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Wednesday 1 May 2024 | Actualizado a 07:25 AM

Bolivia y el Mercosur

Un proceso de integración supone un objetivo muy interesante al englobar segmentos de mercado muy diferentes

Ranulfo Prieto Salinas

/ 29 de diciembre de 2023 / 06:49

La Integración económica es un proceso de dos o más países que proceden a la abolición gradual o inmediata de barreras económicas, con el propósito de establecer un solo espacio comercial. Teóricamente, se establecen seis etapas o grados de integración: zona comercial preferente, zona de libre comercio, unión aduanera, mercado común, unión económica e integración económica.

La Unión Europea ha superado los cuatro grados de integración y se encuentra en el proceso de unión económica. Se han dado grandes pasos en el proceso de unión monetaria, con la puesta en circulación de una moneda común, el euro, y la aplicación de una misma política monetaria entre los países miembros.

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El Mercado Común del Sur (Mercosur) fue fundado en 1991 por cuatro países: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Bolivia, después de un proceso largo (16 años) fue aceptado como miembro pleno el 7 de diciembre de 2023. Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam son Estados asociados.

Los objetivos del Mercosur apuntan, a través de la integración, a propiciar un espacio común de libre circulación de mercancías, servicios, personas y capital que generará oportunidades comerciales y de inversiones en función a sus ventajas comparativas y competitivas de las economías nacionales al mercado internacional. Asimismo, los miembros armonizan su legislación comercial, fijando normas conjuntas a nivel laboral, sanitario, financiero, protección de los consumidores y empresas.  

Las fortalezas del bloque son que posee un territorio de casi 15 millones de kilómetros cuadrados, cuenta con una gran variedad de riquezas naturales fértiles. Su mayor riqueza reside en su población, más de 295 millones de personas, (cerca del 70% de América del Sur). Siete de cada 10 sudamericanos son ciudadanos del Mercosur. Es considerado como una potencia económica, con un PIB de $us 2.475 millones, lo que representa el 82,3% del PIB total de Sudamérica.

En relación a Bolivia, más del 50% del comercio exterior se realiza con países del Mercosur, comparte el 72% de sus fronteras y el 60% de sus migrantes viven en los países del bloque.

Además de la importancia económica que representa el Mercosur en toda América Latina, conlleva una relevancia geopolítica de gran magnitud, ya que dos de sus integrantes, Argentina y Brasil, son miembros del exclusivo G-20, lo cual conlleva tener intercambio comercial con la Unión Europea, Asia, Estados Unidos y Canadá. En el caso de Brasil, pertenece al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, economías emergentes), que concentran el 40% de la población y el 20% del PIB mundial, y producen más de un tercio de la producción de cereales en el mundo.

Entre los desafíos está que se debe adecuar la estructura arancelaria a la del Mercosur, especialmente al Régimen de Origen del Mercosur (ROM), constituido por un conjunto de requisitos y procedimientos con el fin de determinar si un producto califica o no para otorgar el tratamiento preferencial, que incluye la eliminación de aranceles que gravan el comercio intrarregional. La armonización de políticas macroeconómicas, cuyo efecto dará mayor credibilidad al proceso de integración.

En relación a la infraestructura, Bolivia tiene problemas de desigualdad y deficiencia en muchas áreas, lo cual debe priorizar el Gobierno. Una sólida sincronización de las políticas macroeconómicas, ya que es muy difícil coordinar la reacción de las políticas frente a las perturbaciones externas. Asimetrías en cuanto a la productividad, derivadas de los distintos grados de desarrollo e industrialización.

La regionalización de la lucha contra el narcotráfico y la creación de una brigada para combatir los incendios fueron propuestas por el presidente Luis Arce, durante su intervención en la 63ª edición de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur.

Como corolario, podemos enfatizar que un proceso de integración supone un objetivo muy interesante al englobar segmentos de mercado muy diferentes, lo que se traduce en oportunidades para innovadores, inversiones, nuevos mercados de trabajo, mejores condiciones sociolaborales y, obviamente, para el crecimiento y el desarrollo del país.

(*) Ranulfo Prieto Salinas es economista

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El MESCP, más vigente que nunca

El presupuesto para la inversión pública en 2023 es de $us 4.006 millones, pilar del MESCP

Ranulfo Prieto Salinas

/ 30 de mayo de 2023 / 07:51

La implementación del modelo neoliberal, bajo el DS 21060, no logró cambiar las condiciones socioeconómicas, provocando las primeras señales de hartazgo en nuestro país.

El Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) nace con el propósito de erradicar el modelo primario exportador. Un patrón de acumulación basado en la producción y exportación de materias primas de bajo valor agregado, desde los países periféricos hacia las economías del centro. El MESCP identifica cinco crisis en el sistema capitalista: energética, alimentaria, climática, financiera y de políticas macroeconómicas. La crisis financiera comenzó a enunciarse a fines de 2007 y alcanzó su punto culminante en el último trimestre de 2008, especialmente en el tema inmobiliario.

 Por tal motivo, Bolivia puede autoabastecerse en la producción de alimentos, energía y establecer un clima económico diferente a las recetas del FMI, basadas en el ajuste estructural, lo cual ahonda las aspiraciones de equidad y del vivir bien.

El MESCP establece cuatro sectores estratégicos generadores de excedentes económicos: hidrocarburos, evaporíticos, minería y electricidad, cuyo principal actor es el Estado, con el fin de redistribuir este excedente y traducirlo en la industrialización, mejorando los niveles de ingreso, empleo, vivienda, etc.

Con la aplicación del MESCP, Bolivia elevó su PIB de $us 9.500 millones en 2005 a $us 40.000 millones en 2022, alcanzando un crecimiento anual promedio del 4,7% en el periodo 2006-2019, constituyéndose en un referente en la región, liderando el crecimiento económico en 2008, 2013, 2015, 2016 y 2018. Se ha logrado disminuir la pobreza moderada de 60,6% en 2005 a 36.3% en 2022, y la pobreza extrema de 38,2% a 11% en el mismo periodo.

La empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) cerró 2022 con un ingreso de Bs 555 millones por ventas de carbonato de litio y cloruro de potasio, consolidándose la explotación de los recursos evaporíticos, haciéndose realidad la industrialización y la sustitución de importaciones. La industria petroquímica opera al 100% y exportó 313.933 toneladas de urea por $us 186 millones.

En 2022, la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania perturbaron a la economía mundial y a consecuencia de ello en muchos países los sectores afectados fueron el de alimentos y combustibles, en los que hubo una escalada de precios. Sin embargo, Bolivia fue el único que tuvo bajo control los precios y resaltó por tener una de las tasas de inflación más bajas de la región y del mundo.

El MESCP sigue vigente, a pesar del gobierno de facto (2019-2020) que promovió la aplicación del modelo neoliberal y realizó una mala administración de la pandemia, nuestra economía sufrió efectos desastrosos: el PIB al tercer trimestre de ese año registraba un crecimiento negativo del 12,6%, aumentó la pobreza, el hambre, el desempleo, y la actividad económica al cierre de 2020 registró una contracción del 9%.

Instalado el gobierno de Luis Arce en 2020, el MESCP fue reactivado, alcanzando un crecimiento del PIB de 6,1% en 2021, por encima de Brasil, Uruguay, Paraguay y Ecuador; al segundo trimestre de 2022, alcanzó 4,1%, y una previsión para 2023 de 4,3%.

 El presupuesto para la inversión pública en 2023 es de $us 4.006 millones, pilar fundamental del MESCP, el cual mediante el crédito SIBOLIVIA inyectó hasta diciembre del año pasado Bs 1.268 millones en beneficio de 9.342 productores, para la sustitución de importaciones. Por tal motivo, Bolivia dejó de importar 200.000 toneladas de alimentos y bebidas, gracias al fomento de la agricultura.

 Por eso el MESCP sigue vigente, porque cumple sus objetivos y mejora los problemas económicos estructurales y sociales heredados del viejo modelo neoliberal. 

(*) Ranulfo Prieto Salinas es economista

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