Icono del sitio La Razón

El refugio de la risa

La A amante

Qué oscuro está todo. El escándalo de pederastia dentro de la Iglesia Católica no hace sino confirmarse e implicar a cada vez más personas, entre víctimas y sacerdotes abusadores. En un inicio era el diario de un cura pederasta describiendo sus delitos en más de 380 páginas. Después, el trabajo minucioso del periodista Julio Núñez en El País, de Madrid. De ahí, fuimos palpando con profundo dolor y bronca un rosario de testimonios de más víctimas. Niñas, niños, adolescentes, seminaristas, todos heridos por abusos sexuales y violaciones de quienes predican el amor de Dios y el amor por el otro. Los representantes de la Iglesia piden perdón y dicen estar abiertos y colaborativos con las investigaciones de la Justicia después de no haber respondido a cartas, después de haber reaccionado con el silencio o con amedrentamientos a los denunciantes, después de haber sido crueles con los más débiles de su entorno. El horror es muy grande. El daño es indeleble, padrecitos.

Pero cuando damos vuelta la página del periódico (quienes todavía leemos en papel), nos encontramos con el desorden, con la mala fe, con la monumental estafa del Banco Fassil. No es Santa Cruz, son algunos empresarios cruceños, son algunos ministros de Economía que miraron para otro lado, son muchos clientes burlados por una entidad que nos vio la cara de tontos. Lo que se ha confirmado hasta hoy no es todo el mapa de la plata “fassil”; quedan piezas sueltas que preocupan a ciertos grupos económicos y políticos. Por si no fuera suficiente el carnaval financiero, hace una semana se tiñó el país de luto con la muerte del interventor Colodro. Las especulaciones políticas sobre las explicaciones de esta tragedia son pobres, son obscenamente interesadas y vergonzantes para los actores políticos que juegan sus fichas sobre el tablero del desastre.

El retrato de las fuerzas políticas en estos momentos se parece más a un dibujo de guardería. La pelea interna del Movimiento Al Socialismo está mostrando afilados colmillos: evistas, arcistas, cacería de funcionarios “no renovadores”, acusaciones contra Arce aún a costa de que se rompa toda la cristalería del actual Gobierno, acusaciones contra Evo y los suyos, vuelan los platos en la cocina masista. Ni asomarse al lugar, que nos puede llegar una taza en la cabeza. Al frente, Creemos ya no tiene con qué tapar su debilitamiento: su líder político entre rejas y acusado por su participación en la ruptura constitucional del 2019; la Gobernación de Santa Cruz, un castillo de naipes; el Comité Cívico cruceño, sin poder recomponerse de los moretones de los últimos paros y la cereza: su último comunicado pidiendo que cese la filtración de nombres en el escándalo Fassil. Queda Comunidad Ciudadana, que podría recuperar terreno en medio de tanta tormenta y consolidar un espacio político que proponga una oposición propositiva, pero cuentan algunas fuentes que si bien dentro del MAS hay dos bloques, en Comunidad Ciudadana, hay como cinco. No se sabe. Sí se sabe que la reacción contra la senadora Salame y su voto de no censura al ministro Lima fue torpe y cortoplacista. Sus colegas la pusieron fuera del plato. Vivan los librepensantes siempre y cuando no sean de los nuestros. Y así nos va.

Mientras tanto, conocedores y no conocedores pero deseosos de un nuevo descalabro, anuncian la debacle económica en tiempos de guerra e inflación. ¿Dónde nos metemos para escapar de tanta sotana abusadora, de corruptos de todos los colores, de estafadores con piel de empresarios, de políticos que no están a la altura del conflicto? ¿Dónde nos metemos?

Esta A se metió a un teatro: Pareja abierta (la obra de los italianos Darío Fo y Franca Rame) y la actuación limpia y generosa de Jhasel Vargas y el gran David Mondacca nos salvaron de terminar el día con más nubes sobre nuestro cielo. El Thelonius Music Hall, frente al monumento paceño de Eduardo Abaroa, un descubrimiento que no podemos dejar de visitar, un rincón como pocos custodiado por los restaurantes Manq’a y Masa. Es un viejo inmueble vestido de presente, de ideas, de calor. Vamos a refugiarnos allí como este miércoles que me refugié junto a mi amiga Verónica. Tan bueno fue para esta A apesadumbrada que al día siguiente busqué las alas de mis entrañables amigas Betina, Ruth y Angélica. Un almuerzo para la historia en un piso 38. Reí, reímos, a salvo de todo.

Claudia Benavente es doctora en ciencias sociales y stronguista.