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Parques nacionales

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Heidy Resnikowski

Las áreas protegidas son una pieza fundamental para proteger la naturaleza y enfrentar los desafíos globales como la provisión de agua y alimentos, el cambio climático y la pérdida acelerada de la biodiversidad. El 24 de agosto se conmemoró el Día Internacional de los Parques Nacionales, una oportunidad para conocerlos, recordarlos y aumentar la conciencia sobre su importancia para todos los bolivianos.

En nuestro país, un parque nacional es un área protegida con la categoría de protección más estricta. Tiene el objetivo de resguardar de manera permanente muestras representativas de ecosistemas y provincias biogeográficas, así como también la flora y fauna, recursos geomorfológicos escénicos y de gran belleza paisajística. Además, su tamaño debe garantizar la funcionalidad de los ecosistemas y sus procesos evolutivos.

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De las 22 áreas protegidas nacionales que tenemos, 13 son parques nacionales. La mayoría de estos incluyen como parte de su territorio la categoría de Área Natural de Manejo Integrado (ANMI), donde vive gente y se tiene como objetivo compatibilizar la conservación de la diversidad biológica y el desarrollo sostenible de la población local. En 1939 se creó nuestra primera área protegida, el Parque Nacional Sajama, en el departamento de Oruro que protege los bosques de queñua, los más altos del mundo, así como ecosistemas andinos y cabeceras de cuencas.

El departamento que concentra la mayor cantidad y extensión de parques nacionales es Santa Cruz, donde se encuentran el Parque Nacional y Área de Manejo Integral Amboró, Otuquis, Kaa Iya Gran Chaco y el Parque Nacional Noel Kempff Mercado. En el resto del país están el Parque Nacional y Área de Manejo Integral Cotapata, Madidi, Serranía del Iñao, Serranías de Aguaragüe, Sajama y los parques nacionales Carrasco, Toro Toro, Tunari y el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure.

En esta ocasión daremos especial atención al maravilloso Parque Nacional Noel Kempff Mercado, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Está ubicado al noreste del departamento de Santa Cruz, en el municipio de San Ignacio y una pequeña parte está en Baures, en el Beni. Protege un territorio poco alterado de 1.523.446 hectáreas. Está en un área de transición entre la selva húmeda amazónica, el bosque seco chiquitano y las sabanas del cerrado con gran diversidad de hábitats, y una extraordinaria riqueza de especies de plantas y animales de significativo valor para la conservación de la biodiversidad.

Tiene paisajes singulares como la meseta de Caparuch, las impresionantes cataratas Arco Iris y Ahlfeld, los ríos Paraguá e Itenez, lagunas y humedales con un gran potencial para el desarrollo de actividades de turismo de naturaleza. A su riqueza natural se suma el patrimonio cultural representado por comunidades chiquitanas y guarasug’wes que conviven entorno a este paraíso.

Lamentablemente, nuestros parques nacionales enfrentan una serie de amenazas como la deforestación y cambio de uso de la tierra, la minería ilegal, los incendios forestales, la cacería y tráfico de animales, la construcción de obras de infraestructura que fragmentan y generan presiones sobre sus ecosistemas, así como el cambio climático.

A pesar de que han pasado 84 años desde la creación del primer parque en el país, aún falta que reconozcamos plenamente que son un patrimonio invaluable de todos los bolivianos y las futuras generaciones. Que esta fecha conmemorativa sea una oportunidad para comprometernos a ser los defensores de este tesoro que tenemos en nuestro país.

(*) Heidy Resnikowski es subgerente de Planes de Manejo de la FAN