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Wednesday 15 May 2024 | Actualizado a 16:03 PM

Camino a la inconstitucionalidad

En caso de postergarse más los comicios, la fecha tiende a colisionar con el Censo 2024

Rubén Atahuichi

Por Rubén Atahuichi

/ 13 de septiembre de 2023 / 08:38

La clase política y judicial ha puesto al país en vilo, al punto de la inconstitucionalidad de sus acciones. A poco más de tres meses de terminar el año y comenzar el otro, no hay certidumbre sobre quienes regirán el Órgano Judicial, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y el Consejo de la Magistratura, cuyos magistrados y consejeros electos terminarán su mandato el 2 de enero.

A estas alturas del año, es impensable que las autoridades nacionales hayan tenido el ímpetu real de renovar dichos órganos del Estado. Uno a uno, dichos órganos hicieron su parte por dejar en el fracaso dichos comicios. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) —que al menos se esforzó en guiar a la Asamblea Legislativa sobre los plazos técnicos necesarios— acaba de desahuciar el desarrollo de las elecciones este año.

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Ante esa situación, el oficialismo dividido y la oposición fraccionada se reparten culpas; todos, de pretender la continuidad de los actuales 23 magistrados y tres consejeros.

Todo degeneró con la acción abstracta de inconstitucionalidad contra la convocatoria y el reglamento de los comicios presentada ante el TCP por el diputado de Creemos Leonardo Ayala. La causa paralizó el proceso de registro y preselección de postulante desde el 27 de abril.

Desde ese día, el TCP se dio el tiempo necesario hasta definir, en el plazo límite, su sentencia que anuló todos los procedimientos. Tal fue la lenidad de este tribunal, que el mismo TSE, a través de la vocal Dina Chuquimia, exigió considerar el caso como “prioridad de Estado”.

Incluso el TCP exigió la aprobación de una ley específica con dos tercios de voto en la Asamblea Legislativa. Como juez y parte, condicionó el proceso y obligó a los legisladores a considerar cualquier procedimiento con esa votación.

Vano fue el intento del vicepresidente David Choquehuanca, en su condición de presidente nato de la Asamblea Legislativa, de conformar una comisión técnica, que nunca pudo siquiera comenzar a discutir un proyecto de ley único encargado por las tres bancadas.

Luego, por su cuenta, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de ley, sobre la base de la propuesta del senador Hilarión Mamani (MAS), concertado entre las tres bancadas. Sin embargo, dicho proyecto no fue coordinado con las bancadas de diputados, por eso éstos ni conocían el contenido, menos el camino a la sanción definitiva. ¿Por qué lo hicieron así?

Los senadores parecían reencaminar las elecciones, pero no sospecharon que en la Cámara de Diputados es más notorio el quiebre del Movimiento Al Socialismo (MAS), más visible la ruptura de Comunidad Ciudadana (CC) y más evidente la atomización de Creemos. En suma, allí hay bloques, no fuerzas políticas.

“La ley no pasará”, advirtió el diputado Marcelo Pedrazas, que cuestiona el “adultocentrismo” de CC, su alianza. Este bloque pactó la ley con los evistas del MAS en Senadores.

Y no pasó. Ahora se encuentra en consulta con los órganos Ejecutivo y Legislativo, además del TSE y el TCP. Quizás, al menos, la respuesta resulte en observaciones constitucionales.

Es que la ley desahucia elecciones este año y las posterga para la primera quincena de enero de 2024, propone comicios luego de que los magistrados y consejeros electos en 2017 y posesionados en 2018 terminen su mandato de seis años el 2 de enero del próximo año, dispone la vacancia de las autoridades y, de manera llamativa, establece la suspensión de plazos procesales, que implica el corte de los trámites judiciales —nuevos y pendientes— y la anulación de sala plena para la resolución de procesos, en los casos de los tribunales Supremo de Justicia y Agroambiental, o la atención de recursos constitucionales, en el caso del TCP. Es decir, asoma un riesgoso vacío constitucional.

En caso de postergarse más los comicios, la fecha tiende a colisionar con el Censo de Población y Vivienda del 23 de marzo de 2024.

Ni elecciones ni reforma de la Justicia. Arrecia una grave responsabilidad en tres de cuatro órganos del Estado que raya con delitos.

(*) Rubén Atahuichi es periodista

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Pedrajas: Una muerte sin orden ni compañeros

En octubre de 2008, ‘Pica’ se quejaba por que se le ‘amontonaban’ los males

El sacerdote Alfonso Pedrajas fue entrevistado por La Razón antes de su muerte en 2009

Por Rubén Atahuichi

/ 15 de mayo de 2024 / 07:11

“No tengo tesoro ni perla, no tengo compañeros ni orden, no tengo fuerzas para correr por los cerros y buscar el viento y la luz; no tengo paciencia para soportar estupideces de los jóvenes, solo tengo madrugadas largas y solitarias”. Así comenzaba a despedirse Alfonso Pedrajas en Valencia, España, el 27 de julio de 2008; molesto incluso con la Compañía de Jesús, que lo había acogido desde sus 17 años de edad. “Quizás mañana mismo ya nadie hablará de mí. Habré dejado de existir”.

Lea: Diario de Pedrajas: la niña del Villegas que adoptó junto su novio

Pedrajas

Murió en su ley. Página 382 de Historia, las memorias del sacerdote jesuita pederasta. Es el último capítulo. Su crisis existencial no se resuelve, pero cuestiona a Dios sobre cómo se le están “amontonando” las enfermedades.

La Paz, 11 de octubre de 2008. “Se me metió otra enfermedad: litiasis renal. Pasé momentos muy dolorosos, médicos, análisis, clínica, calmantes, urografía excretoria, TAC…”, dice el jesuita. 

El 12 de abril de 2004 había develado su enfermedad. “Pues parece que llegó el momento. Llegó el acontecimiento, la enfermedad. ¡Tengo cáncer! Dentro de unos días, con la cirugía radical de la próstata, los ganglios y las vesículas seminales, voy a quedar impotente”, cuenta en el diario.

En Historia, Pedrajas escribe sobre su muerte en la primera página y en la última. El 2 de noviembre de 1960, en Raymat (España), quiso morir como los viejos jesuitas, tenía “un inmenso deseo de morir así, entre himnos y alabanza, habiéndolo dado también todo por Cristo”.

En su último escrito, su sentimiento cambió: “Mi pequeñez no da para más. No puedo cambiar mi pasado. Tampoco puedo cambiar mi presente. Ya no tengo fuerzas síquicas ni espirituales para montarme al caballo de la santidad, ser bueno”. Así fue.

(15/05/2024)

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Diario de Pedrajas: la niña del Villegas que adoptó junto a su novio

Un año y siete meses tenía la beba cuando J. C. la adoptó en 2008

A finales de agosto de 2008, La Razón conversó con Alfonso Pedrajas; el contenido de la charla difería de los antecedentes

Por Rubén Atahuichi

/ 15 de mayo de 2024 / 07:05

En los pasajes oscuros de la vida del cura pederasta Alfonso Pedrajas aparece una niña, Alejandra, que adoptó su novio, J. C., en el Hogar Carlos de Villegas de La Paz. Era el sueño que maduraron ambos, un año antes de la muerte del jesuita español.

A su vuelta de Valencia, España, en mayo de 2008, ‘Pica’, como se llamaba, trajo varias cosas a su amante, entre ellas mosaicos, que ambos colocaron en la sala.

“Me gusta mucho estar con él, decorar la casa, casi como si fuera mi casa. Ahora, JC habla de nuevo de su ilusión de adoptar un niño”, dice Pedrajas en sus memorias —Historia— de 383 páginas a las que accedió La Razón, cuyos extractos fueron publicados por primera vez el 30 de abril de 2023 en el reportaje Diario de un cura pederasta de El País de España.

Revise: De tetas, playa, mamá y celibato

Pedrajas

El sacerdote dice dudar mucho sobre la decisión de su novio, aunque afirma tener la necesidad de respaldarlo y “lanzarse” juntos. En tanto, cuenta que la mamá de J. C. insiste en que su hijo se case.

“Él le dice que no se haga la más pequeña ilusión, que no lo hará, pero que sí quisiera adoptar un hijo”, recuerda Pedrajas.

Devela que, finalmente, la madre de J. C. sugiere una niña, para que se apegue el papá y éste la cuide más. “Lo hablaremos. Creo que le voy a animar”, dice el cura.

“No es bueno que esté solo, ni que quede solo toda su vida. Quizás así evitará la promiscuidad cuando yo desaparezca”, cuenta el sacerdote, resignado a aceptar a la niña y convivir con ella.

Sin embargo, Pedrajas tiene peros, y muy relativos a sus sentimientos con el hombre. “Hay que crecer en el amor y centrar la vida, aunque yo tenga ciertos celos o me sienta un tanto desplazado. Pero es un sentimiento mediocre, no debo alimentarlo de ningún modo”, admite el jesuita.

Dato

El 24 de mayo de 2008, los trámites comienzan a fluir. Ese día, J. C. habla con Rosario (Pedrajas no escribe su apellido y La Razón se lo reserva). “Mañana lunes tiene fijada una entrevista con la abogada recomendada por Rosario para recibir más información e iniciar quizás el proceso de adopción”, cuenta de la cita.

Entre el 24 y 27 de junio de ese año, Pedrajas asiste a la Asamblea de Provincia, de la Compañía de Jesús, en El Paso, la localidad más antigua de Quillacollo. Se pregunta por qué Ramón (Alaix) lo puso como primer panelista. ¿Lo hizo a propósito? Él sabe la enorme dificultad que tengo de creer, y ni siquiera aceptar, a la Iglesia. Aún no sé cómo reaccionar ni qué decir”.

Sin embargo, tiene algo que contar íntimamente. “Con JC hubo grandes novedades. ¡Adoptó a Alejandrita! Una niña campesina (Natalia) de un año y siete meses”, cuenta Pedrajas en Historia.

Desde soñarlo hasta concretarlo, al menos un mes de papeleos. Pedrajas se siente feliz. “Me encanta. Parece muy viva, cariñosa, juguetona”, escribe.

“No sé si ahora soy padre, tío, abuelo, compadre… o simplemente Pica. En verdad, no sé lo que soy para ella. Pero me gustaría quererla mucho, jugar, hacerla feliz, verla crecer…”, cuenta.

Pero cambia sus sentimientos. “No son celos lo que siento, creo que JC me seguirá queriendo igual, pero cambiará mucho nuestro estilo de vida”, supone.

Y J. C. no lo inspira, aunque lo complace. “No disfruto nada, incluso me repugna a veces”.

Un mes después, Pedrajas se encuentra en Valencia, y desde las playas de la Malvarrosa tiene un dejo de nostalgia. “Algo me lleva a decir y sentir muy dentro que quiero a JC, que no puede ausentarse de mi vida. Que amo, sobre todo a su hijita. ¡Nuestra hijita! ¡Mi amor, tan pequeño, tan risueño!”.

Presiente su partida. “Me iré yendo, poco a poco, quizás muy lentamente, pero amando. Soñando con los ojos de esa niña que llena mi corazón”.

 Y se despide. “Me pierdo en mi futuro, en el túnel de un sinsentido que se me echa encima: ¡la muerte! Veo a mi niña. Parece que solo ella está presente dándome vida con sus dientecillos Y solo blancos y su pícara sonrisa. Esos ojitos coquetos y negros…”.

(15/05/2024)

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Cartas de Pedrajas a Pérez Iribarne: de tetas, playa, mamá y celibato

Alfonso Pedrajas solía visitar también ‘La Profesa’ de ancianos

Confesión. Alfonso Pedrajas en entrevista con La Razón en 2007

Por Rubén Atahuichi

/ 13 de mayo de 2024 / 11:04

Desde Valencia (España), el 21 de septiembre de 2002, Alfonso Pedrajas recopila una serie de cartas dirigidas a su colega en La Paz Eduardo Pérez Iribarne, hasta hace un tiempo director de radio Fides en Bolivia.

En muchos fragmentos, “Pica” le cuenta sobre el estado de salud de su madre. “Mi mami está muy complicada. Siempre fue mujer difícil (porque fue genial, y quizás todos los genios son difíciles), fue —¡y es!— mujer posesiva, manipuladora, mandona”, dice el sacerdote.

“Posiblemente, con los años, se agudizaron las aristas y resulta frecuentemente una mujer bastante insoportable. Mis hermanos están hartos. Ésa es la palabra. No hacen más que renegar conmigo acerca de la mamá. Una pena, pero así es”, relata Pedrajas en el texto Historia, que en 383 páginas cuenta su misión en Latinoamérica y sus confesiones sexuales.

“Sabrás que me traje a doña Consuelo, la señora que nos atendía en la Yanacocha. Tiene 57 años y podría ser la solución para acompañar a la mamá”, cuenta de la mujer, aunque también le dice que ésta se encuentra contrariada por la actitud de su madre. Antes, una ecuatoriana había escapado de casa.

Lea también: El cáncer me hizo el favor de sacarme de la promiscuidad

Pedrajas

“Pero sufro por la mamá y sufro por doña Consuelo, de la que de algún modo me siento responsable”, lamenta Pedrajas.

También describe sus paseos y su visita a hogares de ancianos, muy cerca de su casa en Valencia: “La Profesa”. “Son 25, entre hermanos y padres. Promedio de edad: 72 años”, detalla.

También le habla de la playa, de la que le dice que le encanta desde cuando era niño. “En un par de horitas te llenas de sol, de sal, de tetas, de arena… y de soledad”, le cuenta a EPI, como describe en sus memorias íntimas a Pérez Iribarne.

En sus relatos, Pedrajas cuenta en recurrentes ocasiones sobre “reflexiones” sobre el celibato con sus pares y algunos provinciales de la Compañía de Jesús. A Pérez Iribarne también le plantea el urticante asunto.

“La soledad en una playa llena de gente no me gusta. Lo he pensado muchas veces, el celibato es soledad. A ratos, una soledad profunda, honda, repleta, sosegada; otras veces, vacía, lerda, inquieta, casi estúpida”.

Hay más nombres de sacerdotes conocidos en el texto.

(13/05/2024)

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Abrazar a El Papirri, rodear el patrimonio tangible de La Paz

Sentido ‘Homenaje póstumo en vida’ para el músico

Las voces y el elenco se toman una fotografía con Manuel

Por Rubén Atahuichi

/ 13 de mayo de 2024 / 07:05

Por dónde comenzar. Por el final. El asistir a un concierto de “El Papirri”, Manuel Monroy Chazarreta, y no escuchar ‘Metafísica popular’ es como comerse una sajta sin llajua o una marraqueta sin queso. Algo falta, se reclama.

Pasó el jueves, y el viernes, en el Homenaje póstumo en vida al cantautor paceño de los rulos rubios y la camiseta de The Strongest. Ya casi había terminado el concierto en el Teatro Nuna, abarrotado de amigos y público de principio a fin, no había metafísica, aunque química en las canciones.

Aunque la canción llegó al final, cada quien le hizo un juego de cintura a las palabras en el homenaje. “Abrazar a El Papirri es rodear el patrimonio tangible de La Paz”, se rindió Tere Morales, que fue parte de las cuatro voces que acompañaron la celebración de los 45 años de música de Manuel.

“Debe ser la única canción del universo que se ha multiplicado”, describió el escritor Javier Jordán en la lectura de homenajes que hizo el actor Sergio Caballero, quien recordó que hace varias décadas, cuando coincidió con Monroy Chazarreta en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, su “amor a primera vista” y para quien actuó en sus crónicas.

El Papirri “es su propia metafísica, porque él solito se acompaña”, dijo en su texto Jordán, para quien Metafísica popular superó el rango de canción para asumir el rango de concepto. 

Es un “artificio verbal”, resumió el poeta chuquisaqueño Gabriel Chávez Casazola, siempre en la lectura de Caballero. “El Papirri es el poeta urbano por excelencia, al menos en la época que le tocó vivir, ver y beber”, dijo en serio.

Una silla vacía, con una camiseta vieja del Tigre esperaba al cantautor. El piano de Luis García y la batería de Mauricio Cardona adornaban el ambiente. ¡Qué vientos de ‘Kicho’ Jiménez!

Abajo, unas mesas numeradas y pizzas, sándwiches, agua, gaseosas y cerveza a la carta completaban la noche. En el pasillo, un DVD inédito de un concierto y ejemplares de Crónicas de El Papirri cerraban el qhatu.

El concierto había comenzado con las piezas cantadas por Segalez, que también acompañó a todos con la guitarra y su voz.

Luego se prendió Christian Benitez, de Negro & Blanco. Comenzó con Hoy es domingo para agradecerle a Manuel la vez que en Vallegrande lo invitó a pisar por primera vez el Teatro Municipal de La Paz. Estrenó En Trinidad, de la composición de El Papirri.

«Hoy es domingo», canta Christian Benítez

Público

Y El Papirri es un pago de risa. “Harta gente no ha venido”, observó, e invitó a comprar sus obras puestas a la venta.

A Vero Pérez, gran voz y casera de Monroy Chazarreta le tocó interpretar Migración y Ego. Suaves melodías que calzaban con su voz. Que “no haya homenajes póstumos sin vida”, auguró, y Manuel la ensalzó con una ensalada de halagos y mimos. “A la Vero”.

Tere Morales le dio voz al Sacudite y a Ingratitud. E improvisó con el músico Alasita. Esta “canción que no estaba en el programa, pero que todos los eneros me pone de moda”, dijo El Papirri.

No faltó la Wakataya y el Bilo Viscarra (Los Bolitas) estuvo para acompañarlo en el extásis.

En el epílogo de la noche sobria del cantautor, el público coreó Ch’utis, de la pandemia. 

Ganaba The Strongest (a Estudiantes). Los tigres aparecieron para recordar al ‘Chupa’ Riveros, cuyas hijas estaban también.

Otro tigre, Ricardo Bajo, dejó unos escritos del imaginario año 2354: “Todos estamos de acuerdo, nos hace falta El Papirri”. 

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El 62,3% de encuestados cree que, cuando la oposición es derrotada, convulsiona el país

Las últimas elecciones generales en el país se desarrollaron el 18 de octubre de 2020, luego de casi un año de régimen de la autoproclamada Jeanine Áñez. Entonces ganó los comicios el actual presidente Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), con el 55,1% de los votos.

Activistas de oposición protestan en los cuarteles contra el 'fraude' de 2020.

Por Rubén Atahuichi

/ 12 de mayo de 2024 / 19:44

Según una encuesta desarrollada entre el 11 de abril y 11 de mayo recientes, el 62,3% de los bolivianos cree que, al ser derrotada en elecciones, la oposición apela a la convulsión.

Con una muestra de 2.000 personas mayores de 18 años en todo el país, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) puso la pregunta del caso a dos bandas: Cuando la oposición pierde elecciones, no reconoce su derrota y está dispuesta a general violencia o cuando la oposición pierde elecciones, reconoce resultado y respeta la institucionalidad.

En el primer caso, el 62,3% respondió que sí y, en el segundo, el 29,7% afirmó que, al contrario, la oposición reconoce los resultados y respeta la institucionalidad. El 8,0% se mantuvo al centro de las posiciones encontradas.

La encuesta de Celag tiene un margen de error de entre +/- 0,9% y +/- 2,2% de acuerdo a la dispersión de distribución.

Las últimas elecciones generales en el país se desarrollaron el 18 de octubre de 2020, luego de casi un año de régimen de la autoproclamada Jeanine Áñez. Entonces ganó los comicios el actual presidente Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), con el 55,1% de los votos.

El entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, desconoció los resultados y consideró que el candidato del MAS ganó los comicios con fraude. Arce “no ganó con 55%, hubo más un millón y medio de votos que han hecho fraude”, afirmó.

Una semana después de las elecciones, un grupo de activistas de oposición se apostó en el atrio de la Octava División de Ejército, en Santa Cruz, para reclamar una “junta militar” de gobierno. También denunciaban fraude.

Las elecciones generales del 20 de octubre de 2019 también fueron consideradas fraudulentas a raíz de la observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), que encontró irregularidades en el sistema informático.

Entonces candidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa tildó al proceso de “fraude monumental” y validó la sucesión de Áñez, ante la renuncia del presidente Evo Morales, como una “sucesión impecable”.

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