Potencial turístico en Bolivia
Rolando Kempff Bacigalupo
Bolivia necesita —con mucha urgencia— mejorar sus ingresos de divisas para garantizar su desarrollo. El país tiene un gran potencial turístico que puede generar suficientes ingresos para atender las necesidades nacionales.
Nuestra riqueza turística es variada y diversa, y los reconocimientos internacionales múltiples. Solo como ejemplo me permito señalar algunos logros de La Paz:
Diciembre de 2014, La Paz fue reconocida como una de las siete ciudades maravilla del mundo, entre 1.200 postuladas.
Febrero de 2015, la National Geographic ubicó a la ciudad de La Paz en tercer lugar, de entre diez urbes del mundo, con mejor y más intensa vida nocturna por sus diferentes ofertas de diversión a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
En 2019, World Travel Awards reconoce a La Paz como mejor destino emergente de Sudamérica 2019, que se refiere a “los destinos que ofertan nuevas formas de turismo o ciudades con tendencias que se están visualizando en el panorama mundial”.
En el vigésimo sexto concurso anual ‘World Travel Awards Latin America 2019’ Bolivia ganó la nominación de Mejor Destino Verde del continente, gracias al Destino Rurrenabaque: Madidi-Pampas. Este premio es el resultado del esfuerzo de toda una región que apuesta por un turismo sostenible y responsable que preserve el patrimonio natural y cultural.
Hace pocos días, los Premios Travellers Choice, Destinos que marcan tendencia en el Mundo en la plataforma digital Tripadvisor, ubicaron a La Paz entre los 19 destinos turísticos del mundo. Los empresarios del sector turismo del país piden aprovechar esta nominación y promocionar, no solo a La Paz, sino al país entero.
Durante el 2023, al Perú ingresaron 2,5 millones de turistas internacionales, que representó un crecimiento interanual del 25,7% y superó las proyecciones iniciales, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de ese país.
Así, el turismo aportó más de 8.000 millones de dólares a la economía peruana durante el 2023, cifra que muestra la trascendencia de esta actividad para el país vecino.
Ese mismo año, el turismo en Bolivia, pese a su reactivación, generó ingresos económicos por algo más de 700 millones de dólares —menos del 10% que generó en el mismo año en Perú—, superior a los 530 millones de dólares del 2022 expresó el viceministro de Turismo, Hiver Flores.
En 2022 llegaron al país al menos 724.035 turistas extranjeros, mientras que en 2023 la cifra llegó a 997.594 visitantes y para el 2024 se perfila superar ampliamente esos datos con políticas para impulsar y consolidar la industria sin chimeneas.
La Razón publicó hace pocos días que la Organización Mundial del Turismo (OMT), con sede en Madrid, informaba que el turismo mundial recuperará este año su nivel prepandemia de la COVID-19, luego de un buen 2023 para el sector en prácticamente todas las regiones, incluido el continente americano.
Unos 1.300 millones de turistas viajaron al extranjero el año pasado, frente a 900 millones en 2022 y 450 millones en 2021.
La cifra del año pasado equivale a un 88% del nivel en 2019, antes de la pandemia, año en el que viajaron por el mundo 1.460 millones de turistas, lo que fue un récord, dijo la agencia de la ONU especializada en ese sector.
El primer paso para promover el turismo en Bolivia es mejorar la infraestructura caminera, así como la promoción de sitios turísticos que son valorados, como el Salar de Uyuni, el cual se ha posicionado por sí mismo en el contexto internacional. El acceso a sitios turísticos es fundamental, así como la preservación de espacios que pueden ser potenciales atracciones en el futuro. También es importante poder dialogar con las comunidades para que ellas también puedan promover sus economías.