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Monday 2 Oct 2023 | Actualizado a 18:02 PM

La parafernalia futbolera sumisa y argentinizada

/ 17 de septiembre de 2023 / 01:23

Las sociedades contemporáneas son cada vez más del espectáculo y del show. Varios factores contribuyen en esta gran reproducción, sobre todo el sistema capitalista salvaje. Los medios de comunicación masiva, incluidas las redes sociales, contribuyen enormemente. Pero, las diferentes formas de identidad se edifican atravesadas por la masiva práctica de la farándula y la banalidad.

A pesar de los cambios sociales de los últimos casi 20 años en el país, la construcción de la identidad nacional —aunque se llama identidad plurinacional— no ha cuajado del todo y más bien ha sufrido fuertes embates por las políticas neocoloniales, como las efectuadas entre 2019 y 2020. La práctica del futbol, de una u otra manera, contribuye a una forma de ser, a las identidades nacionales, aunque cada vez más comercializada y corrompida.

Hace pocos días, la selección boliviana de fútbol (el nombre más preciso sería “selección privada del fútbol de Bolivia”) sufrió goleadas frente a sus similares de Brasil y Argentina. Hay muchas repercusiones por diferentes medios de comunicación sobre estas derrotas humillantes. No sé si los jugadores tuvieron la modestia de anoticiarse de las críticas. Pero con seguridad que están más “bajoneados”, es decir, con los ánimos bajo el suelo. Estos seleccionados tampoco aprendieron algunas técnicas psicológicas de cómo sobreponerse frente a las adversidades.

Pero lo más penoso, el arribo de la selección de Argentina a la ciudad de La Paz tuvo ribetes de sumisión y subordinación extremas. Como el resguardo policial rimbombante o el comportamiento subordinado de muchos ciudadanos bolivianos, lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué tanto endiosamiento a los jugadores y al fútbol argentino? ¿Qué respuesta recibieron estos “arrastrados”? El idolillo Messi no tuvo la gentileza de saludar, por mínima cortesía, a un público que lo acogía. Lo más lamentable, niños y jóvenes fueron los más efusivos y los más desairados.

Chicos/as de colegios y jóvenes comienzan hoy a rebelarse frente a esta parafernalia futbolera, con frases como “faltaba nomás bajarse los pantalones frente a estos italianos” o “cómo podemos ser lambeculos de gente tal alzada”, “¿quieren seguir siendo chupamedias de los argentinos?”. Otras expresiones más directas están pintarrajeadas en algunas calles de la ciudad. Enhorabuena, de simples llunk’us y pordioseros están pasando a grandes animadores de la desalienación cultural y de ser orgullosos de nuestras identidades.

Todos los seres humanos somos iguales, pero ¿qué sucede cuando uno queda atrapado bajo el supuesto de que llegan los mejores que tú? Sabemos que gente como Messi y similares son construcciones de la sociedad del espectáculo y del capitalismo cosificador. Entonces, ¿es tan difícil explicar sobre estos referentes comerciales sin valores humanos ni respeto? Posiblemente sea muy difícil expresar para los charlatanes del fútbol, por la mediocridad demostrada en su formación sobre las sociedades contemporáneas.

Lamentablemente, en este juego de la subordinación entraron las autoridades del gobierno municipal, que mandaron producir un mural de una supuesta igualdad deportiva argentina- boliviana. Qué ingenuidad, de pensar que somos iguales, pero que actuamos como pongos o cunumis de los argentinos.

Urge nacionalizar el fútbol boliviano, ¿será posible apropiarse de la empresa privada del fútbol? No más extranjeros endiosados ni arribistas y mediocres, que solo están en el país para ganar mucho dinero o tener prestigio que no lo tienen en su país.

La base de la nueva selección tiene que ser los jóvenes de los pueblos ancestrales, de lugares alejados de las ciudades y de todo el territorio nacional. En un país donde la dirigencia, como la presidenta de Independiente de Sucre, declara que quieren contratar árbitros argentinos para que actúen mejor y que cobrarían menos que los nacionales, ¿qué se puede esperar? Es una forma de discriminación a lo que somos. ¿Es bueno tener un técnico cuasi octogenario, que apenas puede hablar y no le hacen caso los jugadores? Recuerdo a un extécnico de la selección boliviana, al alemán Edward Virba, quien para que los jugadores estén mejor preparados físicamente para la batalla y el combate en la cancha, les hacía cargar bolsas de cemento en Achocalla. Esta forma de preparar a los jugadores-soldados para la acometida no fue bien recibida. Si queremos contratar, en el peor de los casos, hay que traer gente de primer nivel y no a ilustres desconocidos que vienen a aprender y a hacer sus primeras armas en Bolivia. Jiwas taypitwa mistuñapa wali suma mat’aqirinaka, anatirinaka. Uka llaytha anatirinakaxa utaparuw sarjañapa, ¿ janicha?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

 

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Una sociedad egoísta, contemplativa al dolor

/ 1 de octubre de 2023 / 02:10

Escribir sobre algún acontecimiento difícil que uno ha vivido, no siempre es grato porque es rememorar esos momentos de dolor pasados. Hoy la sociedad boliviana, y particularmente la ciudad de La Paz, atraviesa por momentos muy difíciles. Oímos maltratos atroces a las mujeres, niños/as ancianos/as, que suceden todos los días y en varios casos con muertes espantosas. También escuchamos del maltrato a los animales, en pasados días se produjo la muerte cruel de un can en la ciudad de Santa Cruz. Ni qué decir de los atropellos. Hace pocos días un niño estudiante en la ciudad de El Alto sufrió un accidente, sin recibir auxilio, menos del infractor, en fin. ¿Es normal que sucedan estas prácticas perversas día tras día? A los que les gusta las estadísticas, les encanta decir que las ciudades no duermen, que siempre están en movimiento, incluidos los datos de los accidentes, que pasan a ser simples números de los dolores de los seres vivos.

Hace algunos días el dolor de un perrito, que fue atropellado por un conductor necio, me llevó a sentir ese sufrimiento y buscar auxilio de algún veterinario/a. Ver al can maltratado en una de sus patitas y tendido en el pavimento de una avenida, me dejó muy triste e impotente. No escatimé para ir en su auxilio. Lo vi muy asustado y apenas podía caminar, le dimos agua, intentando que pruebe un sorbo; pero estaba tan asustado que solo nos mostraba sus dientes, suponiendo que podíamos seguir maltratándolo.

Decidimos buscar a algún veterinario/a para que le ayudara inmediatamente. No fue muy sencilla esta decisión, pues la veterinaria más cercana estaba cerrada. Hasta que ubicamos otra, pero con mucho estupor. Después de contarle del hecho y pedirle si podía asistirlo, el veterinario me dijo “no puedo, estoy esperando una visita”. Pero, al ser preguntado sobre cómo debería procederse inmediatamente ante un can atropellado, no hubo respuesta.

¿El médico veterinario aludido no aprendió los primeros auxilios en el tratamiento a los animales? Si no sabe lo más elemental en los primeros auxilios, ¿será un médico veterinario? Es posible que me haya topado con un gran embaucador y no un veterinario. ¿El Ministerio de Salud realiza algún control para saber si en los centros de atención para animales trabajan médicos especializados? ¿El gobierno municipal de la ciudad de La Paz tiene otras formas de control sobre estos locales? ¿Existe alguna institución de denuncia sobre estos hechos?

Ante esta negativa del posible estafador, proseguí con mi búsqueda de otro samaritano de los animales y visité un local conocido que atiende a canes y gatos. Luego de reiterar lo que sucedió y preguntarle si podía auxiliarle. La respuesta fue “no puedo, estoy sola en la atención”. Al final, me dio la referencia de Animales SOS, expresando que es una entidad que atiende este tipo de necesidades. Apenas me facilitó un par de números de teléfonos de la institución nombrada, al llamar nadie contestó. Por si acaso, las “clínicas veterinarias” aludidas están ubicadas en el sector norte de la ciudad, más exactamente sobre la avenida Quintanilla Zuazo.

¿Qué deduzco de este intento de buscar asistencia médica para un perrito atropellado? No existe ningún cariño hacia los animales por parte de los “médicos/as veterinarios”. A lo mejor haya alguien con quien no me topé. Solo vi reacciones frías y de profunda insensibilidad. Al ver que el animalito maltratado fue llevado a su local, ¿pensaron que no se les iba a pagar? Claro que iba a reconocerles la atención. Pero creo que ni pagándoles se sensibilizarían.

Si no existe cariño ni voluntad de atención, ¿por qué estudiaron para ser veterinarios? Con las respuestas recibidas es posible pensar que la atención en estas clínicas para animales esté plagada de “negligencias médicas”. Como no hablan los animales, no sabemos si la curación o el tratamiento son adecuados y efectivos.

Hay que pensar que la ciudad de La Paz cada vez necesitará compartir la vida con los animales, sobre todo con los perros y gatos. Además de las wak’as y otras espiritualidades andinas. ¿Podremos convivir con todos ellos? Creo que es preciso que los centros de salud pública incorporen a algún buen veterinario/ a para que pueda brindar alguna asistencia y control efectivo a los animales.

Nuestra sociedad no puede imitar a otras insensibles. Los animales, las aves… también tienen el derecho de vivir en la ciudad y ser atendidos como seres vivos. ¿Cómo educamos a los irresponsables que abandonan a sus mascotas o a los conductores imprudentes que no piensan que conducen una máquina y se pueden convertir en asesinos? Uka q’iyir jaqinakaxa janiw suma apnaqapkiti. Aniturunakaruxa taqqhatañak munapxi, ¿ janicha ukhamaxa?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Garibay y los ‘pichhiruchis’ de la selección boliviana

/ 3 de septiembre de 2023 / 00:50

Algunos deportes en las sociedades contemporáneas, más allá de ser un simple ocio, se han convertido en referentes de las identidades y las representaciones nacionales. Sin lugar a dudas, el fútbol es uno de los más populares, aunque su enorme fama está cada vez más cuestionada, porque al parecer está muy vinculado con el dinero mal habido o negocios turbios, razón que explicaría por qué mueve tanto dinero a nivel mundial. El fútbol profesional boliviano atraviesa por un nuevo escándalo, de estar subordinado a mafias delictuosas, con actores como dirigentes, futbolistas, árbitros, periodistas y medios de comunicación. Pero hay otros deportes como el atletismo que no están tan masificados como el fútbol, aunque cada vez es más necesario su práctica, por el excesivo sedentarismo de los habitantes de las ciudades.

El domingo 27 de agosto en Bolivia, mientras unos aguardaban el partido amistoso de la selección nacional frente a Panamá, el orureño aymara Héctor Garibay Flores, triunfaba en la versión 40 de la maratón realizada en la ciudad de México, con una nueva marca de 2:08:32. Pude ver la maratón citada y la participación del compatriota. Al inicio los que trasmitían por un canal local de la ciudad, casi daban por hecho el triunfo de los atletas africanos y particularmente de Kenia. Al oír estas insinuaciones, me pregunté: ¿Qué pasó con el atletismo mexicano y sobre todo de los/as fondistas de alta competición? Recuerdo que hace algunos años, las élites del atletismo mexicano venían a prepararse a Bolivia y particularmente en Copacabana. Esta preparación en la altitud de 3.700, 3.800 metros sobre el nivel del mar les llevó a grandes participaciones mundiales. Al ver a Héctor Garibay corriendo y rodeado de 10 africanos, nuevamente la pregunta fue: ¿No hay ningún mexicano en ese primer pelotón? ¿Por qué no están los/as famosos/ as “pies ligeros” del pueblo ancestral Raramuris de México en esta competencia?

Los relatores mexicanos comenzaban a tomar muy en serio a Garibay, cuando éste ya superaba los 21 km de competencia, es decir, la mitad de los 42 km. Fue tan gratificante ver a Héctor, sereno, muy seguro de su estrategia y sobre todo preparado físicamente para continuar con un ritmo tan exigente. Por supuesto que la llegada de Héctor al Zócalo mexicano fue de lo más emocionante para todos nosotros. Nos hubiese gustado que mujeres atletas del país arriben también triunfadoras, será en otra.

Hoy algunos medios de información brindan algo más de noticias sobre quién es y quién lo entrena, etc. Quiero destacar el trabajo silencioso de la guía, de la entrenadora de Héctor, Nemia Coca Yampara y su esposo. Nemia, otrora gran atleta orureña que representó al país en competencias a nivel internacional. Lo que se destaca en el forjamiento de Héctor es la falta de recursos económicos, como pasó también con Nemia. Pero no es la gran limitante para triunfar como lo demostró la gran entrenadora, hoy formando con condiciones similares a Héctor Garibay, David Ninavia, Vidal Basco, Daniel Toroya y Ana María Marza, entre otros/as.

Después de oír las declaraciones de Garibay, uno deduce que fue “raleado”, ¿porque es un indio taxista? La mezquindad, muy común de las autoridades que regentan el deporte en el país, fue la que acompañó a Garibay. Solo aparecen “los figurines” cuando alguien triunfa y así se da con Héctor. Aparecen hasta empresarios queriendo pasarse como los muy dadivosos. Héctor y su entrenadora tendrán que evaluar de quiénes aceptan el apoyo, porque no todos son desinteresados.

Qué gran diferencia con lo que ocurre con los futbolistas de la selección nacional, una mayoría de ellos forrados de mucho dinero, y lo demuestran conduciendo autitos de lujo. Pero estos selectos no muestran ni ser profesionales y menos pundonor deportivo. Oí en un minibús a unos jovencitos comentar después de la derrota vergonzosa sufrida ante Panamá: “¿Quién más va a creerles a estos pinches phichhiruchis, a estos chichilitos que viven cayéndose en la cancha de todo y nada?” Además, expresaban risueñamente “ni huevos tienen para pedirles que hagan alguito”.

Hoy que vemos a muchachitos/as de las escuelas tomar minibús o taxi para no andar dos cuadritas, es preciso alentar el caminar, el recorrer las calles corriendo, que es otra forma de hacer atletismo. Gracias Héctor, gracias Nemia y a todo su equipo por hacernos sentir que los pobres no necesitamos mucho dinero parar triunfar, y también fuera del país. Nuestra voluntad y nuestras condiciones físicas están aptas para recorrer el mundo y enfrentar en la batalla atlética a cualesquiera. Jallalla Héctor Garibay y la entrenadora Nemia Coca. Wali askiwa jilata Héctor Garibay, México jach’a markana wali suma jalawayi, nayraqataruw puriwayi.

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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La rebelión del THOA en la Feria del Libro

/ 20 de agosto de 2023 / 01:28

Cada vez el quehacer cultural encuentra menos apoyo. La ciudad de La Paz no tiene un lugar adecuado para realizar la Feria del Libro. El actual campo ferial no reúne las condiciones para albergar a tan importante evento. Por ejemplo, el 7 de agosto no se pagó por el ingreso, pero la pasarela que lleva al Chuquiago Marka estaba abarrotada de gente y temblaba por el excesivo peso. Menos mal que no pasó nada, pero podía haber ocurrido alguna desgracia. ¿Se esperará que pase alguna tragedia para subsanar este puente por donde apenas se pueden cruzar dos personas?

Los que promovieron la feria número 27, la Cámara Departamental del Libro, estaban más empeñados en ganar mucho dinero que en difundir las obras de nuestros escritores y creadores. Por este razonamiento comercial siempre nombran cada año a algún país como invitado especial. Alguna vez, ¿invitarán a algún pueblo ancestral, a alguna institución cultural, como invitados de honor? No creo que apuesten a otras maneras de pensar, creo que aún no entienden la existencia de los pueblos milenarios y otras comunidades del presente, que hoy se constituyen en la esperanza de la humanidad.

Los medios de comunicación apenas cubrieron la feria y el canal del Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización no optó por la opción de transmitir, al menos las presentaciones de los libros. No tenemos una ley de culturas en el país, en fin. Los medios de comunicación masivo cuentan con grandes charlatanes sobre el fútbol y la farándula, pero casi nada sobre las diferentes manifestaciones culturales, como los libros y sus autores, las investigaciones sociales, históricas, los creadores del arte, etc.

La Cámara Departamental del Libro de La Paz tuvo una actitud racista y discriminadora contra el Taller de Historia Oral Andina (THOA), institución conformada por investigadores y escritores de origen ancestral, que este año cumplirá 40 años de lucha contra todas las formas coloniales del quehacer intelectual y académico. El THOA solicitó formalmente su participación en la feria y fue aceptada. Sin embargo, casi al inicio, fuimos denegados de nuestra suscripción. ¿Cómo llamar a esta mezquindad? Este primer atropello lo subsanamos con la solidaridad de una escritora, que nos cedió un pequeño espacio. Así iniciamos nuestra presencia en la feria 27 en condición de wajchas o huérfanos y “raleados”.

La Cámara publicó digitalmente la programación oficial de las presentaciones de los libros en la feria. Sin embargo, cambiaron repentinamente los horarios, sin respetar el orden. En este último hecho se repitió el egoísmo de la encargada de organizar las presentaciones de las publicaciones. Habían adelantado en una hora respecto de la programación inicial. Tuvimos la intención de subsanar el inconveniente, sugiriendo que se recorriera media hora a todos los proyectados en una de las salas. Lamentablemente no se aceptó, arguyendo que estaba programada la participación de la Embajada de Francia, uno de los invitados y auspiciadores de la feria. Aquí hay una gran interrogante. ¿Los organizadores actuaron con la clásica sumisión colonial frente a un país extranjero y auspiciador? Lo que sí se constató es la actitud tozuda y arrogante. Fue como decir “estos indios/as del THOA que esperen cuatro horas para presentar su obra”. Es decir, al final de las exposiciones. En fin. Esto es una forma de discriminación y racismo cultural y nada nuevo en nuestros ámbitos sociales.

Esta condición nos llevó a la presentación de los libros del THOA previstos, cerca de ese espacio prestado y en pleno pasillo del segundo piso del bloque amarillo. En medio de los “autores independientes”, que fueron una especie de “raleados”, los discriminados o racializados de la Cámara. En este espacio estuvieron obras de connotados escritores, investigadores. Es decir, de los verdaderos creadores de ideas y productores intelectuales del país.

Agradecemos públicamente a Alejandra, hermana filósofa, por acogernos solidariamente y acompañarnos en esta lucha. En esta área “raleada” de diferentes comunidades intelectuales encontramos el verdadero respaldo. Fue increíble que en pocos minutos tuviésemos un pequeño parlante y algunas sillitas. Así se hizo la presentación a viva voz de nuestros libros.

Agradecemos al periodista Ricardo Bajo, quien, en su nota del 4 de agosto en LA RAZÓN, dice: “A ratos me olvido que esto no es una feria del libro…” Esta claridad de que no es una feria la organizada por la Cámara departamental nos obliga a pensar en realizar “otra feria” donde estén presentes los creadores e intelectuales y que más que pensar en vender y vender, cobrar entradas… haya formas de llegar a los ciudadanos, incluso con el intercambio de los libros.

Otras denuncias. La presentación del libro de la connotada socióloga Silvia Rivera Cusicanqui también fue negada por la Cámara y se presentó en el mismo lugar que lo hizo el THOA. En las redes sociales circuló un pronunciamiento de la Asociación de Escritores de Bolivia (Escribo) contra la Cámara. Muestra su profundo malestar por la actitud arbitraria y abusiva con los intelectuales y escritores del país. Ma pitaya utt’ayasiñani yaqha qhathu panka. Ch’amañchañaniya jilatanaka, kullakanaka. Jallalla THOA!!

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

 

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Los ‘agujeros blancos’ del fútbol boliviano

/ 6 de agosto de 2023 / 00:29

La reciente acción del narcotraficante uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera, que se escondió o aún se oculta en Bolivia como dirigente, futbolista, colocan nuevamente el tema sobre cómo el mundo futbolístico puede ser penetrado y usado para actos delictivos de gran envergadura. Según información pública, Marset conformó el club Los Leones de El Torno, con el que participaba de torneos de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), en Bolivia.

La ACF tuvo que salir al frente de la noticia, declarando que “ante una posible participación del principal investigado en nuestro torneo, estamos dispuestos a cooperar con las investigaciones”. En delincuentes como Marset es posible pensar su relación con clubes profesionales del país, ¿algunas de Santa Cruz u otros departamentos? El tema no es nuevo en el mundo del fútbol. Casos de esta naturaleza se dieron activamente en Colombia y México, aunque no descartamos que haya otros malhechores como Marset en otros países.

Hoy el futbol, ahora con el empuje activo de las mujeres, mueve millones de dinero en el mundo y es muy difícil saber si ese dinero o parte de esos recursos sean malhabidos o no.

Hace años se decía que los ingresos económicos provenían del aporte de los socios de los clubes, pero se esperaban mayores ingresos de las recaudaciones en los estadios. La televisación de los partidos de fútbol en directo ha cambiado esta figura, ¿pero será que la televisión genera tanto ingreso para pagar a los clubes? O alguien, como Marset, ¿financia muy camufladamente a estos auspiciadores?

Parece que a la FIFA no le llama la atención la danza de millones de dólares, euros, etc., ¿provenientes del narcotráfico? ¿la FIFA combatiría dineros o apoyos financieros de narcotraficantes? La FIFA ha institucionalizado el reconocimiento a una élite futbolera bien remunerada, que disfruta no solo del prestigio social, sino también de trivialidades, como ser referentes de anti-valores deportivos o potenciales de estos. El fútbol de hoy es como un espejo societal que ha generado anti-valores, aunque se diga que han sido forjados con el sacrificio y el trabajo, cuando en realidad son acciones de la sociedad del espectáculo de la modernidad occidental.

Otro caso llamativo en el ámbito nacional son los escándalos de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol). El exsecretario general David Paniagua fue enviado a la cárcel, con detención preventiva. El dirigente de los futbolistas es acusado por los delitos de estafa con agravantes de víctimas múltiples. La denuncia se realizó por el hijo del exentrenador Marcos Ferrufino, ya finado, quien no recibió el monto de dinero de los clubes Sport Boys y San José. Además, se sumaron otras denuncias en contra de Paniagua.

La Fabol declaró persona no grata a Fernando Costa, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), quien respondió diciendo que estaba “contento por ser declarado persona no grata por mafiosos” de la organización citada. Costa hizo referencia, con documentos en mano, que el directivo de la Fabol, Paniagua, recibió en su cuenta diversos depósitos bancarios de los procesos de los jugadores.

Para no perder mayor credibilidad, la directiva de Fabol pidió de manera pública disculpas al presidente de la FBF, Costa, por los improperios citados. Lo más extraño es que Fabol esté representado por exfutbolistas, ¿no es posible que el profesional futbolista se represente a sí mismo? ¿Por qué tienen que recurrir a otro sector, en este caso a futbolistas jubilados? ¿son tan incapaces de que el futbolista en ejercicio se represente a sí mismo mediante sus sindicatos? Esta supuesta incapacidad del futbolista en ejercicio ha generado que los ex no solo les representen, sino que terminan usufructuando dinero y hasta corrompiéndose solapadamente.

Sabemos que el Estado no puede entrometerse en asuntos de la FBF, porque así está estipulado en la FIFA. ¿Qué hacer frente a organizaciones que manejan tanto dinero, quizás malhabido? ¿será que pagan los impuestos de la gran cantidad de dinero con el que se realizan transferencias de jugadores e incluso los sueldos tan exorbitantes de los futbolistas y directores técnicos? Uka jach’a mat’aqir jaqinakaxa, janjamakiwa suma qhana irnaqapkiti. Jach’a lunthat jaqinakampiwa mayachasitapxi.

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Chuqiyapu Marka y La Paz, ciudades en conflicto

/ 23 de julio de 2023 / 00:17

Cada cierto tiempo reaparece la pugna, la larga pulseta de dos ciudades superpuestas. Por un lado, la ciudad ancestral de Chuqiyapu marka, instaurada por aymaras, quechuas, urus y pukinas, frente a otra ciudad llamada nuestra señora de La Paz, fundada por los españoles en la época colonial. La Paz, aun pretende ser hegemónica sobre Chuqiyapu Marka o al menos subordinarla; pero Chuqiyapu marka aún tiene vida y hoy se reproduce en las nuevas generaciones urbanas.

La fiesta del 16 de julio tiene enormes connotaciones políticas y culturales y, es el gran conflicto de estos últimos años. Este 2023 fue de lo más visible la pugna histórica y política. Los actos protocolares fueron organizados por el gobierno municipal, que representa a algunos sectores sociales racistas y conservadoras del departamento. Estas autoridades y sus seguidores celebraron la verbena paceña, bajo la consigna de la sociedad del espectáculo y la embriaguez total, ¿esto es el bien común, este es la ciudad en movimiento? Se gastó mucho dinero en la organización de la diversión, cuando a unos pasos de este hecho, en el Mercado Lanza, no existe un solo basurero y menos una limpieza adecuada, como debería ser en un mercado público. ¡Qué paradoja! gastar tanto dinero para emborrachar-se, pero no hay peculio para unos cuantos vertederos. El otro acto fue organizado por el Gobierno del Estado Plurinacional y algunos/as asambleístas departamentales. Aquí primaron los homenajes de salón y el desfile cívico, sin cuestionarse por qué la tea de Murillo tiene que ser olvidada.

¿Cuál es el tema de fondo? La historiografía murillista se fue disipando en estos últimos años. El accionar “heroico” de Pedro Domingo Murillo, que fue parte de la junta tuitiva de 1809, ya no tiene mayor sentido. Es decir, Murillo ha pasado de ser un “héroe” a un villano antiindio, en una ciudad ancestral.

Varias investigaciones profundas, muestran a Pedro Domingo Murillo vinculado con los colonizadores españoles y en contra de Tupak Katari y Bartolina Sisa, en el levantamiento anticolonial más importante de 1781. Este es el perfil nefasto del “caudillo libertario” de 1809. El movimiento indio de los andes, ha retomado con más fuerza estas ideas anticoloniales, sobre todo en la ciudad de Chuqiyapu marka.

En las redes sociales, se abrió más cuestionamientos a los actos del 16 de julio. Es llamativo que muchos barrios, incluida las llamadas “residenciales” o de la clase media, situadas sobre todo en la zona sur, tengan denominaciones aymaras castellanizadas. Por ejemplo, Calacoto de Qalaqutu, Cota cota de Quta quta, etc., pero desde esas zonas continúa el espíritu del desprecio a los habitantes ancestrales.

Amplificando sólo a la ciudad de La Paz, los medios de comunicación, difundieron nuevamente algunas composiciones cuestionadas, como el tango llamado Illimani, ¿qué relación hay un tango argentino con una ciudad india? Néstor Portocarrero, el autor del tango citado, emulaba a algunos barrios con una música y danza foránea. Hasta el hartazgo se habla y se enaltece a la “cholita paceña”; pero es llamativo que se la representa (por ejemplo, casi todos los ballets de música y danza folclórica) haciendo sólo alusión a las cholas mestizas y patronas. Pero no se reivindica a las cholas indias aymaras, quechuas, que no usaban botas, como se simboliza actualmente.

Incluso el término de kolla, adquiere cierta notoriedad. Pero ¿quién es el kolla? ¿Es el paceño mestizo que quiere olvidar su pasado indio? ¿es el aymara, quechua, orgullosos de sus raíces culturales? Incluso se hace remembranzas a términos como el de ch’ukuta y “pico verde”. Pero ¿quiénes es el ch’ukuta y el “pico verde”? Hace varios años se decía que el paceño también era liberal.

¿La Paz, está subsumiendo lo indio de Chuqiyapu marka? La proliferación de la construcción de edificios y más edificios es signo de la modernidad colonial paceña, aunque paralelamente, existe toda una dinámica cultural espiritual potente de los/as indios aymaras y quechuas urbanos, que siguen creyendo en sus wak’as, aunque varias wak’as están siendo extirpados mediante la destrucción de los cerros sagrados.

El gran reto es ¿cómo construir desde dos ciudades contrapuestas, una ciudad-es para todos? Tarea muy difícil pero no imposible. Un punto de partida es reconocer las luchas indias, por ejemplo, de Julián Apaza y Bartolina Sisa de 1781. Lo cual supondría que haya festejos por el cerco de Chuqiyapu Marka a La Paz. Incluso cambiando el nombre de la plaza Murillo, que sería una manera de desagraviar a Bartolina Sisa y Gregoria Apaza, que fueron cruelmente humilladas en este lugar, antes de ser ejecutadas, en fin. Juk’at juk’atwa qhasntayasktanwa khititanasa Murillu jaqixa. Jupaxa wali ch’uxña, achachil Tupa katariruw wali uñisiritayna. Ukat jichhurunakanxa arsusiñasawa.

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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