Currículo decadente
Resultado del seminario internacional de políticas y acciones hacia la calidad educativa, desarrollado el 1, 2 y 3 de septiembre en el salón Avelino Siñani del Ministerio de Educación, en La Paz, se planteó el reto de reducir las asimetrías entre el subsistema regular (niveles inicial, primaria y secundaria) y superior. Siendo imperante la actualización del currículo en el Sistema Educativo Plurinacional (SEP).
Al respecto, es menester resaltar que desde la promulgación de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en 2009, y la Ley 070 “Avelino Siñani-Elizardo Pérez”, en 2010, el currículo base, regionalizado y diversificado se circunscribe en el Modelo Educativo Socio Comunitario Productivo (MESCP), a partir del estudio de los conocimientos (universales), saberes y valores culturales de las 36 naciones y pueblos indígena originario campesinos.
Esto en concordancia a las dimensiones de la práctica educativa (concreción curricular), vale decir, ser (espiritual-valores), saber (conocimiento y saberes ancestrales-locales), hacer (productiva) y decidir (posicionamiento político ideológico), bajo la premisa de armonizar el currículo base, regionalizado y diversificado.
En ese orden, el currículo base del subsistema regular, publicado en 2012 por el Ministerio de Educación, se sustenta en el MESCP, que responde a cuatro problemáticas soslayadas por anteriores propuestas: la condición colonial y neocolonial, la casi nula articulación entre las políticas educativas y las sugerencias para salir de la dependencia económica, la revalorización y reconstitución de los saberes y conocimientos de los pueblos indígena originarios, además del carácter cognitivista y desarraigado.
Consiguientemente, las bases del currículo se circunscriben en los saberes y conocimientos de los pueblos y naciones indígenas, la experiencia de la Escuela Ayllu de Warisata, las propuestas pedagógicas críticas de Vigotsky, las directrices de la educación popular latinoamericana liberadora de Freire.
En tal sentido, el enfoque del currículo se articula en el carácter descolonizador, integral y holístico (en las dimensiones y metodología), comunitario (en el modo de aprendizaje) y productivo (en la orientación y formación). Por otra parte, la estructura curricular se resume en los campos y áreas de los saberes y conocimientos, además, los ejes articulares en sus vertientes intracultural, intercultural y plurilingüe, valores sociocomunitarios, educación para la producción, convivencia con la Madre Tierra y salud comunitaria.
En consecuencia, los antecedentes y características deberán ser valorados por los actores educativos (autoridades, directores, maestros, estudiantes, madres y padres de familia) y organizaciones sociales que participarán de los talleres de actualización del currículo para el SEP, promovido por el Ministerio de Educación, desde la valoración técnica y pedagógica, a fin de lograr simetrías entre el subsistema regular y superior.
Luis Callapino López es magíster en Políticas de Formación Docente.