Espaldarazo para la UE
Todo indica que el electorado francés no se va a dejar embaucar por los cantos de sirena
Los resultados parciales de las elecciones que se celebraron el domingo en Francia representan una bocanada de agua fresca para la UE. El único de los cuatro candidatos con posibilidades para llegar al Eliseo que se presentó con un programa abiertamente proeuropeo, Emmanuel Macron, obtuvo la mayor votación (24%) y se perfila como el favorito para ganar el balotaje del 7 de mayo.
Macron, exministro de Economía de François Hollande especialista en finanzas, se presentó a sí mismo como “el presidente de los patriotas frente a la amenaza de los nacionalistas”. Asegura que no es de derecha ni de izquierda, pero sí capaz de rescatar lo mejor de ambos estratos. Liberal y progresista, el fundador y líder de la novel agrupación En Marcha! (creada a pájaro de vuelo para poder participar de manera independiente en estas elecciones), defiende abiertamente a la UE y esgrime un mensaje positivo de Francia y la globalización.
En cambio, sus principales contendores electorales se mostraron, en mayor o menor medida, críticos respecto a las políticas comunitarias. Por ejemplo, el representante de la derecha, el conservador François Fillon, prometió exigir a Bruselas la devolución de competencias en favor del Estado francés. A su vez, el ultraizquierdista Jean-Luc Mélenchon pedía renegociar los tratados con la Unión. Y al extremo del espectro político, con un discurso nacionalista contrario a estrechar lazos con las demás naciones, se situó Marine Le Pen, quien obtuvo la segunda mayor votación (21%), lo que la habilita para pugnar por la presidencia gala el 7 de mayo,
Abanderada de la extrema derecha francesa, la líder del Frente Nacional no solo propone organizar un referéndum para abandonar la Unión Europea si sale ganadora, sino también (y peor aún) la institucionalización de la xenofobia en Francia, con medidas antimigratorias como cerrar las fronteras y endurecer las leyes contra el terrorismo; entre otras promesas muy similares —dicho sea de paso— a las que llevaron a Trump hasta la Casa Blanca y que propiciaron el brexit.
De allí que la victoria de Le Pen heriría de muerte a la UE, ya que sin Francia ésta sería inviable. Sin embargo, a diferencia de lo que ha ocurrido en Estados Unidos y en el Reino Unido, todo indica que el electorado francés no se va a dejar embaucar por los cantos de sirena populistas que enaltecen la identidad colectiva e identifican a los inmigrantes como chivos expiatorios de los problemas internos, a tiempo de alimentar el mito de que los ciudadanos comunes y silvestres son maltratados por sus élites y las instituciones supranacionales.
En efecto, según los sondeos de Ipsos Sopra, el candidato de En Marcha! obtendría el 62% de los votos en el balotaje contra el 38% para la líder del FN. Para Harris Interactive la diferencia sería aún mayor: 64% para Macron y 36% para Le Pen. Cabe esperar que no se presenten imprevistos que cambien esta tendencia.