en siete ocasiones en su texto final. Una de ellas está en el art. 11. parágrafo I: “La República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres”.
Los ideólogos de la modificación que aquí se comenta sostienen el Imperio en el caudillo, Evo Morales, simplemente porque si hubiesen construido el Estado Plurinacional que propugnaron hace diez años, hoy las instituciones gubernamentales funcionarían sin la figura del líder cocalero. No obstante, el entorno imperial necesita del Mandatario para subsistir y prorrogarse.
Evo Morales tuvo un instante brillante antes de dejarse llevar por el lado oscuro: consultado sobre qué haría luego de concluir su mandato presidencial, dijo que había pensado dejarse tomar fotografías con los turistas en algún restaurante en el que estaría trabajando. Me pareció un futuro fantástico, lúcido y divertido para un verdadero estadista, una persona que llegó a donde quería llegar y que logró la sabiduría de cómo seguir, siendo líder, dando paso a los que vienen.
“Durante más de mil generaciones, los caballeros Jedi fueron los guardianes de la paz y la justicia en la antigua República antes de estos tiempos oscuros, antes del Imperio”, narra Obi-Wan Kenobi, en la película que estrenó George Lucas en 1977.
¿Dónde están los Jedi ahora? Allí donde alguno intenta levantar la cabeza es perseguido como se persigue a los sospechosos de haber cometido delitos verdaderos o delitos montados. ¿Cómo sabremos del Jedi que venga cualquiera de los 10 millones de bolivianos y bolivianas mayores de 18 años o por cumplirlos en 2020 (hoy en torno a los 13 años), completamente habilitados para postular, si es que este camino diseñado por los instauradores del Imperio persiste en entronar a los dos únicos inhabilitados por la Constitución vigente?
Bolivia, a desgano del Libertador Bolívar, fue fundada en 1825 como República: el lado oscuro le impidió valerse por sí misma, reconocer todos sus confines y sus habitantes. Otro intento lo hizo Germán Busch y se pegó un tiro. La primera gran revolución histórica fue en 1952, aquella que ni el Che comprendió cuando vino a Bolivia a promover lo que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) ya había logrado. Allí hubo otro gran avance en el camino, doloroso, de la República. El siguiente sería el de la Participación Popular, también con el MNR, dando carta de ciudadanía a 326 municipios con territorio, población, recursos y poder, cuando hasta entonces solo 10 existían.
Que el 2016 sea el camino de la República. Que no nos gane el lado oscuro y la Fuerza nos acompañe.