Voces

Monday 20 Jan 2025 | Actualizado a 08:34 AM

La sociedad distraída

/ 11 de agosto de 2023 / 21:53

Expertos en Big Data, activistas de redes sociodigitales, estrategas de posicionamiento de agenda política en tiempos de gestión gubernamental y en eventos electorales, coinciden en afirmar que a por lo menos un 40% de los productores-consumidores en la esfera pública instalada en internet, les interesa un soberano cacahuate la política, las luchas sociales, las versiones golpe o fraude, la explotación del litio, la depredación del medio ambiente y otros asuntos vinculados con la agenda planetaria que involucra a la economía, la política y los conflictos que de ellas se derivan en intensidades distintas.

Miro con atención los estados de WhatsApp, los tiktoks que llegan de rebote, los tuits, ahora sin pajarito y con X, algún texto o video en Facebook y llego a la conclusión de que las No Cosas sobre las que filosofa Byung-Chul Han, se consolidaron con la pandemia que durante tres años nos azotó y nos virtualizó para siempre: entre una, dos, tres, cuatro o cinco vacunas y reuniones Zoom para todo y para nada, porque la cuarentena con tanquetas y vigilancia policial nos obligaba (año 2020), hemos ingresado de lleno a la igualación de los contenidos que van desde el asesinato de una niña de 11 años en Lanus cuando se dirigía al colegio, hasta el debate de si el que se subió a escenarios argentinos la semana pasada era verdaderamente Luis Miguel o un doble.

Somos lo que se ve de nosotros y cada vez menos, lo que se palpa y respira de nuestras voces y cuerpos. Todo ha comenzado a gestionarse y resolverse a través del enredo armado por internet y en esta medida, la sociedad interconectada ahora juega a roles que hasta hace nada más una década estaban reservados para los llamados hombres públicos y mujeres públicas: gobernantes, políticos, actores, periodistas, cantantes, bailarines y poco más. Hoy día, quien tenga una cuenta en TikTok o YouTube se siente en condiciones de “generar contenidos”, aunque esos contenidos sean la nada: lavarse los dientes, la última travesura del gato de la casa, las nuevas uñas de acrílico, el último meme con Los Simpson pirateados y ahora más radicalmente, versiones musicales producidas con inteligencia artificial en que la “voz” de un rockero ha sido perfectamente creada y formateada por una máquina.

Con semejante explosión visual-audio (no audiovisual), con la saturación de imágenes que invaden nuestros celulares a toda hora, todos los días, ya da lo mismo una oferta de yoga y meditación, la última foto del perro Schnauzer de una senadora pandina o la que subieron los administradores de redes de Lula que posa junto a Dina Boluarte, la presidenta ilegitima y represora del Perú que ha superado en ambición y talante a Jeanine Áñez. ¡Qué horror! habríamos exclamado hace algunos años, cómo el líder histórico del Partido de los Trabajadores brasileño ha sido capaz de retratarse con esa racista y masacradora del pueblo peruano. Hoy esa indignación ha quedado prácticamente congelada por tanta imagen con la que nos emborracha todos los días esa ciudadanía inconexa y errática que ha elevado la seguidilla de anécdotas que le proponen las redes a forma de vida cotidiana: un meme, qué palabra horrible, de lo más grosero y ofensivo para la inteligencia humana termina siendo lo mismo que la fotografía con la mandíbula en claroscuro de Marlon Brando encarnando a Vito Corleone en El Padrino de Francis Ford Coppola, y a continuación el video de un concierto masivo en el que todo el mundo tararea la canción final del show con los celulares en alto como si fueran velas o antiguas linternas. Miles de personas reunidas en un estadio, pero en primer lugar, con los teléfonos móviles como extensión corporal como si se tratará del undécimo dedo o el tercer ojo.

Con semejante cúmulo de estimulación sensorial se comprenderá mejor por qué la sociedad deambula los días cada vez más perfectamente distraída. Ya ni se acuerda del pobre Luisfer recluido en Chonchocoro con el rostro demacrado y dándose aires con el rechazo a la asistencia de 13 médicos enviados por el régimen penitenciario. El Banco Fassil, el experto en envíos de sustancias controladas buscado por aire, tierra y ríos, el interventor muerto del que la mayoría ni siquiera se enteró, el fabricante de ítems fantasmas, la exalcaldesa millonaria y recluida en Palmasola, el alcalde que se va a Estados Unidos como si estuviera en Porongo, todo eso es tan importante como el nacimiento del primogénito de Anabel Angus, el nuevo desfile fashion en todas sus versiones sociales o la última goleada recibida por Blooming ante Bolívar.

El último gran acontecimiento político de Bolivia fue la nacionalización de los hidrocarburos. A partir de ese momento, no lo sabíamos, la cuenta regresiva para instalar la igualación — no el igualitarismo por conciencia y social y compromiso— que multiplica conductas distractivas y desatentas, nos ha conducido a este mundo de hoy, entre tanto tic tac, entre tanto Big Bang, como nos lo recuerda siempre Jorge Drexler.

Julio Peñaloza Bretel es periodista.

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El bicentenario de la república colonial

/ 11 de enero de 2025 / 08:37

El odio clasemediero conservador contra el MAS parece encontrarse en pausa porque estaba fundamentalmente concentrado en la figura de Evo Morales que, por estos días, ya se sabe, no es más jefe del partido y su condición electoral vigente es la de la inhabilitación que le impide buscar una postulación que pudiera conducirlo a una cuarta presidencia, luego de las tres ejercidas entre 2006 y 2019.

Como Evo ya no será el “¡masista!”, como insulto callejero ha dejado de ser tan estruendoso en el último año, pero no por ello se debe perder de vista que ese odio ha permitido configurar en las dos últimas décadas el Odiómetro antimasista que probablemente tiene entre los tres de su podio a un opinador que sus amigos pititas llaman “Chino”, quien el 8 de agosto del pasado año ha publicado “Los tres mitos a superar antes del bicentenario”, un artículo en el que se antepone el oficio de peón ideológico desprovisto de rigor conceptual con respecto de la los hechos que han configurado una república colonial fundada en 1825 y que desde 2009 tiene inscrita la misión de construir un Estado plural e incluyente desde la constitucionalización de sus pueblos y naciones indígenas originarias y a continuación campesinas.

El primer mito al que se refiere este operador dice que “somos pobres por culpa del imperio (o de otros)”. Bastará con que el escribidor lea “Las venas abiertas de América Latina” (1971) de Eduardo Galeano para recordar que tal afirmación no puede ser otra cosa que una simplificación de la histórica condición de dependencia de nuestros países sometidos al capital transnacional, con injerencia en lo político y económico de nuestras presuntas “repúblicas independientes y soberanas”. No somos pobres por culpa del imperio, en todo caso no somos lo ricos que pudiéramos ser porque para que el imperio tuviera éxito en llevarse nuestro oro a cambio de baratijas, eran imprescindibles agentes locales (cipayos) que facilitaran los voraces objetivos de la “inversión extranjera” que ahora andan afanados por nuestro litio. En síntesis, esa condición de pobreza material de nuestras mayorías nacionales se la debemos en gran medida a las élites gobernantes a las que Carlos Montenegro caracterizó en “Nacionalismio y coloniaje” (1944) como la antinación. Para una correcta documentación que permita un conocimiento procedente de la investigación académica (el autor es estadounidense) es imprescindible leer “Minas, balas y gringos, Bolivia y la Alianza para el Progreso en la era Kennedy” (2016) de Thomas C. Field Jr.

El segundo mito, según este operador de la derecha, dice que “el pasado precolombino era mejor” e intenta justificar esta afirmación con frívola liviandad: “el pasado trajo cosas negativas como positivas. Siglos después, concluimos que los quechuas no habríamos sido los quechuas sin el contacto con España y los otros pueblos”, es decir que los quechuas se habrían quechuizado gracias al contacto con los conquistadores que debido a la colonización de los cuerpos de las mujeres indígenas con las que se edificó el mestizaje. Sería muy bueno que el autor de semejante interpretación nos informara sobre las fuentes de esa “nostalgia precolombina”. Que sepamos contemporáneamente, el mismísimo Papa Francisco pidió perdón “por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas” (2021), mientras que el rey emérito de España, Felipe VI no fue invitado a la posesión de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum (2024), precisamente por haberse negado a pedir perdón por la violencia exterminadora, explotadora y saqueadora de la conquista española. No es que el pasado precolombino haya sido mejor para nuestros pueblos indígenas, sucede que a partir de la llegada española a nuestras tierras comenzaron “cinco siglos igual” como canta León Gieco.

El tercer mito es para una contra-antología: “Somos ricos porque tenemos recursos naturales. Este cuento es muy reproducido en las escuelas, colegios, universidades y otros centros de información y tiene como fin ubicar al país como objetivo de las potencias extranjeras que ambicionan nuestra riqueza”. Para respaldar su genialidad dice que nos falta conocimiento porque en realidad somos pobres por lo mismo, por poseer recursos naturales y no estar preparados profesionalmente para dejar de serlo.

Ningún cuento chino o cosa parecida: Tenemos un país materialmente rico, pero históricamente saqueado. Con solamente examinar los desmembramientos territoriales sufridos contra Chile, Brasil y Paraguay, comprobaremos que las guerras del Pacífico, del Acre y del Chaco fueron activadas por intereses de los grandes capitales: guano, salitre, goma, petróleo y gas. Con sólo revisar la historia de la Standard Oil por estas tierras, llegaremos a la conclusión que estos supuestos tres mitos, son en realidad parte de la explicación de nuestra historia, ahora que conmemoramos los doscientos años de creación de la república colonial de Bolivia.

Julio Peñaloza Bretel es periodista.

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La inocencia nunca nos vale

/ 28 de diciembre de 2024 / 07:50

En tiempos de redes sociales y de fiebre tiktokera los orígenes de hechos históricos trascendentes se han perdido irreversiblemente en la noche de los tiempos. Para los que no lo saben, el día de los Santos Inocentes recuerda la persecución de Herodes contra un niño recién nacido llamado Jesús que había sido nombrado rey de los judíos. Herodes, rey de Judea, decidió que, luego de adorarlo hipocriticamente anoticiado de su nacimiento, había que matar a Jesús para eliminarlo de la faz de la tierra y para tal cometido el camino más seguro era emprenderla contra todos los niños menores de dos años, de tal manera que el margen de error para cazar al Mesías se redujera a cero, pero que terminó convirtiéndose en un error absoluto: Protegido por sus padres, Jesús escapó a Egipto y permaneció allí hasta la muerte de Herodes que había matado a quienes no eran el que buscaba. Desde entonces, la humanidad recuerda cada 28 de diciembre, tres días después de la noche buena del nacimiento, el Día de los Inocentes que con el transcurso del tiempo se ha convertido en el especial momento del año para gastarles bromas a quienes resbalan en ingenuidades de engullirse cualquier caramelo.

En el último lustro, el Día de los Inocentes en Bolivia presenta datos significativos: El 28 de diciembre de 2019, Luis Fernando Camacho se hizo viral cuando en rueda de amigotes y cómplices de la conspiración contra el gobierno de Evo Morales, dijo que había sido su papá el que había conversado con militares y policías para que “no salieran”. Traducción: Para que se dieran vuelta contra el orden constituido y de esa manera aceleraran el derrocamiento del gobierno masista, lo que da lugar a concluir que, en día tan simbólico, los culpables confesos ya insinuaban a jugar a inocentes y heroicas palomas.

Un año después (2020), el flamante gobierno de Luis Arce promulgaba la ley 1357 del impuesto a las grandes fortunas: Los culpables de la explotación histórica de los trabajadores se enteraban que nacía un tributo especial sobre sus privilegios precisamente en el día de inocentes.

En 2021, exactamente en la misma fecha, el gobierno informaba sobre la llegada de 1.965.600 vacunas donadas por los gobiernos de Alemania y España y de esta manera se sumaba un total de 6.735.140 millones de dosis que permitieron combatir el COVID-19.

Exactamente tres años después de haber fanfarroneado acerca de las habilidades persuasivas de su papá, precisamente un 28 de diciembre, el mismo Luis Fernando Camacho era capturado en un operativo de características hollywoodenses por la Policía Boliviana por acusaciones en el llamado caso Golpe de Estado I que desde entonces mantiene privado de libertad en el penal de Chonchocoro al jefe de Creemos y gobernador de Santa Cruz suspendido de sus funciones. Aquel día no faltaron, quienes, prevenidos por la fecha, creyeron que se trataba de una de las bromas del día que generalmente termina con el cliché de “la inocencia te valga” para dejar en claro de que se trataba de una mentira. Quedaba claro que, en el Día de los Inocentes, el Ministerio Público se hacía cargo de un presunto culpable por delitos cometidos en el marco de la sucesión inconstitucional de Jeanine Áñez.

Y el 28 de diciembre de 2023, hace exactamente año, antes de que feneciera legalmente su período reglamentario en funciones, el Tribunal Constitucional Plurinacional emitió la sentencia 1010 con la que se inhabilitó a Evo Morales para ser candidato presidencial en futuras elecciones. Tampoco era una broma de inocentes, aunque para el expresidente pareciera que sí, porque habla todos los días como si tal inhabilitación fuera sólo producto de la imaginación de todos aquellos que, a lo largo de por lo menos tres décadas, han deseado que lo partiera un rayo. En este específico caso no queda en el escenario un solo inocente, ni Evo Morales que se benefició con una ilegal habilitación como candidato presidencial en 2017, y menos los miembros del Tribunal Constitucional que contradiciendo su decisión de seis años atrás, le quitaban a Evo el “derecho humano” de ser candidato las veces que se le pegara la gana.

Como acabamos de revisar, hay circunstancias en que las casualidades y las causalidades se parecen y eso de haber convertido una masacre de niños en una fecha festivalera y de torneos acerca de quién inventa la mentira más creíble, no es otra cosa que el resultado de una práctica de la edad media en que los jóvenes clérigos celebraban la fiesta de los locos en clave carnavalera e irreverente.

Lo más probable para los militantes camachistas es que la detención de su líder era una broma de mal gusto, propia del Día de los Inocentes y por eso incendiaron el edificio de la Fiscalía Departamental, situada a pocos metros del Cristo Redentor, ese al que Herodes persiguió para matar, pero que astutamente protegido fue puesto a buen recaudo. Nos queda claro entonces que eso de que “la inocencia nos valga” es una trillada frase impuesta por costumbre, pero que poco tiene que ver con la realidad. Está claro que, para Camacho, Evo y otros actores del escenario público la inocencia no nos puede valer, y menos la culpabilidad.

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Pepe Mujica, el indiscutible

Julio Peñaloza Bretel

/ 14 de diciembre de 2024 / 01:08

A 54 años de haber sido rodeado por la Policía en el bar La Vía de Montevideo junto a sus compañeros del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, portando una Colt 45, José Alberto Mujica Cordano, luego de sus turbulentos años de guerrilla y privación de libertad (1972-1985), ha podido demostrar que, en un país, que luego de superar la dictadura de los 70, existían posibilidades de hacer lo que el periodista Mauricio Rabuffetti ha definido como una revolución tranquila.

Uruguay es un país del que se dice hoy posee una democracia aburrida, que el día de las elecciones presidenciales no reviste un carácter especial, porque ciudadanos y ciudadanas han aprendido a asumir los cambios de gobierno con la liviandad que se asume el paso del otoño hacia el invierno o de la primavera hacia el verano, y esto se nota más cuando el Frente Amplio debe dejar el poder para el regreso de la derecha o, lo contrario, como acaba de suceder con el triunfo de Yamandú Orsi, el nuevo final de la derecha para el retorno de la izquierda al poder, de la que el Pepe Mujica es guía y símbolo, piedra y camino, como dice la zamba de Atahualpa Yupanqui.

Sin proponérselo, sin buscar reconocimiento, medallas o algún bronce en alguna plaza principal, el Pepe es hoy el faro que no solo nos guía hacia la reconciliación con el sentido profundo de la cotidianidad simple y austera, sino que se ha erigido en el salvador de las voces disidentes que, desde la izquierda, y sin lugar para la traición, reniegan y rechazan frontalmente prorroguismos y obsesivas prácticas estalinistas.

Mientras los medios de comunicación del establishment bailan al ritmo que imponen millonarios fascistoides puestos de moda por las redes sociales y que saltan a la política para preservar sus inmensos patrimonios, y en lo posible acrecentarlos, producto de la despiada explotación a la que conduce la acumulación capitalista, desde su casa rural de Rincón del Cerro, el presidente más internacional de la historia de su país, el “terrorista” que cambió los fierros por el poder de la palabra, la emprende contra Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega y contra Cristina: “La vieja Kirchner está al frente del peronismo jodiendo, en lugar de dejar a las nuevas generaciones; ¡cómo le cuesta largar el pastel!”.

Mujica critica a diestra y siniestra, al capitalismo y a su peor dispositivo, el consumismo, y a los que se consideran de su mismo riñón ideológico, con la honestidad intelectual y la rectitud que lo ha caracterizado como servidor público, y no hay quién salga a contradecirlo o siquiera a contestarle tímidamente. Lo ha demostrarlo hace un par de semanas con los líderes políticos aquí citados, y todos los aludidos optaron por refugiarse en la prudencia del silencio, simple y sencillamente porque no hay manera de rebatir a este líder empoderado no por el dinero y la fama, sino por la descomunal autoridad moral que le ha dado su paso por la vida pública como senador, ministro y Presidente de la República Oriental del Uruguay.

El Pepe no lo sabe, pero su palabra está salvando a todos y todas quienes en los últimos tiempos fueron tachados de traidores y vendidos al imperialismo norteamericano, por la sencilla y transparente pretensión de reclamar democracia interna y renovación partidaria para la construcción de un proceso político que hoy día en Bolivia ha quedado abollado desde la cabeza hasta los pies debido a una feroz campaña de erosión al interior del partido más grande con el que cuenta hoy el país desde principios de este siglo XXI. “Lo de Evo Morales en Bolivia es inconcebible”, ha dicho Mujica y Evo Morales, chitón, no le quedó otra que mirar para otro lado. Y lo de Daniel Ortega, que originalmente fue concebido para combatir la dictadura de Somoza en Nicaragua, es “monstruoso”, ha afirmado el Pepe, sin que desde Managua haya salido una sola palabra de respuesta.

Con apenas 3,4 millones de habitantes, Uruguay es el ejemplo atípico por virtud de nuestro continente en el que un presidente ha sido capaz de imponer el discurso de que las drogas no son un asunto policiaco, sino de salud pública, y en ese marco, los uruguayos pueden comprar marihuana respaldados por la ley. En ese trayecto de vida, sin hijos, pero con una compañera de lucha y lecho como Lucía Topolansky, también senadora por el Frente Amplio, Mujica acaba de vencer un cáncer y en mayo de 2025 cumpliría 90 años. Saber de él, y escuchar su palabra lúcida, percatándonos de asuntos que se caen de obvios, pero que con sus reflexiones alcanzan categoría de irrefutables, nos ayuda a no perder la esperanza y la vocación de lucha, ésa con la que se camina hasta la tumba cuando las convicciones colectivas logran superar las tentaciones surgidas de la vanidad individualista.

Mujica ha sentido que está cerca de marcharse de este mundo. Los que sabemos quién es y sabemos cuán orientadora es su palabra, estamos seguros de las palabras labradas en piedra y son precisamente esas palabras las que nos ofrecen la certeza de que el Pepe no se irá nunca. Es parte de nuestro patrimonio humano inspirado en eso de que es mejor tener gobernantes que privilegian y saben repartir para abajo.

*Julio Peñaloza Bretel es periodista

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Un hincha en la línea de cal

/ 30 de noviembre de 2024 / 06:02

La memorable escena de “El Secreto de sus ojos” (Juan José Campanella, Oscar a la mejor película extranjera 2009) basada en la novela de Eduardo Sacheri (La pregunta de sus ojos, 2003) explica la mentalidad del asesino de una mujer al que persiguen Benjamín (Ricardo Darín) y su ayudante Sandoval (Guillermo Francella). El autor del crimen es hincha de un club de fútbol y en ese contexto nos encontramos con la siguiente brillante conclusión: “¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo —le dice Sandoval, mientras se aproxima—: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín: no puede cambiar de pasión.”

Sandoval es un ayudante de juzgado presa de su afición por el alcohol que consume sin límites en un bar cualquiera de Buenos Aires, debilidad que no le impide desarrollar su lúcida capacidad deductiva y resulta que la pasión de la que habla se llama Racing Club de Avellaneda. De esta manera, Benjamín y Sandoval han detectado la pista perfecta que conducirá a atrapar al escurridizo asesino nada menos que divisándolo en la tribuna del estadio en el que está jugando el equipo de sus amores contra Huracán, esa pasión con la que un hincha de fútbol de pura cepa está dispuesto a ir hasta la tumba.

El asesino es de Racing, pero resulta que el actor que encarna a Sandoval es en la vida real también declarado hincha de la academia de Avellaneda, así como para los cultores de leyendas urbanas lo fue el Gral. Juan Domingo Perón, aunque la historia se encargó de aclarar que en realidad era de Boca, cosa que no impidió que el llamado Cilindro llevara el nombre del caudillo argentino que en su condición de presidente de la nación, fue el principal propulsor del estadio inaugurado el 03 de septiembre de 1950.

El fútbol es pasión en todas partes, pero en Argentina es un rasgo distintivo que se reconoce en sus impresionantes hinchadas que saltan y cantan durante los noventa minutos de cada partido. Se han erigido en una expresión socio cultural que ha llevado a muchos a concluir que no hay mejor público para cualquier espectáculo de muchedumbre en América Latina que el argentino y, en este caso, con el añadido de que la camiseta de la academia de Avellaneda que adoptó los colores de la enseña patria, sirvió de inspiración para que la selección nacional copiara el diseño albiceleste con franjas verticales. 

El recuerdo de la película de Campanella se conecta con la manera en que se comporta en la línea de cal, Diego Simeone, el Cholo, entrenador del Atlético de Madrid desde hace trece años. Grita, gesticula, se lleva las manos a la cabeza, putea al árbitro, festeja los goles como un descosido. Otra coincidencia: resulta que el Cholo Simeone terminó su carrera como futbolista en Racing (2006) e inició su andadura como técnico en el mismo club una semana después de haber colgado los botines.

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Pero si el Cholo es tan sanguíneo a la hora de saltar al Wanda Metropolitano para dirigir los partidos del Atlético de Madrid, Gustavo Costas ha superado en fervor y pulsaciones a todos sus colegas del planeta entero. Se para en la línea de cal, en el rectángulo previsto para uno de los entrenadores en el campo de juego, pero aguanta quieto apenas unos segundos, porque lo suyo es correr, gritar, saltar, taparse la cara cuando uno de los suyos no la emboca y extender los brazos con vista al cielo cuando Juan Fer Quintero, Adrián Maravilla Martínez, Gastón Martirena o Roger Martínez anotan. Costas es un hincha más que contagia a su equipo como una fiera suelta al borde del campo de juego. Vive los partidos como uno más de los racinguistas instalados en las tribunas. Su pasión —bendita pasión dirían los creyentes— emociona, contagia y confirma una autodefinición en que la euforia parece no conocer límites: “Primero soy de Racing, después soy argentino”, es decir la patria es la camiseta antes que la bandera.

Para poder darse la ilimitada licencia de ponerse en escena como el primer hincha del club (mascota, jugador, entrenador del club en distintos tiempos, toda una vida), Gustavo Costas tiene que ser tranquilo, cerebral y medido tal como lo atestiguan jugadores como Maximiliano Salas que cuentan lo distinto que se muestra en las prácticas durante la semana. Lo confirman sus hijos, Gustavo y Federico que forman parte del cuerpo técnico de la academia y subrayan que su padre es un profesional que trabaja la táctica con el rigor y la experiencia que le han dado los años dirigiendo en Paraguay, Ecuador, Colombia, Perú, Chile y Arabia Saudita.

En un video de principios de año, se escucha a Costas junto a su equipo de trabajo decir cómo y con quiénes jugará el equipo. Transcurridos diez meses, Racing jugó como lo había concebido su conductor y así acaba de ganar la Copa Sudamericana. Qué lección esclarecedora: Como el Sandoval de la película de Campanella hay que cultivar la pasión, pero para que esa pasión pueda desembocar en felicidad, pensar primero y hacer las pausas necesarias para las acciones futuras, son condiciones previas e imprescindibles. Pareciera que en Gustavo Costas, corazón y cabeza son una misma cosa.

Julio Peñaloza Bretel es periodista.

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La bendición católica del golpe de 2019

Una crónica sobre cómo la Conferencia Episcopal Boliviana y políticos opositores facilitaron la asunción de Jeanine Áñez.

/ 23 de noviembre de 2024 / 22:02

¿Quién convenció a Jeanine Áñez para que no se le pasara por la cabeza que su temeraria decisión de asumir la presidencia del Estado no tendría consecuencias jurídico legales? ¿Quién le hizo creer que su llegada al Palacio Quemado no le acarrearía con el transcurso del tiempo las consecuencias que hoy está sufriendo? Hay dos posibles respuestas: 1) Una sola persona con enorme capacidad persuasiva le aseguró que estaba en la línea de la sucesión constitucional, cosa que ella, como Senadora, tenía que saber que no era cierta. Esa misma persona pudo convencerla que con el comunicado de prensa respaldado por la Declaración Constitucional 0003/01 del 31 de julio de 2001 que viabilizó legalmente la sucesión de Jorge “Tuto” Quiroga al Gral. Hugo Banzer Suárez, se tenía la jurisprudencia necesaria. 2) Un conjunto de actores políticos tenía claro que la segunda vicepresidencia del Senado ejercida por Áñez la situaba como la posibilidad “más cercana” a la legalidad para asumir la presidencia del Estado, como lo dijera en su momento el ex Rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, aunque en los pasillos de la Asamblea Legislativa Plurinacional se sabía que quién se sentía en capacidad y disposición para ser presidente era su colega Oscar Ortiz. “Cercano a la legalidad” debe entenderse como ilegal.

Para que toda la estructura político partidaria opositora al gobierno del MAS-IPSP pudiera operar con éxito el derrocamiento de Evo Morales es imprescindible recordar que entre las decisiones del líder del partido de gobierno y las del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se habían cometido dos garrafales errores, uno estratégico y el otro táctico.

El error estratégico consistió en la forzada habilitación de Evo Morales en noviembre de 2017 a través de la decisión del Tribunal Constitucional de considerar la candidatura presidencial como un “derecho humano”, decisión cuatro años después (agosto, 2021) rebatida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos con el antecedente de un referéndum realizado el 21 de febrero de 2016 en el que la ciudadanía se manifestó mayoritariamente en sentido de negar una tercera repostulación al entonces mandatario en las elecciones a escenificarse en 2019. Conclusión: Si Evo Morales decidía no forzar su candidatura presidencial las probabilidades de una conspiración golpista habrían quedado neutralizadas o por lo menos pospuestas hasta nuevo aviso.

El error táctico, ya en el desarrollo de los comicios del 20 de octubre de 2019, fue interrumpir la publicación de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), la noche de ese mismo 20 de octubre hasta el 21 de octubre por la noche, lo que generó una rápida reacción de los observadores internacionales, especialmente los de la Organización de Estados Americanos (OEA) encabezados por el costarricense Manuel Gonzáles, quién sin ningún elemento objetivo a su disposición se atrevió a rayar la cancha para generar el clima propicio que desatara la indignación de una buena parte de la ciudadanía convencida de que estaba en marcha un fraude electoral.

Gonzáles afirmó que “la Misión de la OEA manifiesta su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas”. Conclusión: “La mujer del Cesar no sólo debe ser honrada, sino que también debe parecerlo” es la mejor expresión para explicar que el conteo preliminar no oficial (TREP) a cargo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) no debió ser interrumpido en su publicación en momento alguno, y de esa manera eludir los argumentos para que los adversarios políticos de Evo Morales y el MAS-IPSP pasaran a operar durante tres semanas –21 de octubre al 10 de noviembre de 2019—una estrategia que lograría finalmente la renuncia de Evo, no sólo a ser candidato, sino a dejar la presidencia del Estado dos meses antes de la conclusión formal de su mandato.

A Jeanine Áñez que se encontraba en Trinidad, Beni, la contactaron por celular desde una reunión celebrada en instalaciones de la Universidad Católica Boliviana de La Paz, con Monseñor Eugenio Scarpellini, Obispo de la ciudad de El Alto, como anfitrión, lo que evidencia, en primer lugar, cómo la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) había dado lugar a que la Iglesia Católica asumiera un rol político partidario en el desarrollo de la crisis política que derivaría en crisis de Estado. Fue a partir de ese llamado que se consumó la decisión de quién llegaría a suceder en el cargo a Evo Morales. A Scarpellini lo acompañaron en dichas oportunidades, el líder de la CEB, Aurelio Pesoa; el Obispo Auxiliar de El Alto, Giovani Arana; el Secretario Adjunto, José Fuentes, y Juan Carlos Núñez de la Fundación Jubileo, quienes posteriormente serían recibidos por Áñez en el despacho de la Presidencia del Senado, cuando todavía ni siquiera se había producido la puesta en escena de su doble “autoproclamación” como Presidenta de la Cámara Alta y Presidenta del Estado.

Utilizo a continuación la información acerca de las reuniones realizadas en la Universidad Católica para graficar roles y responsabilidades de quienes convirtieron una sala de reuniones de un recinto académico en una sala de guerra política para definir el destino de las elecciones del 20 de octubre que finalmente serían anuladas y objeto de una auditoría a cargo de expertos enviados por la Organización de Estados Americanos (OEA), procedimiento aceptado por Evo Morales y operativizado por sus entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Diego Pari y de Justicia, Héctor Arce Zaconeta.

Los operadores políticos que propiciaron la asunción de Áñez a la Presidencia de Bolivia les comunicaron a tres representantes del Movimiento al Socialismo (MAS) que estuvieron presentes en las reuniones de la Católica –la Presidenta del Senado, Adriana Salvatierra; la Presidenta en ejercicio de la Cámara de Diputados, Susana Rivero; y la directora de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), Teresa Morales—que prácticamente las decisiones habían sido tomadas, y que con la venia o no del MAS-IPSP serían ejecutadas.

En honor a la verdad es absolutamente falso como declararan en marzo de 2021 representantes de la Iglesia Católica, que lo que allí se había decidido fue en concertación con las representantes masistas en dichas reuniones en las que el embajador de la Unión Europea (UE), León de la Torre, jugó un papel de coordinador trasladándolas desde la residencia de la Embajada de México donde se encontraban refugiadas, hasta la Universidad Católica.

 Debido a que Salvatierra, Rivero y Morales estuvieron en esas decisivas reuniones, posteriormente el país tuvo la posibilidad de acceder a la información de cómo jugaron sus cartas todos los golpistas que se dieron cita para definir qué sucedería con el país y con el supuesto “fraude electoral” que estaba por terminar con el gobierno del MAS-IPSP.

Las reuniones realizadas en la Universidad Católica Boliviana (UCB) entre el 10 y el 12 de noviembre fueron decisivas para que a continuación se consumara la imposición de la banda presidencial a Jeanine Áñez. Conviene detallar el quién es quién de dichas reuniones para dejar registrado que todos los actores allí reunidos para ejecutar el derrocamiento de Evo Morales tienen como denominador común el haber formado parte o tener alguna relación con candidaturas y partidos gubernamentales que fueron parte de la llamada democracia pactada vigente en Bolivia entre 1985 y 2005 y con políticos y militares producto de las dictaduras de los 60 y 70.

Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz no estuvo en las reuniones de la Católica, pero envío a su abogado de confianza Jerjes Justiniano (hijo), quién fungió de moderador de las discusiones. Camacho tuvo una objetiva actuación político militar callejera durante los 21 días en que se paralizó el país, a través de la movilización de activistas en Santa Cruz de la Sierra que bloquearon calles y avenidas, y suspendieron actividades laborales con el objetivo de buscar la renuncia a la presidencia de Evo Morales. Camacho es hijo de José Luis “Papi” Camacho, quién había sido en los años 90, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), pero 20 años antes participó en el golpe de Estado que hizo dictador al entonces Cnl. Hugo Banzer Suárez.

Por confesión registrada en celulares a gente de su confianza (27 de diciembre de 2019) y que luego saltó a las redes sociodigitales y a los medios de comunicación, Camacho que llevó una carta hasta la Casa Grande del Pueblo pidiendo la renuncia de Morales en el momento de mayor tensión, días previos al derrocamiento, dijo en tal oportunidad que fue su padre el que convenció a policías y militares para ponerse de su lado con el fin de que la conspiración alcanzara los resultados previstos. En otro libro (“Democracia interrumpida, gobierno de facto y crisis de Estado en Bolivia”, dos ediciones, 2021 y 2024) este periodista ha escrito que Camacho se erigió en el macho alfa del golpe de Estado encabezando bloqueos, marchas y cabildos alrededor del Cristo Redentor de la avenida Banzer (hoy Monseñor Rivero) y que con la estrategia de la llamada “Revolución de colores” basada en la combinación estratégica del activísimo en las redes y la agitación callejera logró consolidar la caída del MAS.

Jerjes Justiniano, que representaba a Camacho en las reuniones de la Católica, fue nombrado por la presidenta Áñez, Ministro de la Presidencia, cargo al que se vio obligado a renunciar a los veinte días de haber asumido, (02 de diciembre de 2019) por su involucramiento en el caso “La Manada”, en el que había asumido defensa de uno de los cinco autores de un caso de violación grupal contra una joven de 18 años en Santa Cruz de la Sierra y en el que quiso gravitar haciendo uso de su flamante poder político.

Carlos Mesa Gisbert, candidato presidencial por Comunidad Ciudadana (CC) podría considerarse como un perjudicado por el golpe de Estado, debido a que la anulación de los comicios del 20 de octubre, impidió como en principio se pensaba, llegar a una segunda vuelta en el entendido de que Evo Morales como primero en las preferencias no habría logrado la diferencia mínima del 10 por ciento sobre su inmediato seguidor para obtener el triunfo en primera vuelta. Si en lugar de anular dichos comicios se pensaba en la imposición de una segunda vuelta, Mesa tenía altas probabilidades de conseguir el triunfo, considerando que Morales no superaba el 50 por ciento de los votos (habría logrado el 47 por ciento) como lo consiguió en todos los procesos electorales en los que triunfó desde 2005.

En una inocultable fijación contra el MAS-IPSP, Mesa declaro en el momento más caliente de la crisis que ningún parlamentario del partido de gobierno debía sustituir a Morales en un explícito desconocimiento a la Constitución que señala que en la sucesión presidencial, el elegido o elegida debe surgir de la bancada mayoritaria como lo disponen la propia Constitución a partir de su artículo 169 y de los reglamentos camarales.

Más tarde, cuando Jeanine Áñez decidió pasar de presidenta transitoria a candidata presidencial (enero de 2020), Mesa dijo que esa candidatura impediría a Áñez ser una buena presidenta. Al respecto la ex presidenta declaró el 4 de junio de 2021 ante una Comisión de Fiscales en el juicio “Golpe de Estado 2”: “Jeanine Áñez acaba de vincular a Carlos Mesa con su sucesión y develar que éste impidió que Adriana Salvatierra u otros senadores del MAS asuman el poder en noviembre de 2019. Entonces, el expresidente se convirtió en el factor clave de la transición” (diario La Razón).

Mesa, ex vicepresidente y sucesor en la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003 estuvo acompañado por Carlos Alarcón y Ricardo Paz en las reuniones de la Católica. Alarcón había sido candidato vicepresidencial para las elecciones de 2002 haciendo binomio con el abogado René Blattmann, ministro de Justicia de Sánchez de Lozada (1993 – 1997) en representación del Movimiento Ciudadano para el Cambio, obteniendo el décimo lugar con el 0.63 por ciento de los votos, en tanto que Ricardo Paz formó parte de la cúpula de Conciencia de Patria (CONDEPA), fundada por el comunicador y músico Carlos Palenque Avilés en 1988, partido que dejó de existir el año 2002.

Otro ex vicepresidente, y también sucesor presidencial, Jorge “Tuto” Quiroga”, se constituyó sin representación formal alguna, en articulador de la salida de Evo Morales del gobierno y del país. Su larga relación con la Embajada de los Estados Unidos y su coordinación con el entonces Comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Gral. Gonzalo Terceros, fueron determinantes durante los días en que el golpe fue consumado. Quiroga tenía claro que si Evo permanecía en el país, la situación podía agravarse hasta niveles incontrolables de violencia, por lo que fue el primer interesado en facilitar el exilio del Presidente renunciante junto al Vicepresidente Álvaro García Linera y a la Ministra de Salud, Gabriela Montaño. En la actualidad, Quiroga tacha de cobarde a Morales por haber “huido del país”.

“Tuto” Quiroga que le abrió la puerta a Jeanine Áñez en 2006 para que fuera asambleísta de la Constituyente en representación de su agrupación ciudadana, Poder Democrático y Social (PODEMOS) fue nombrado representante internacional del gobierno de Áñez para explicar fuera del país, en la OEA, en el Mercosur y ante medios de comunicación internacionales, lo acontecido en octubre-noviembre de 2019,cargo al que renunció el 08 de enero de 2020. Más adelante, Quiroga consideraría su candidatura presidencial para las elecciones de octubre de 2020, de la que finalmente se bajó porque los números le eran adversos: Según una encuesta llegaba apenas a un uno por ciento de las preferencias ciudadanas.

El que fuera vicepresidente del Gral. Banzer, jugó un papel fundamental para el éxito de la conspiración civil, eclesial, militar y policial contra el gobierno del MAS-IPSP. “Tuto” Quiroga concurrió a las reuniones de la Universidad Católica junto a su mano derecha, el abogado Luis Vásquez Villamor que había sido el primer Alcalde de la ciudad de El Alto por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) elegido por voto popular en 1987, y que más adelante ocuparía el Ministerio de Justicia (2001) y la presidencia de la Cámara de Diputados (2002) que a 17 años de haber tramado y ejecutado la expulsión del diputado Evo Morales de la Cámara, se encontraba con la posibilidad de volver a expulsarlo, esta vez de la Presidencia del Estado. Vásquez es el estratega de la figura del ipso facto para que Áñez se hiciera presidenta del Estado.

Samuel Doria Medina es el “metepata” al que se le salió lo del “Plan B” en tono de advertencia dirigido a Salvatierra, Rivero y Morales en una de las reuniones realizadas en la Universidad Católica, poniendo en evidencia que ya todo estaba cocinado para que Jeanine Áñez asumiera la presidencia. Empresario cementero hasta hace algunos años y ahora inmobiliario y agente autorizado de una transnacional de trash food, Doria Medina ha jugado un papel bastante más notorio del que le otorgan los medios de comunicación con respecto de su actuación para el derrocamiento de Evo Morales. Para quienes no lo saben, fue el ahora propietario del rascacielos más alto de La Paz, el Greentower, quién invitó a participar en política a Arturo Murillo en su partido Unidad Nacional (UN), al que años más tarde apodaría el “Bolas” y que sería el Ministro de Gobierno, dueño y señor del poder durante la presidencia de Áñez.

Fue el mismo Doria Medina que sello acuerdo seguramente con la mediación de Oscar Ortíz, la alianza con el Movimiento Demócrata Social (MDS) del gobernador Rubén Costas. No será casual por ello, que Doria Medina hiciera nombrar en la Vicecancillería a quién ese momento era uno de sus asesores, Manuel Suárez Ávila, que en realidad fue puesto allí para, a través de encuestas coordinadas con el propietaro del diario Página Siete, Raúl Garafulic Lehm,medir la popularidad de Áñez con el objetivo de hacerla candidata presidencial. “¿Y si fuera ella?” era la pregunta que surgió de Doria Medina y sus cercanos, Murillo y Ortiz, autores operativos en la Asamblea Legislativa Plurinacional de la autoproclamación de Áñez primero como presidenta del Senado y pocos minutos después como presidenta del Estado.

Samuel Doria Medina fue anunciado como candidato a la Vicepresidencia del Estado, cuando Jeanine Áñez pasó de presidenta que debía permanecer en el cargo transitoriamente durante tres meses, a candidata presidencial. En 2021 muy suelto de cuerpo declaró públicamente: “Yo no estuve en el gobierno de Jeanine Áñez”.

A las decisiones tomadas en la Universidad Católica Boliviana le siguieron las acciones desarrolladas en la Asamblea Legislativa Plurinacional en la que los senadores Oscar Ortiz y Arturo Murillo comandaron un operativo en el que primero se impidió el ingreso de los asambleístas del MAS-IPSP y luego, cuando los cordones de seguridad conformados por “pititas” (1), policías y militares lograron evitar que las mismas Adriana Salvatierra, presidenta del Senado y Susana Rivero, presidenta en ejercicio de Diputados, pudieran pasar del edificio que fuera propiedad del Banco Minero en el que se encuentran comisiones parlamentarias, (calle Comercio esquina Colón) a la Asamblea Legislativa. En un forcejeo con efectivos militares, Rivero evitó que uniformados del Ejército se llevaran detenida a Salvatierra, mientras en esos momentos se preparaba la “posesión” de Añez como Presidenta: No hay imágenes de medios y redes sociales acerca de este incidente.

El que fuera senador potosino por el Movimiento de Organizaciones Populares (MOP), Edwin Rodríguez contó en el programa radiofónico “Al límite” de radio Illimani-Patria Nueva (20 de marzo de 2021) que había quedado abierta la posibilidad para que el 12 de noviembre de 2019, a través de un acuerdo con la mayoritaria bancada del MAS-IPSP pudiera asumir la presidencia del Senado y de ese modo dar paso a la sucesión constitucional una vez renunciados Evo Morales, Álvaro García Linera, Adriana Salvatierra y Víctor Borda. Se debe recordar que Rodríguez era candidato vicepresidencial formando binomio con Oscar Ortiz por la alianza Bolivia dice No, y este decidió renunciar a la misma, convencido de que para ganarle a Evo era necesaria la unidad a través de una sola candidatura. Con la agilidad que exigía el momento, se hicieron los trámites para habilitar como senadora a Reyna Isabel Villca Huayllani, suplente de Rodríguez, quién en su momento le pidiera al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump que invadiera Bolivia. La indebida inhabilitación de Rodríguez le impidió el ingreso en la Asamblea Legislativa, lo mismo que había sucedido con senadores y diputados del MAS-IPSP.

En uno de los pasillos de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Aldo Camacho, responsable de Comunicación del Senado tuvo la templanza para encarar al Senador Arturo Murillo, al que le dijo que lo que estaban a punto de consumar era ilegal. Murillo respondió terminantemente: “Sabemos que es ilegal, pero tenemos el apoyo de la calle”.

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