Ítems fantasma, violencia y la cruceñidad
El Comité pro Santa Cruz se hace notar, destaca y quiere, otra vez, movilizar a todo un pueblo cuando se trata de temas lejanos a la gente. Ante la irresponsabilidad del Gobernador de no asistir a una importante reunión del Consejo Nacional de Autonomías, ahí los vimos juntos al dirigente cívico y al Gobernador, queriendo instalar una batalla mediática y pretendiendo que la gente los aplauda y condene al Gobierno.
Antes, cuando convocaron al dirigente cívico a declarar ante la Justicia y cuando el Gobernador tuvo que comparecer ante los fiscales, el comité cívico se movilizó y arengó la defensa de Santa Cruz. Apelan a la sensibilidad, al sentimiento de la cruceñidad y nos quieren conducir aún más a la polarización, a las batallas, a los bloqueos, a los paros.
Creemos y el gobernador Camacho saben eso y han encontrado en el Comité pro Santa Cruz su arma política o por lo menos para hacer agenda y “jochear a los petos”. A lo que se prestan ciertos medios de prensa, que en sus titulares, desarrollo de las noticias y en sus presentaciones llegan a decir: Santa Cruz se moviliza, Santa Cruz reacciona, Santa Cruz no permitirá…
Santa Cruz somos los casi tres millones de hombres y mujeres en el departamento, y con seguridad no han preguntado a esa cantidad de personas para que hablen, griten o titulen en nuestro nombre o representación. Conmigo no cuenten para sus intereses y sus paros.
Pero la cruceñidad, esa que dice representar el Comité pro Santa Cruz, se mantiene en un silencio cómplice frente a sus propias narices sobre hechos vergonzosos y atroces que se vienen y se han cometido, sin reaccionar, sin sonrojarse y sin que se les mueva un pelo y ni una sola marchita convocan.
Veamos esos hechos y usted evaluará si generan o no una movilización general por Santa Cruz, por su gente, por sus valores, por su presente y futuro.
1. El Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra fue saqueado por “notables” cruceños, por fraternos, familiares, amigos, comparseros de la anterior gestión municipal, en el caso de los ítems fantasma. Fueron muchos millones de dólares que fueron a parar a las alcancías personales, y de ese dinero ni un solo centavo ha sido devuelto o encontrado. El comité cívico y las fraternidades nunca se pronunciaron.
2. A plena luz del día, los ejecutivos de Cotas, donde están hace muchos años las logias, se robaron más de $us 15 millones de los socios, caso conocido como el Plan Cuotitas, dinero que sigue desaparecido, aunque sabemos que se encuentra en las cuentas personales y familiares de esos ejecutivos. La Justicia tiembla y el comité cívico encubre. Las comparsas siguen el baile.
3. Santa Cruz, al que lo llaman el modelo del desarrollo, tiene las cifras más altas de violencia hacia la mujer y de violencia sexual. Se lleva el campeonato a nivel nacional. Cada día entre 25 y 30 mujeres sufren algún tipo de agresión y entre cuatro y ocho niñas y niños son víctimas de abuso sexual. La institucionalidad y la sociedad cruceñas lucen amordazadas e indiferentes al dolor de las niñas y adolescentes abusadas.
4. Asesinan a tres policías frente a muchos ciudadanos en el Urubó y la sociedad bosteza y ni se inmuta, porque hay algo blanco que circula entre los asesinos. Es la cocaína. El comité cívico y las comparsas callan frente al narcotráfico. Hicieron una marca.
5. Fotos y videos denunciaron que el hijo concejal se farreó, se juntó y se abrazó con un conocido narcotraficante, sobre quien pesan varias denuncias y es procesado por la Justicia, pero ni la prensa, ni esa institucionalidad, ni la Iglesia, ni los ejecutivos municipales, ni las juntas vecinales aceptan esas pruebas y quieren tapar semejante escándalo. A ello hay que sumar los últimos hechos de corrupción en el municipio de Santa Cruz de la Sierra, que tiene un presupuesto anual de $us 345 millones y donde hace años el hoy Alcalde dio una orden expresa: “No digo que roben, pero saquen algo”.
Son temas irresueltos, reales, fuertes, vergonzosos y que golpean a los derechos humanos de la gente de Santa Cruz, departamento que no es solo el modelo de desarrollo y la locomotora de la economía, es también el modelo de la corrupción a gran escala y la locomotora de las injusticias, los abusos y el encubrimiento.
Hernán Cabrera M. es periodista.