Ahorro y disciplina
La forma cómo administramos nuestros ingresos y la disciplina resultan esenciales para poder ahorrar.
El inicio del año constituye una época ideal para establecer un plan de ahorro con miras a comprar un auto, reunir la cuota inicial para adquirir un departamento, pagar una deuda o algún otro proyecto. Al respecto, especialistas consultados por La Razón recuerdan que para alcanzar resultados en este ámbito la forma cómo administramos nuestros ingresos y la disciplina resultan fundamentales.
En efecto, para iniciar un plan de ahorro, propios y extraños coinciden en que primero se deben definir los objetivos que se desea alcanzar, ya sea un posgrado, vacaciones familiares, un vehículo, un negocio, la ampliación de la vivienda, un departamento propio, etcétera. Clarificar este detalle no solamente contribuye a mantenerse constante en esta cruzada, con la mira puesta en el propósito que se busca alcanzar, sino también a planificar el monto requerido y el tiempo que hará falta para conseguirlo.
Una vez clarificado el objetivo a seguir, se debe establecer un presupuesto realista y procurar cumplirlo disciplinadamente. Esto pasa por determinar el porcentaje de los ingresos que se necesita destinar para cubrir los gastos fijos (alimentación, vivienda, transporte, educación, salud, hipotecas, entre otros), y concretar cuánto dinero queda después de pagarlos. Ese remanente es la clave para alcanzar el objetivo de ahorrar. Para saber cuánto dinero extra se dispone cada mes existen herramientas y aplicaciones que ayudan a establecer un presupuesto.
Luego de establecer un presupuesto, los expertos aconsejan abrir otra cuenta y depositar el porcentaje destinado al ahorro en cuanto uno recibe su salario. Pues las personas tienden a emplear el dinero extra para compras innecesarias y/o para gastar excesivamente al momento de divertirse.
Por último, a medida que los ahorros van aumentando, cabe recordar que el sistema financiero ofrece diversas alternativas para obtener una rentabilidad adicional con estos recursos. Por ejemplo, los bonos navideños que ofrece el Banco Central a fin de año son una buena opción, con tasas de interés bastante elevadas (7% anual en plazos de 63 y 245 días para este 2018). De igual manera los bancos privados y la Bolsa de Valores ofrecen alternativas para hacer crecer los ahorros, como cuentas a plazo fijo, fondos mutuos o bonos a largo plazo.
Así, manteniendo los números rojos a raya, ahorrando parte de los ingresos mensuales e invirtiendo parte de los ahorros, las personas terminan adquiriendo disciplina financiera, una condición indispensable para conseguir bienes a largo plazo y materializar proyectos futuros. Además, esto les permite contar con un fondo de emergencia para enfrentar situaciones imprevistas que nunca faltan, como enfermedades, accidentes, reparaciones en la casa o en el vehículo, robos o un despido intempestivo.