Primer autogobierno
Charagua llega a este momento tras un largo y complejo recorrido iniciado en 2009.
Septiembre de 2016 quedará registrado en nuestra historia como un momento constitutivo. Y es que en este mes se conformó el primer autogobierno indígena de Bolivia: el guaraní Charagua Iyambae. Ciertamente una buena noticia para los principios constitucionales del autogobierno y la libre determinación; un hito en la cualidad plurinacional e intercultural del Estado.
Con la elección, en asamblea interzonal, de la máxima autoridad ejecutiva de la autonomía guaraní Charagua Iyambae, concluyó un inédito proceso de democracia intercultural. Previamente en cuatro asambleas zonales guaraníes (Charagua Norte, Parapitiguasu, Alto y Bajo Isoso) y en dos procesos electorales en los centros poblados (Pueblo y Estación) se eligieron a las autoridades y representantes de los órganos deliberativo, legislativo y ejecutivo de la flamante autonomía indígena.
Charagua llega a este momento tras un largo y complejo recorrido iniciado hace casi siete años, en diciembre de 2009, con el referéndum que aprobó la conversión del municipio en autonomía indígena. Luego siguió la conformación del órgano deliberativo encargado de la elaboración participativa del estatuto autonómico. Dicho estatuto, con sus 101 artículos aprobados por consenso, establece las bases de la autonomía, la estructura del autogobierno, la jurisdicción indígena y la visión de desarrollo.
Para su aprobación mayoritaria en un nuevo referéndum, el realizado en septiembre de 2015, el estatuto autonómico indígena guaraní tuvo que esperar más de un año a fin de obtener la declaración de constitucionalidad por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional. Y ahora culmina la última fase constitutiva que se consagrará en enero de 2017 con la posesión de las nuevas autoridades. Así, Charagua Iyambae dejará de tener un gobierno municipal para gestionarse como autogobierno indígena.
¿Qué sigue? De inicio, se debe garantizar la transición. Ello implica diseñar una norma que avale el cambio de esencia de la entidad territorial autónoma: de municipio a autonomía indígena. Pero lo más importante, y complejo, es adecuar la legislación vigente en materia de administración: como la Ley Safco, con sus sistemas y subsistemas, que no entiende de libre determinación ni autogobierno. Y es que de nada servirá el salto al autogobierno indígena si todo está dispuesto para el municipalismo.
Claro que el mayor reto es la gestión pública, que en este caso debe ser intercultural. En Charagua la mayoría indígena guaraní coexiste con los “karai” (ganaderos y exhacendados), con migrantes aymaras y quechuas, y con una de las más importantes colonias menonitas. No en vano, por su diversidad, le dicen “la pequeña Bolivia”. Gestión pública intercultural, entonces, en el marco de la autonomía indígena. Charagua Iyambae, en su camino al Ivi maraei (Tierra sin mal), anuncia tiempos interesantes.