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Saturday 7 Sep 2024 | Actualizado a 17:51 PM

Sembrador de esperanza

Un 8 de noviembre de 2020, el presidente Arce fue elegido democráticamente con el respaldo mayoritario del pueblo boliviano

Fernando Chuquimia

/ 27 de septiembre de 2023 / 07:44

Tradicionalmente, el cumpleaños es el aniversario del nacimiento de una persona, institución u organización. Respecto a las personas, en muchas culturas es costumbre celebrar el cumpleaños con una fiesta, acompañada de familiares y amigos, donde se dan regalos a la persona homenajeada. En este sentido, el 28 de septiembre, el presidente Luis Arce celebra sus 60 años de vida y, para la ocasión, quiero compartir con los lectores los siguientes párrafos para dicha autoridad. Un 8 de noviembre de 2020, el presidente Arce fue elegido democráticamente con el respaldo mayoritario del pueblo boliviano (55,11%), recuperando el orden constitucional, tras su ruptura y la toma de mando del gobierno de facto (GF), debido a los conflictos sociales y políticos de octubre y noviembre de 2019.

Durante el GF, Bolivia inició un periodo de incertidumbre e inseguridad, con terribles impactos negativos en su economía y en desmedro de la calidad de vida de la población, sumado a este escenario el arribo del COVID-19 y la pésima administración pública del GF, llevando a la economía nacional a una profunda crisis con un acentuado decrecimiento económico, déficit fiscal traducido en un descenso de ingresos y retroceso de gastos de capital, desplomando la ejecución de inversión pública y una tasa de desempleo que incrementó.

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Al ver un país con indicadores económicos desalentadores, los cuales se tenían en el viejo modelo neoliberal (1985-2005), de manera inmediata, el Gobierno del Estado Plurinacional implementó medidas económicas y sociales para la reconstrucción y la reactivación de la economía, con pilares basados en el restablecimiento del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), sin descuidar la salud de las bolivianas y bolivianos mediante la ejecución el plan estratégico de lucha contra el COVID-19.

Producto de las acertadas políticas y la administración responsable con soberanía de las finanzas públicas, la economía boliviana bajo el liderazgo del presidente Arce fue distinguida por distintas instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, The Economist Intelligence Unit, BBC Mundo, Sputnik y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, a pesar de la coyuntura mundial compleja.

Es así que Bolivia, al ser destacada por su economía y la resiliencia del MESCP ante shocks externos e internos, ha dado mucho de qué hablar a nivel mundial. Por lo que el jefe del Estado participó en julio en la primera jornada de la Tercera Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, donde expuso la propuesta de reactivación económica para encarar las distintas crisis globales, en un contexto marcado por la crisis climática, social, económica, energética y política, mismas que requieren de acciones conjuntas.

Asimismo, en agosto, la máxima autoridad del país participó en la decimoquinta cumbre de los países miembros del BRICS y en su intervención destacó las virtudes del MESCP, siendo éste un modelo económico que permitió la redistribución de excedentes, la disminución de la pobreza y empleo, así como la diversificación de la economía y la industrialización de los recursos con sustitución de importaciones.

Finalmente, los mejores regalos para el presidente Arce estarán guardados para siempre en su memoria y corazón, por lograr la recuperación de la democracia y la reconstrucción económica del país. Además de ser sembrador de vida, estabilidad, justicia social y esperanza, para un futuro prometedor en favor del pueblo boliviano.

(*) Fernando Chuquimia es especialista financiero

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El arte de especular

Fernando Chuquimia

/ 10 de agosto de 2024 / 01:27

La historia de la especulación es amplia y se remonta a tiempos remotos, abarcando diversas áreas como la economía, las finanzas y la filosofía. En sus formas más primitivas, puede rastrearse hasta las civilizaciones antiguas, donde los comerciantes intercambiaban bienes y servicios. En Mesopotamia, por ejemplo, se utilizaban contratos para asegurar el precio de productos agrícolas. Los filósofos griegos, como Aristóteles, discutieron sobre el valor y el intercambio, sentando las bases para el pensamiento económico. En Roma, la especulación se intensificó con el desarrollo del comercio y la banca.

La Revolución Industrial trajo consigo un aumento en la inversión y en acciones de empresas emergentes, aspecto facilitado con la creación de bolsas de valores. La especulación alcanzó nuevas alturas con la aparición de instrumentos financieros complejos y mercados globales. La Gran Depresión de 1929 puso de relieve los riesgos asociados a la especulación excesiva. En las últimas décadas, la especulación ha sido objeto de críticas debido a su papel en crisis financieras, como la reciente caída de los mercados bursátiles internacionales por temores de recesión en Estados Unidos.

Actualmente, el mundo se encuentra afrontando problemas sanitarios, climatológicos, económicos y sociales, los cuales están ocasionando una desaceleración en las economías de los países y las tensiones geopolíticas ralentizan los volúmenes de comercio exterior, desencadenando en mayores tasas de interés, pobreza y desempleo, lo que va acompañado de altas presiones inflacionarias y menor acceso al dinero, generando incertidumbre e inseguridad en la población mundial.

Bolivia, al presentar una economía abierta (exporta e importa), ha sido doblemente afectada, tanto por el contexto internacional adverso como interno. El país atraviesa por una situación coyuntural compleja, producto de la escasez de dólares, impulsada principalmente por la especulación generada por personas inescrupulosas, además del actuar irresponsable de exautoridades, opinadores y medios de comunicación, insistiendo en que el país está en una crisis económica, lo cual ha generado incertidumbre en la población, y se suma el falso incremento descontrolado de precios de la canasta familiar, así como del tipo de cambio del dólar.

Al respecto, nuestro país tiene un tipo de cambio fijo de Bs 6,96 para la venta y Bs 6,86 para la compra de dólares. Lamentablemente, y como consecuencia del arte de especular ante la escasez de esta moneda, se ha creado el mercado paralelo, donde existen distintas brechas entre el tipo de cambio oficial y el cambio paralelo, las cuales son manejadas al antojo de los acumuladores de divisas, según la necesidad del comprador y el aprovechamiento del vendedor.

Ante la problemática del tipo cambiario, así como de las exportaciones e importaciones, el presidente Luis Arce ha convocado a un “Diálogo Nacional por la Economía y la Producción”, con el sector empresarial y productivo, y un “Gabinete Social de la Revolución Democrática y Cultural”, con las organizaciones sociales obreras, campesinas e indígenas originarias, donde se abordarán propuestas económicas para dar soluciones importantes para Bolivia. Asimismo, para responder a la coyuntura adversa global se implementarán acciones inmediatas para dinamizar el flujo de dólares.

Finalmente, considerando que dichas medidas son acertadas y permitirán resolver gradualmente la escasez de divisas, al 7 de agosto, el mercado paralelo del dólar ha disminuido su tipo cambiario de Bs 15 a Bs 10, aspecto que permite evidenciar que el mismo se maneja por la especulación y acumuladores de dólares, donde la principal víctima es la población; en este sentido, es labor de todas las familias bolivianas luchar contra los kamikazes de la información.

Fernando Chuquimia es especialista financiero.

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¿Crisis económica en Bolivia?

Es importante recordar que Bolivia sufrió una contracción de su economía de 8,2% en 2020

Fernando Chuquimia

/ 15 de abril de 2024 / 06:58

La economía mundial se encuentra afrontando un problema encima de otro. Primero, la pandemia que perturbó a la humanidad, con su propagación y producción de variantes aún más contagiosas y letales, causando nuevos trastornos y profundizando la divergencia entre los países ricos y pobres. Segundo, la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha devastado a distintos países, con repercusión en el mundo entero.

Las consecuencias económicas de la guerra se propagaron a los países vecinos y más allá, golpeando con especial dureza a los segmentos más vulnerables de la población mundial. Millones de familias ya estaban luchando con un bajo nivel de ingresos y el encarecimiento de la energía y los alimentos, amenazando con profundizar la desigualdad.

Consulte: Bonos bolivianos en Wall Street

Tercero, el conflicto constante en Ucrania y Palestina ha seguido generando repercusiones negativas en materia económica. Cuarto, las turbulencias en el sistema bancario de los Estados Unidos, que tensionaron el sistema financiero mundial, así como el aumento histórico de tasas de interés, restringieron las condiciones de financiamiento.

Estos cuatro aspectos principalmente ocasionaron una desaceleración en las economías de los países y las tensiones geopolíticas ralentizaron los volúmenes de comercio exterior, desencadenando en mayores tasas de pobreza y desempleo, esto acompañado de altas presiones inflacionarias, generando hasta la actualidad incertidumbre e inseguridad en la población mundial.

Por otra parte, opinadores económicos y exautoridades han estado generando zozobra en la ciudadanía, señalando de manera irresponsable que nuestro país está en crisis económica. Al respecto, este tipo de crisis se caracteriza por el decrecimiento constante y considerable de una economía, reflejando inestabilidad de precios, por los cambios bruscos en la oferta y demanda de bienes/servicios, además de afectar negativamente a los indicadores económicos.

Es importante recordar que Bolivia sufrió una contracción de su economía de 8,2% en 2020, con terribles impactos en la economía y en la calidad de vida de la población. No obstante, a partir del restablecimiento de los pilares basados en el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) y, a la cabeza del presidente Luis Arce, el Gobierno viene implementando políticas económicas y sociales para la reconstrucción y la reactivación de la economía, conjuntamente el trabajo y esfuerzo del pueblo.

En este sentido, manifestar que Bolivia está en crisis económica es una falacia. Esto se sustenta a que el Producto Interno Bruto en 2023 creció alrededor del 3%. Con este nivel de crecimiento registrado, Bolivia se mantendría entre las economías con mejor desempeño a nivel de la región.

Asimismo, con relación a la inflación, el Gobierno garantizó la estabilidad de precios, manteniendo el poder adquisitivo y cuidando los bolsillos de las familias, logrando una tasa de inflación de 2,12% al cierre de 2023 y, a marzo de 2024, el indicador registró un porcentaje del 0,74%, uno de los más bajos del continente. Respecto a la pobreza moderada, disminuyó de 39% en 2020 a 36,4% en 2023. Respecto al mercado laboral, se recuperó en la pospandemia, destacando a nivel regional con una baja tasa de desempleo, con 3,6% al tercer trimestre de la gestión pasada.

Finalmente, las familias pueden descartar la falsa crisis económica, por cuanto el MESCP permite tener una economía resiliente ante shocks externos e internos, por lo que para 2024 se prevé crecimiento económico con una inflación baja y controlada, profundizando el proceso de industrialización con sustitución de importaciones, a fin de dar continuidad a las políticas de redistribución de excedentes que coadyuvarán al incremento del ingreso, reduciendo la pobreza, el desempleo y la desigualdad económica.

(*) Fernando Chuquimia es especialista financiero

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Bonos bolivianos en Wall Street

Fernando Chuquimia

/ 23 de marzo de 2024 / 08:12

Wall Street (WS) es una de las calles más famosas de los últimos siglos, está ubicada en Manhattan de la ciudad de Nueva York de los Estados Unidos. En WS se encuentran entidades financieras, firmas de inversión, aseguradoras y un conjunto de empresas internacionales, donde resalta la Bolsa de Valores de Nueva York, que es una de las más importantes del mundo, en términos de volumen de transacciones en el mercado financiero global.

En WS, las instituciones financieras ofrecen distintos servicios, como la gestión de carteras de inversión, emisión y negociación de bonos, entre otros instrumentos de financiamiento. Su funcionamiento está regulado por entidades como la Comisión de Bolsa y Valores de los EEUU. En sí, el mercado financiero de WS está impulsado por la oferta y la demanda de títulos valores, así como las expectativas de los inversionistas respecto al desempeño futuro de las empresas y las economías de los países, entre otros factores.

Actualmente, es noticia mundial que están repuntando los rendimientos de los bonos de deuda soberana de Bolivia, razón por la cual los párrafos precedentes son necesarios para una mejor comprensión del lector. En gestiones pasadas, nuestro país efectuó distintas emisiones de bonos soberanos que están vigentes. Es así que los $us 1.000 millones en bonos de Bolivia con vencimiento en 2028, aumentaron 12 centavos, a 59 centavos por dólar este año, mientras que los $us 850 millones en instrumentos financieros al 2030, subieron 5 centavos, a 61 centavos por dólar.

Pero, a qué se debe el ascenso de los rendimientos de los bonos. Esto se debe principalmente al acuerdo económico, productivo y empresarial entre el Gobierno y el empresariado boliviano, que tiene el objetivo de normalizar el escenario transitorio de escasez de dólares, además de abrir el diálogo y escenarios de concertación para que se generen expectativas positivas que permitan mayor producción e ingreso en beneficio de la población.

Asimismo, dicho incremento también se explica por el crecimiento económico en la gestión pasada; la reducción de la pobreza moderada mediante la redistribución de los ingresos en beneficio de la población más vulnerable; la estabilidad de precios; la solidez en el sistema financiero, que es uno de los pilares fundamentales en el funcionamiento de la economía; la administración responsable de la deuda pública externa; y la reducción del desempleo. La posible emisión de bonos de entre $us 500 millones y $us 1.000 millones, ligados a la generación de energía limpia y cambio de la matriz energética, también son factores preponderantes.

No obstante, es necesario recordar que en 2023 los bonos sufrieron un declive en su cotización debido a los conflictos internos en el país, cuando la población vivió un sabotaje a la economía por parte de la Asamblea Legislativa, que frenó la aprobación de leyes, bloqueando el acceso a financiamiento externo. Adicionalmente, se presentaron fenómenos naturales como sequías e incendios forestales, que también tuvieron efectos en el desempeño económico.

En este sentido, el repunte de los rendimientos de los bonos en la actualidad se debe a que el Gobierno liderado por el presidente Luis Arce viene ejecutando políticas sociales y económicas con base en el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, permitiendo resultados positivos para el país. Finalmente, mantener la estabilidad promoviendo el crecimiento económico y el proceso de industrialización con sustitución de importaciones son factores determinantes para el buen desempeño de los bonos bolivianos en Wall Street.  

Fernando Chuquimia es especialista financiero.

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Aceptar lo inaceptable

Bolivia ha mantenido la estabilidad de precios con crecimiento económico

Fernando Chuquimia

/ 30 de enero de 2024 / 07:30

Muchos escritores y pensadores, tanto antiguos como modernos, nos llevan a entrenar y poner en práctica la aceptación, es decir, que admitamos lo que nos ocurre, que no nos resistamos a la realidad, es decir, que dejemos que las cosas fluyan. Tal es el caso de una teoría tan compleja como sencilla; una idea profunda que en ocasiones es entendida de forma superficial, ocasionando restricción en su esencia, por hacerla más asequible. Sin embargo, el pensamiento es exigente, y la aceptación es una de las prácticas sapienciales más productivas.

En 2023, a nivel internacional, el conflicto constante en Ucrania y Palestina ha seguido generando repercusiones negativas en materia económica; asimismo, las turbulencias en el sistema bancario de los Estados Unidos tensionaron el sistema financiero mundial, así como el aumento histórico de tasas de interés restringieron las condiciones de financiamiento. Estos aspectos ocasionaron desaceleración global y las tensiones geopolíticas ralentizaron los volúmenes de comercio exterior.

Lea también: Presupuesto para el pueblo

A nivel interno, la población boliviana vivió un sabotaje a la economía por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que frenó la aprobación de leyes, bloqueando el acceso a financiamiento externo. En este sentido, bloquear el canal al financiamiento de recursos para la inversión pública reduce la producción y los ingresos del país. Adicionalmente, se presentaron fenómenos naturales como sequías e incendios forestales, que también tuvieron sus efectos sobre el desempeño económico nacional.

No obstante, a pesar del contexto externo e interno desfavorable, Bolivia ha mantenido la estabilidad de precios con crecimiento económico. ¿Cómo lo hizo?, pues lo logró mediante la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), así como la ejecución de políticas sociales y económicas implementadas por el gobierno nacional, y gracias al trabajo y esfuerzo del pueblo boliviano.

El Producto Interno Bruto, al tercer trimestre de 2023, creció en 2,3%, donde el mercado interno incidió para ese crecimiento en 6,6%. Otros servicios presentaron un aumento de 9,5%; electricidad, gas y agua 5,8%; establecimientos financieros 4,0%; construcción 3,4%, entre los principales rubros. Con este nivel de crecimiento registrado, Bolivia se mantiene entre la tercera economía con mejor desempeño a nivel de la región.

Con relación a la inflación, el gobierno nacional garantizó la estabilidad de precios, manteniendo el poder adquisitivo de las familias bolivianas, logrando una tasa de inflación de 2,12% al cierre del 2023. Este indicador fue resultado de las siguientes medidas: subvenciones a los combustibles y alimentos; vacunación en granjas de aves mitigando el brote de la gripe aviar; ejecución del plan de corto plazo para combatir la sequía; operativos de control en puntos fronterizos para frenar la salida ilegal de producción ilegal; realización de ferias denominadas “del campo a la olla”; y comercialización de productos a precio justo, frente a escenarios de agio y especulación.

Otro de los indicadores fue la reducción de la pobreza moderada, que disminuyó de 39% en 2020 a 36,4% en 2023, con una disminución de 2,6 puntos porcentuales. Respecto al mercado laboral boliviano, el mismo se recuperó postpandemia, destacando a nivel regional con una baja tasa de desempleo, con 3,6% al tercer trimestre de la gestión pasada.

Para la presente gestión y en aplicación del MESCP, se prevé crecimiento económico con una inflación baja y controlada; se profundizará el proceso de industrialización con sustitución de importaciones; se dará continuidad a las políticas de redistribución de excedentes, que coadyuvarán al incremento del ingreso, reduciendo la pobreza, el desempleo y la desigualdad económica. Finalmente, el lector está invitado a poner en práctica la aceptación, admitiendo y comparando sobre lo que está ocurriendo en la realidad socioeconómica internacional respecto a nuestro país.

(*) Fernando Chuquimia es especialista financiero

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Presupuesto para el pueblo

La inversión pública registra $us 4.274 millones, de los cuales se destinarán $us 2.375 millones al sector productivo

Fernando Chuquimia

/ 12 de diciembre de 2023 / 09:50

La Constitución Política del Estado (CPE) establece que la administración económica y financiera del Estado y de todas las entidades públicas se rige por su presupuesto; asimismo, la CPE señala que el Órgano Ejecutivo presentará a la Asamblea Legislativa Plurinacional, al menos dos meses antes de la finalización de cada año fiscal, el proyecto de ley del presupuesto para la siguiente gestión anual.

En este contexto, el Presupuesto General del Estado (PGE) se constituye en el instrumento más importante de la política fiscal para el desarrollo de la economía boliviana, priorizando la asignación de recursos a inversión pública, seguridad alimentaria y energética, políticas sociales, así como la subvención a los hidrocarburos, alimentos, servicios básicos, entre otros programas de interés social y de necesidad poblacional.

Lea también: Tres años de gestión de Arce

El proyecto de PGE 2024 tiene entre sus objetivos asegurar la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de las finanzas públicas; profundizar la industrialización con sustitución de importaciones que permita robustecer la soberanía productiva; fortalecer el aparato productivo e industrial, impulsando la productividad y el mayor rendimiento; consolidar la política de acceso universal y gratuito a la salud y educación; y continuar con la implementación de políticas sociales, buscando la equidad en la redistribución de recursos para disminuir la pobreza y la desigualdad.

El PGE refleja el impacto de la intervención del Estado en la economía, asumiendo con responsabilidad el papel protagónico para la implementación y aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, convirtiendo al sector estatal en planificador, empresario, inversionista, regulador, benefactor, promotor y banquero del país. El proyecto de PGE 2024 prevé una tasa de crecimiento del PIB de 3,71%, una tasa de inflación del 3,60%, una inversión pública de $us 4.274 millones, un resultado fiscal de -7,80% y estabilidad en el tipo de cambio.

En la siguiente gestión, la economía seguirá expandiéndose con estabilidad de precios, mejora en los mercados laborales, incremento de las recaudaciones tributarias y la consolidación de las bases para una Bolivia industrializada, razón por la cual, el presupuesto agregado de 2024 presenta un crecimiento del 7,3% respecto a 2023, de Bs 317.129 millones a Bs 340.318 millones, y un presupuesto consolidado que aumenta en 8,9%, de Bs 243.950 millones a Bs 265.558 millones.

La inversión pública registra $us 4.274 millones, de los cuales se destinarán $us 2.375 millones al sector productivo, para proyectos del sector agropecuario, industrial, hidrocarburos, turismo, minería y energía; $us 962 millones para el sector social, destinados a proyectos de educación, cultura, salud, seguridad social, deportes, saneamiento básico, urbanismo y vivienda; $us 690 millones para el sector infraestructura, para proyectos en comunicaciones, recursos hídricos y transportes; y $us 248  millones para el multisectorial.

Se garantizan los recursos económicos para dar continuidad a las políticas sociales como el pago de los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy, la Renta Dignidad, además de la ayuda económica para las personas con discapacidad grave y muy grave. Asimismo, en el marco de la CPE, se priorizarán los recursos para educación y salud, destinando Bs 28.760 millones y Bs 26.866 millones, que representan el 10,8% y el 10,1%, del PGE consolidado, respectivamente.

Finalmente, el proyecto permitirá continuar en la senda del crecimiento económico sostenido, con una inflación baja y controlada; y se dará continuidad al proceso de industrialización con sustitución de importaciones, así como las políticas económicas y sociales con redistribución de excedentes, que coadyuvarán al incremento del ingreso, la reducción de la pobreza extrema, la disminución del desempleo y de la desigualdad económica. 

(*) Fernando Chuquimia es especialista financiero

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