Sí, estamos saliendo adelante
En un artículo titulado ¿Estamos saliendo adelante?, Juan Antonio Morales Anaya, expresidente del BCB entre 1995 (septiembre) y 2006 (abril), pone en tela de juicio el comportamiento de distintos indicadores económicos, y defiende a capa y escudo el informe del artículo 4 del FMI, señalando que las recomendaciones de dicho organismo internacional deben ser consideradas para la administración de la economía boliviana.
Al respecto, y con el objeto de informar a la población de manera responsable y dar respuesta a la pregunta, es importante mencionar que el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció en 3,97% al primer trimestre de 2022, con aporte del mercado interno que impulsa esta expansión y contribuye a dinamizar la actividad productiva, con sectores que están creciendo por encima del 5%, como es el sector de transporte y almacenamiento con 11,1%; electricidad agua y gas con 8,8%; construcción con 7,1%; el sector agropecuario con 5,3%; minería con 5,2%; y los establecimientos financieros cercanos, con 5%.
Asimismo, la economía boliviana cerró 2021 con un crecimiento del 6,1% después de un decrecimiento de -8,7% registrado en 2020. Para la presente gestión y de acuerdo con el Programa Fiscal Financiero, se establece como objetivo un crecimiento del 5,1%. Pero extrañamente el expresidente del BCB no recuerda que el crecimiento del PIB en periodos neoliberales no superaba el 3%, por ejemplo, en 1999, 2000 y 2001 se logró 0,4%, 2,5% y 1,7%, respectivamente.
Con relación a la inversión pública (IP) y de acuerdo con las recetas del FMI, la IP ejecutada en el periodo 1992-2005 alcanzaba en promedio $us 590 millones; no obstante, a partir de la implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), la IP juega un rol fundamental en la economía, mejorando las condiciones para el desarrollo económico, productivo y social del país, sus empresas y habitantes. En este sentido, dicho indicador incrementó a $us 3.037 millones en el periodo 2006-2019, representando un alza del 515%. Se destaca que para la presente gestión se cuenta con $us 5.015 millones, apostando por la producción nacional.
Morales Anaya también no recuerda que en la época neoliberal el ingreso del país estaba prácticamente hipotecado, en 1987 el 99% del PIB estaba endeudado. Con anterioridad a 2006, el índice de deuda externa respecto al PIB superaba el 57% en promedio. Dicho indicador en 2020 registró el 33% y en 2021 el 31,2%, demostrando una clara disminución. Se aclara que los anteriores gobiernos, en obediencia al FMI destinaban los recursos de la deuda externa a gasto corriente como el pago de salarios de los trabajadores, mientras que en la actualidad se consigna los recursos para ejecutar proyectos de IP en infraestructura productiva y contribuir a dinamizar la economía.
En resumidas cuentas, el modelo neoliberal se enfocó al establecimiento del libre mercado; la liberación de exportaciones; la libre contratación laboral; además de medidas como la reducción del déficit fiscal a través del proceso de relocalización de trabajadores mineros, disminución de salarios, reducción de la participación del Estado en la economía a su mínima expresión y beneficiar al capital extranjero mediante la privatización de las empresas públicas y de los recursos naturales.
Finalmente, y ante la duda generada por el expresidente del BCB, la población debe conocer una respuesta fundamentada: “Sí, estamos saliendo adelante”, por cuanto la administración de la economía boliviana es efectuada de manera soberana. La aplicación y continuidad del MESCP está permitiendo retornar a la senda del crecimiento económico sostenido, con reducción de la deuda externa, además de tener una inflación baja y controlada, así como un sistema financiero sólido y bolivianizado. Además, se destaca la alta inversión pública, el incremento del ingreso, la reducción de la pobreza extrema, la disminución del desempleo y de la desigualdad económica.
Fernando Chuquimia es especialista financiero.