Dirigentes pichiruchis de la FBF
Queremos la renovación total, hay que refundar el fútbol boliviano, incluidos los clubes.
Me sumo a la bronca total de los aficionados al fútbol suscitada por la determinación de la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA) de restarle cuatro puntos a la selección boliviana por incluir a un jugador inhabilitado en partidos por eliminatorias. La FIFA, que rige el fútbol en el mundo, anunció el castigo, y lo ratificó a las pocas horas luego de que el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) anunciara falsamente la anulación de este fallo, detallando que los cuatro puntos que ganó la selección ante Perú (2-0) y Chile (0-0) fueron anulados y otorgados a esos países, por la irregular actuación de Nelson Cabrera, jugador paraguayo naturalizado boliviano.
¿Pero qué paso realmente en un asunto muy sencillo? Cabrera fue convocado para disputar los partidos de las eliminatorias ante Perú y Chile el 1 y el 6 de septiembre, respectivamente. Sin embargo, el jugador nombrado aún no estaba habilitado para disputar compromisos con la selección boliviana, porque no cumple con los cinco años de residencia exigidos por la FIFA. Llegó a Bolivia en 2013 para jugar en el club Bolívar, y si bien la Constitución Política del Estado le permitió adquirir la nacionalidad boliviana en febrero de 2016, el organismo mundial de fútbol se rige de diferente manera. ¿Los dirigentes de la FBF no podían razonar leyendo las reglas de la FIFA? ¿O estaban muy ocupados en planificar cómo seguir lucrando de las arcas de la FBF?
Escuché con estupor en varios medios al actual presidente de la FBF, Rolando López, afirmando que no va a renunciar a su cargo, y en todo momento trata de justificar lo injustificable, indicando que la crisis de la FBF viene de gestiones anteriores. Empero, también oí en la calle adjetivos muy duros de aficionados que están dispuestos a “sacar a patadas” a todos los dirigentes de la FBF. El calificarlos de pichiruchis e ignorantes es el mejor adjetivo para estos dirigentes (calificativo extensivo al director técnico, Ángel Guillermo Hoyos, y a los jugadores de la selección), pues los dirigentes no solo son corruptos y vividores, sino que además carecen de ideas y están sumergidos en el total analfabetismo sobre las normas básicas del fútbol internacional. Solo ese oscurantismo permite explicar el porqué no se cercioraron de cumplir los requisitos para contar con algún jugador nacionalizado. ¿Cómo es posible que no cuenten con algún leguleyo conocedor de las reglas básicas de cuando se tiene que habilitar a los jugadores nacionalizados?
Creo que es hora de que no solo renuncien los dirigentes de la FBF a sus cargos por un mínimo de ética y dignidad, sino también los dirigentes de los equipos de fútbol, además del director técnico de la selección nacional, e incluso los árbitros. A estas alturas se precisa la intervención del Estado para limpiar la ignorancia y la corrupción en el fútbol. Está claro que una injerencia en tal sentido ameritaría la suspensión del fútbol boliviano de las lides internacionales, y creo que es necesario que así sea por un tiempo, y una vez saneada y limpiada la casa se pueda retornar con alguna posibilidad de competición más digna y con jugadores de todo el país, incluido los de origen indígena.
Ya no más dirigentes y jugadores pichiruchis (incluidos los nacionalizados), queremos la renovación total, hay que refundar el fútbol boliviano, incluidos los clubes. No estaría por demás sepultar a los viejos equipos que son las bases de la corrupción y de la pichiruchada, y fundar nuevos equipos a la altura del valor moral de los bolivianos y bolivianas del presente. Uka muruq mat’aqirinaka p’iqinchirinakaxa, jan amuyuni, jan lup’iwini, jan lixwini jaqinakawa. Qullqik numaspiki, lunthatasiñak munasipki.