Los antivalores de Gabriela Zapata…
El lujo, el dinero y la banalidad son los antivalores que espero que las nuevas generaciones no imiten
La “telenovela política” que protagoniza Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, nos lleva a un sinfín de preguntas. Sobre todo resaltan los antivalores que se traslucen en cada capítulo. Llama la atención que su familia directa no la acompañe en su defensa. Solo la madre aparece como involucrada. porque sería la dueña de una movilidad de la señora Zapata. Pero, ¿qué es del padre y los hermanos?
Dicen que su progenitor es policía, ¿aún en servicio? Solo escuché en algún medio de comunicación declarar a la hermana, señalando que estaban dispuestos a proteger a la hija de Zapata. Aquí surge otra gran interrogante, teniendo en cuenta que, por la conformación de la familia boliviana, sobre todo en las regiones andinas, cuando le sucede algo a algún pariente cercano, lo enfrentan todos. Pareciera que ante la falta de la familia cercana, se construyó una supuesta tía. Averiguado el asunto, se dice que la señora que funge como tal tiene antecedentes delictivos. ¿La señora Zapata forma parte de un clan familiar inventado?, ¿para qué fines?
Otro antivalor que reluce es su gran afición al dinero y a objetos de lujo. Acceder a una casa mediante un anticrético de $us 260.000 (aunque en un primer momento la dueña de la casa, hija de un connotado político banzerista, mintió, indicando que pagó solo $us 100.000). La pregunta común es ¿cómo consiguió tanto dinero a tan corta edad (28 años)? Además están sus cuentas bancarias. El lujo en el que vivía, en esa casa ubicada en un lugar exclusivo de la zona Sur de la ciudad de La Paz. A estos aspectos hay que agregar el vehículo lujoso que poseía, valorado en más de $us 100.000. Casa y auto lujosos, además de niñera, eran la base de su accionar. Otro tema que reluce es su militancia política con el Movimiento Al Socialismo (MAS), sobre todo en filas de la juventud masista. A estas alturas queda constatado que éste fue absolutamente utilitario y/o para sacarle réditos a un supuesto compromiso político. ¿Cómo usó la figura del presidente Evo para usufructuar espacios de poder y para provecho personal?
Hoy en varios sectores femeninos fluye una especie de “moda Zapata”, de lucir el cabello plateado y vestir elegantemente. Escuché decir por algún medio de comunicación parrandero que la señora Zapata, a pesar de las dificultades que atraviesa, “no ha perdido la elegancia”. El impacto es parecido al que tuvo la última esposa (o “reina”) del famoso narcotraficante mexicano El Chapo Guzmán, Emma Coronel.
Quien después de una entrevista televisiva generó toda una corriente de moda, sobre todo femenina, brindando pautas de cómo hay que peinarse y hasta comportarse para ser famosa. En esta línea banal, están sus fotos semidesnudas enviadas a los medios de comunicación. ¿A quién dirigió esas fotos? ¿Qué quería mostrar con esas imágenes en las que aparece semidesnuda? Algunos opinan que es para mostrar algún pasaje de su vida muy personal, de sueños de modelo frustrada. Para el ciudadano común, simplemente implica mostrarse en una faceta de morbosidad absoluta.
No ha dejado de sorprender la señora Zapata con algunas cartas, en las que revela una supuesta relación con un ministro cercano al Presidente. Llama la atención la familiaridad con la que se manifiesta, ¿quiere decir que se conocen tanto? Además del uso de adjetivos como “mi rey”, como sinónimo de empoderado, pero a la vez ¿creyéndose la “reina”, ¿de quién? Qué miseria de valores: el lujo, el dinero y la banalidad son los antivalores que espero que las nuevas generaciones no imiten. Gabriela Zapatan sarnaqawipaxa wali musparañjamawa. Wali qullqi muniri warmitanawa.