Vida silvestre
El tema Born to Be Wild (Nacido para ser salvaje) de la banda Steppenwolf se ha mantenido vigente y con éxito porque apela a nuestros instintos básicos. Ciertamente lo silvestre nos hace bien, el contacto con lo salvaje nos renueva. Ha sido ampliamente demostrado que los humanos tenemos una tendencia innata a buscar conexiones con la naturaleza. Tenemos una afinidad natural a los animales, plantas y otros organismos no domesticados, que se encuentran en todos los hábitats, incluso en las ciudades. Un estudio científico reciente del Centro para la Investigación Integrada de la Biodiversidad de Alemania, concluye que hay una correlación muy fuerte entre la biodiversidad de aves y la sensación de bienestar de la gente. En otras palabras, cuanta más variedad de pájaros libres vemos, mejor nos sentimos. El estudio incluso cuantifica que vivir en entornos que tienen 14 especies más de aves supone el mismo incremento de bienestar que tener un sueldo un 10% superior.
Este 3 de marzo, que celebramos el Día Mundial de la Vida Silvestre, recordamos la importancia de emprender acciones para conservarla y la necesidad urgente de combatir las actividades que la destruyen. Este 2021, las Naciones Unidas propone el tema «Los bosques y los medios de subsistencia: sustentar a las personas y preservar el planeta», pues además de la conexión con el bienestar humano, se reconocen lazos valiosos entre el estado de la vida salvaje y la preservación de los millones de medios de vida que dependen directamente de este alrededor del mundo.
En Bolivia, un par de ejemplos de la importancia de la vida silvestre en los medios de vida y el bienestar de la población son el aprovechamiento de la castaña y el ecoturismo. La castaña proviene de árboles del mismo nombre que existen en abundancia en los bosques amazónicos. Su recolección y transformación es la principal actividad económica en el norte de Bolivia, generando trabajo para miles de familias. Su importancia es tal, que es una de las cinco exportaciones bolivianas no tradicionales principales, incluso por delante de la quinua. A pesar de la pandemia, su venta llegó a $us 126 millones en 2020.
El ecoturismo, por otra parte, es un sector con gran potencial en Bolivia. Este tipo de turismo nos brinda la oportunidad para reconectarnos con la naturaleza, a la vez de impulsar nuestra economía con la generación de trabajo local en diversos rubros como el transporte, alimentación, alojamiento, operadores turísticos, sin contar los trabajos indirectos. Solo para citar algunos destinos tenemos los mundialmente conocidos Parque Nacional Madidi así como el Parque Nacional Amboró. La diversidad de flora y fauna de estos lugares es maravillosa.
Estamos entre los 15 países con mayor biodiversidad; somos afortunados en cuanto a vida silvestre, lo que nos brinda la oportunidad de mejorar la calidad de vida de nuestra población tanto al generar trabajo como al reconectarnos con ella. Tomemos acciones para conservarla.
Ruth Delgado es gerente de Proyecto de la FAN.