Gastando el dinero ajeno
Estas cumbres, donde se come lo que los pobres no pueden, no podrían financiarse sin los impuestos.
Las autoridades chinas decidieron que de los 9 millones de residentes en Hangzhou al menos 2 millones abandonen la ciudad antes de la cumbre del G20 que se celebró días atrás. Para ello se ordenó a las empresas que dieran a sus empleados una semana de vacaciones. “Muchos han tenido que volver a sus casas. Si no cierras tu casa, te multan o algo peor”, aseguró uno de los damnificados. Las fábricas tuvieron que cerrar durante 12 días en un radio de 300 kilómetros, incluyendo Shanghái, donde 250 establecimientos suspendieron su actividad. Por otro lado, llenaron la ciudad con afiches invitando a “apoyar el G20” y comportarse como “ciudadanos civilizados”, prohibieron tender la ropa en los balcones so pena de una multa de 1.000 yuanes (120 dólares) y unos 100 activistas fueron detenidos preventivamente, entre otras medidas.
Y todo esto para que los políticos ganen buenos sueldos, hagan turismo, realicen actividades sociales y publiquen sus imágenes en los medios, gastando fortunas que pagan fundamentalmente los pobres, porque los impuestos con que se solventan los gastos estatales son derivados a los sectores menos favorecidos vía aumento de precios o baja de salarios. Y no tienen excusa, porque se sabe que estas cumbres son inútiles.
Según un informe del FMI, el G20 ha llevado a la práctica menos de la mitad de lo acordado en Brisbane en 2014. Claro que, aun así, los organizadores insisten en que estos eventos son útiles, porque “se ha avanzado en la lucha contra las artimañas de individuos y empresas para no pagar impuestos”. ¡Menos mal! De otro modo estas cumbres, donde se come y se bebe lo que los pobres no pueden, no podrían financiarse.
Lo que sí hubo, como corresponde a todo político, es demagogia. La cumbre de las 20 mayores potencias desarrolladas y emergentes del mundo no culminó en nuevas medidas, pero sí hubo consenso en el “crecimiento incluyente”. Sucede que la economía global viene creciendo a un ritmo de solo el 3,1% (Europa registró un raquítico 1,6%; Japón, apenas 0,3% y China, por debajo del 7% anual, su ritmo más bajo de los últimos años). Y encontraron que hay que luchar contra el proteccionismo.
Se burlan de nosotros, de verdad. A ver, por qué no se quedan en sus casas y levantan unilateralmente las medidas proteccionistas en cada país. Definitivamente, esta mayor libertad para sus ciudadanos los beneficiará antes que a nadie. Pero no, es importante no hacer nada de modo que subsista el problema y puedan reunirse otra vez. Otros, como el Presidente argentino, dicen que fueron a buscar inversiones. Pues si se quedaran en casa, podrían recortar gastos y bajar la carga fiscal, que es lo que causa la falta de inversiones.
Abogaron por medidas para reactivar el crecimiento y pidieron depender menos de los banqueros (ya están hartos de prestarles dinero) y más de las reformas tradicionales como aumentar la recaudación impositiva. Así, para la cumbre de 2017 en Alemania han encargado a la OCDE un informe sobre países que no colaboren en la recaudación impositiva (paraísos fiscales). Y, —no se ría, sé que le costará mucho, pero no se ría— los que estén en esta lista negra podrían ser objeto de “medidas defensivas”… defensivas de la financiación de las vacaciones de los políticos debe ser. Solo espero que para ello no declaren una guerra nuclear, no se ría, son muy capaces de hacerlo. Dios nos libre de esta próxima cumbre.