No Antonio, que suba el huevo no es crisis
Bolivia no está en crisis y esto se ve reflejado en diversos indicadores económicos y sociales
Ángel Surco Chuquimia
El fin de semana me encontraba con mi sobrino, quién veía Bob Esponja, un programa infantil que muchos lo vimos en nuestra niñez. El capítulo que observaba era cuando Calamardo enseñaba a tocar instrumentos musicales a los habitantes de la ciudad, es entonces que Patricio Estrella (un personaje que se destaca por ser gracioso y bastante tonto) le pregunta: «¿La mayonesa es un instrumento?», a lo que Calamardo, con una expresión fría, le responde: «No Patricio, la mayonesa no es un instrumento». Claramente la pregunta y/o afirmación de Patricio fue bastante tonta y carente de coherencia.
En ese momento, Patricio me hizo recuerdo a algunos “analistas” (los cuales yo tildaría de opinadores), principalmente a Antonio Saravia, debido a que, en las últimas semanas, estuvo empeñado (al igual que sus amigos Gabriel Espinoza y Gonzalo Chávez) en generar pánico en la población. En esta ocasión lo hizo afirmando que «estamos en crisis», y que eso se ve reflejado en el incremento en el precio del huevo.
Primero, es importante aclarar que el aumento en el precio del huevo se explica por palabras: «gripe aviar». La gripe aviar, también conocida como “influenza aviar”, es una enfermedad infecciosa de las aves, de origen vírico y altamente mortal. Si bien esta influenza apareció hace ya varios años, en los últimos meses sus focos crecieron sustancialmente en varios países de la región. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador declaró estado de emergencia zoosanitaria, tras detectarse el virus de influenza aviar en aquel país y se sacrificaron aves para evitar la propagación.
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Pero, dicha situación también se replicó en varios países de América, al grado de que el 17 de enero de 2023, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó la creciente detección de focos de influenza aviar en aves en 10 países de la región de las Américas. Días después, el 27 de enero de 2023, en Bolivia se declaró estado de emergencia nacional zoosanitaria luego de haberse confirmado la presencia de un caso de gripe aviar en una granja avícola en Cochabamba.
Al igual que en Ecuador y en los países en los cuales se detectó esta gripe, en Bolivia se optó por sacrificar aves para evitar la propagación de la influenza, dejando como resultado que, al 16 de mayo de 2023, aproximadamente 591.000 aves perecieron (entre afectadas por el virus y sacrificadas). Asimismo, el último brote se lo detectó el 30 de marzo de 2023 y en total se registraron 33 brotes de la influenza, de los cuales 19 fueron en granjas comerciales y 14 en aves de traspatio. De esas 19 granjas, 18 corresponden a aves ponedoras (de huevo) y solo una de producción de carne de pollo.
Es entonces que, al haber disminuido la cantidad de aves ponedoras, también se redujo la cantidad de huevos en el mercado, repercutiendo en un incremento en el precio de este alimento. Aquello también sucedió en varios países de la región que fueron afectados por esta gripe, como Ecuador, Perú, Argentina, entre otros. En estos países, entre marzo y abril, el huevo fue uno de los productos que más aumentó su precio en sus Índices de Precios al Consumidor (IPC). Pero, bajo la lógica de Saravia y otros opinadores, estas naciones “estarían en crisis porque aumentó el precio del huevo”.
Pues no es así, el precio del huevo no refleja si existe crisis o no en un país, la explicación de su incremento se debe al brote de la gripe aviar, la cual afectó la producción normal de este producto. Por lo que, al igual que Calamardo le respondió con un tono de voz bastante frío a Patricio, nosotros le respondemos a Antonio Saravia (y mediante él a los demás opinadores): “No Antonio, que el precio del huevo suba no significa que estamos en crisis”.
Bolivia no está en crisis y esto se ve reflejado en diversos indicadores económicos y sociales, como la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), la cual en 2022 fue de 3,5%; el saldo positivo en la balanza comercial, la reducción del déficit fiscal a 7,1% del PIB, la tasa de desocupación urbana de 4,3% y la tasa de inflación acumulada que para abril de 2023 fue de -0,003%.
Retomando el tema del huevo, si bien se inició con el repoblado de las granjas afectadas, el proceso no es de la noche a la mañana, puesto que los pollitos bebes una vez iniciado el ciclo, requieren entre cinco y seis meses para desarrollarse y convertirse en aves ponedoras, por lo que la producción de huevo se regularizaría en ese tiempo como máximo.
(*) Ángel Surco Chuquimia es economista