Saturday 27 Apr 2024 | Actualizado a 06:04 AM

Acuerdo Gobierno-empresarios

Horacio Valle

/ 26 de febrero de 2024 / 06:54

El acuerdo firmado entre el Gobierno y el empresariado ante la situación económica actual, que toca aspectos relacionados a exportaciones, subvención al diésel, incentivos a la inversión privada y tributarios para el cambio del parque automotor, entre otros, ha desatado una ola de opiniones a favor y en contra, al considerar que son medidas insuficientes, lo cual llama a la reflexión sobre este tema.

Al respecto, algunas personas argumentan que se debe reducir el gasto público, otras señalan que en los 10 puntos alcanzados en el acuerdo no se tocaron “puntos neurálgicos” para la economía, como la inversión pública para la generación de fuentes de trabajo, y otras califican a estas medidas como extemporáneas. Sobre estas opiniones, se debe indicar que no correspondía que se traten las dos primeras en el marco de la reunión y las metas previstas, debido a que este tipo de cuestiones conciernen al programa fiscal gubernamental y su presupuesto de la gestión en curso, por lo cual este aspecto deberá ser tratado por los órganos Ejecutivo y Legislativo; además de ser contradictorio pedir que se reduzca el gasto público por un lado, y por otro se exija incrementar la inversión pública.

No obstante, dentro los acuerdos logrados, como la subasta de diésel a grandes compradores, la agilización en la importación de diésel para empresas privadas para su propio consumo, la promoción de la inversión privada en plantas de biodiésel y la gestión de una ley de modernización del transporte de carga, se libera en cierta medida al Estado de cargas como la subvención al diésel, además de buscar la eficiencia en su empleo con la promoción de una ley del sector que permita mejorar el transporte de grandes volúmenes de carga.

Así, el precio al constituir la síntesis de información de una vasta interacción entre agentes en los mercados; cuando se incrementa, se producen dos efectos importantes: el primero se relaciona a la sustitución del bien que tuvo un alza en su precio y el segundo se manifiesta en el aumento en su eficiencia al usarlo, toda vez que el consumidor buscará soluciones que optimicen la eficiencia en su empleo, como la aplicación de nuevas tecnologías o mejoras organizacionales, por mencionar algunas, lo cual generará efectos positivos en las distintas empresas.

Sobre si la medida fue asumida oportunamente, es necesario considerar que las empresas privadas representadas por los distintos entes de asociación y cámaras, manifestaron su conformidad con los acuerdos alcanzados, toda vez que se encuentran actualmente operando y son capaces de financiar sus pasivos operativos y financieros, en razón que no se demandaron soluciones adicionales para este tipo de obligaciones, motivo por el cual resulta difícil comprender el desacuerdo de ciertas opiniones vertidas que no provienen de los actores directamente involucrados.

Finalmente, si bien podemos avizorar que se necesitan medidas adicionales que permitan mejorar el escenario actual y que sean asumidas de forma gradual, es importante resaltar que este acercamiento y trabajo conjunto serán importantes para que se puedan contrarrestar los efectos negativos coyunturales y evitar la destrucción de la economía, que conlleva impactos adversos como el cierre de empresas, desempleo masivo, incremento de la pobreza, escasez de productos y servicios, disminución en las tasas y calidad de la educación, reducción del acceso a servicios básicos, inestabilidad política y social, menor acceso a salud, entre otros. .

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Reflexiones y preparativos para el Censo 2024

Los datos del Censo permitirán la generación de estadísticas socioeconómicas como las tasas de empleo

Horacio Valle

/ 23 de enero de 2024 / 07:10

El Censo de Población y Vivienda 2024 será realizado el sábado 23 de marzo y dada su importancia para la población en general y el eventual conflicto generado para su ejecución hace dos años sin la planificación y organización adecuada, que sobre todo tuvo aspiraciones de carácter político, considero importante realizar algunas puntualizaciones y reflexiones sobre la naturaleza de este acto.

El Censo comprende un conjunto de actividades realizadas en un momento específico para recopilar información demográfica, social y económica de la población. Esta información, recopilada a través de la boleta censal, abarca datos como el tipo y las características de las viviendas, materiales de construcción, distribución de ambientes, servicios básicos, comunicación, propiedad, equipos domésticos, migración, mortalidad, educación, estado civil, acceso a salud, ocupación u oficio, entre otros.

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La base del Censo fue el trabajo de actualización cartográfica estadística en consenso con la ciudadanía, concluido en octubre del año pasado. Este trabajo facilitó la organización del personal y la distribución eficiente del material necesario para el día del Censo. Por otra parte, los resultados del Censo permitirán comprender el tamaño, la estructura demográfica y las condiciones de la población de forma precisa, así como su distribución geográfica, identificación de sus necesidades en áreas como vivienda, educación, atención médica, infraestructura y servicios públicos. Este tipo de información será un sustento importante para planificar la provisión de servicios y políticas públicas, en procura de asignar eficientemente los recursos humanos y financieros, los cuales se ejecutarán en base al diseño de políticas públicas efectivas, adaptadas a las necesidades específicas de la población y la región.

Además de los beneficios ya mencionados, los datos del Censo permitirán la generación de estadísticas socioeconómicas como las tasas de empleo, nivel educativo, ingresos familiares y otros indicadores importantes para comprender la dinámica social y económica del país. Asimismo, contribuirá a la realización de proyecciones demográficas, esenciales para la planificación a largo plazo y la anticipación de cambios en la composición de la población. La información también servirá como base para investigaciones académicas, estudios sociológicos y análisis demográficos que contribuyen al conocimiento y entendimiento de la sociedad, así como la evaluación de la efectividad de los programas sociales existentes, permitiendo a los hacedores de políticas públicas realizar ajustes y mejoras de los mismos, demarcación electoral para establecer distritos electorales y determinar la representación política en el Gobierno.

En resumen, la participación de todos los compatriotas en esta actividad es fundamental y representa un esfuerzo significativo que contribuirá a la obtención de datos precisos y la planificación efectiva de políticas públicas adaptadas a las necesidades de la población y la región.

(*) Horacio Valle es economista

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Lifab, más allá de la industrialización

Horacio Valle

/ 2 de noviembre de 2023 / 08:17

“Sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo”, escribió Eduardo Galeano es su poema Los nadies. Esta realidad es constante en muchos lugares y circunstancias, especialmente cuando hace poco se vivió una crisis sanitaria de carácter mundial que tuvo repercusiones importantes.

El informe anual 2020 sobre salud universal y pandemia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que el COVID-19 hizo evidentes las desigualdades y obstáculos existentes para el logro de la salud universal, haciendo más susceptible a esta enfermedad a la población más vulnerable. Indicó que esta pandemia demostró que el sector salud requiere liderazgo y buena gobernanza e incluir al sector privado y sociedad civil, debiendo trabajar junto al gobierno el sector académico e industrial para producir y difundir tecnología, pruebas diagnósticas, opciones terapéuticas y vacunas, así como innovación digital.

En efecto, durante el período de la pandemia se generó a nivel mundial un período recesivo en la economía, aspecto que influyó en la disminución del poder adquisitivo de la población por efectos de la inflación, lo que generó retrocesos en materia de pobreza y ampliación de las brechas existentes, siendo que estos efectos negativos tuvieron un impacto menor en el país a diferencia del resto de la región.
Por citar un ejemplo, el cierre de escuelas significó la interrupción de programas de alimentación escolar, aspecto que incrementó la inseguridad alimentaria, generando efectos potencialmente nocivos en la salud a largo plazo como la productividad, desarrollo, funcionamiento conductual y aprendizaje de la población infantil y adolescente latinoamericana. Asimismo, se generaron sinergias negativas con otras epidemias preexistentes, documentándose la existencia de una mayor letalidad entre grupos de personas con mayor concentración de pobreza, reducción de la esperanza de vida y afectación simultánea de la salud física, mental y social.

Ante este panorama difícil, a pesar de la creación del Seguro Único de Salud (SUS) en 2019, aún existen prácticas en gran parte de la población como la aplicación de tratamientos sin previa consulta médica, así como tardanza en el tratamiento oportuno de enfermedades, lo cual es un efecto de las limitaciones de cobertura que enfrenta el sistema médico, especialmente en áreas dispersas como zonas periurbanas y rurales. Además, a pesar de la calidad de la industria farmacéutica boliviana, los medicamentos muchas veces resultan ser inaccesibles para la población, lo que inexorablemente deriva en el consumo de medicación de contrabando con todos los riesgos que implica esta práctica.

Ante este problema gravísimo y necesidad de atención urgente, con el objetivo de cubrir la demanda del territorio nacional, promoviendo el acceso a medicamentos de calidad a costos asequibles y al alcance oportuno de la población, además de complementar el SUS se creó la empresa estatal Laboratorio Industria Farmacéutica Boliviana (Lifab), que en una primera etapa se encargará de la producción de medicamentos genéricos con mayor demanda en el país, así como la investigación, desarrollo e innovación tecnológica para la producción de nuevos medicamentos de base química, además de los provenientes de la medicina natural.

Una de las ventajas de este proyecto es el aprovechamiento de materias primas que provienen del proceso de extracción de litio, toda vez que la base química será suministrada por las estatales YLB e IBQ, lo que permitirá reducir la importación de estos productos, generando beneficios en la balanza comercial, así como la reducción de costos que no solamente beneficiará a Lifab, sino que también se proveerá de estos insumos a la industria farmacéutica nacional, incrementando los niveles de competitividad, permitiendo la oferta de medicamentos a precios más accesibles, además de generar fuentes de empleo e investigación científica y desarrollo en colaboración con otros países de la región.

Finamente, no deja de llamar la atención las voces que protestan en contra de un proyecto que tiene potencialidades importantes, que seguramente enfrentará desafíos importantes, pero no debe perderse de vista que este proyecto no es del gobierno de turno o de un determinado partido político, sino que constituye un patrimonio de los bolivianos que permitirá incrementar la calidad y esperanza de vida, además de dar salud a quiénes son invisibles, a “los nadies”.

Horacio Valle es economista

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Industrialización y dinamización de la economía

Horacio Valle

/ 30 de septiembre de 2023 / 01:21

En pasados días se descubrió un yacimiento de litio en Estados Unidos que podría contener una reserva cercana a los 40 millones de toneladas métricas, lo que podría desplazar a Bolivia a un segundo lugar respecto al volumen de reservas de este mineral. Sin embargo, es necesario comprender que el litio de ambos reservorios ya cuenta con sus mercados potenciales, por lo cual la competencia radica en la eficiencia en su explotación, planteando así un interesante tema de reflexión en cuanto a la producción y el proceso de industrialización se refiere.

En Bolivia, la explotación del litio ha comenzado a generar una sinergia en términos económicos, surgiendo una oportunidad atractiva para el aprovechamiento óptimo de estos recursos. Por un lado, la estatal YLB actualmente almacena volúmenes importantes de sales residuales, procedentes del proceso de extracción de litio; estas sales, junto a elementos como la calcita y el azufre que se encuentran en la región, constituyen la materia prima para el desarrollo de una industria de igual o mayor magnitud: la química básica.

Para este fin, el Estado creó la Empresa Pública Productiva Industria Boliviana Química (IBQ), que se encuentra encargada de la producción y comercialización de productos químicos relacionados con el desarrollo de la industria química y generación de materias primas químicas que son utilizadas como insumos en una amplia variedad de sectores productivos, constituyendo el eslabón previo esencial en una extensa diversidad de sectores económicos.

IBQ, aprovechando la sal tratada del proceso del litio, producirá ácido sulfúrico, hidróxido de sodio, ácido clorhídrico, hidróxido de calcio y carbonato de sodio, sustancias importantes para la generación de productos farmacéuticos, fertilizantes, realización de procesos de metalurgia en metales como el cobre, plata, oro, tratamiento del acero, procesos textiles, madereros y de papel, elaboración de ácidos de frutas, fabricación de baterías eléctricas, saponificación de grasas y cebos para la obtención de jabones y glicerina para productos cosméticos, fabricación de limpiadores, solventes y desinfectantes de uso general, así como el tratamiento de aguas residuales, entre la amplia gama y diversidad de usos que poseen estos insumos químicos.

Para comprender la relevancia de esta industria, el volumen de producción de ácido sulfúrico de un país constituye un indicador de desarrollo industrial, toda vez que esta sustancia es uno de los productos químicos más importantes y versátiles, indicando el grado de madurez y diversificación de una economía industrializada y Bolivia comenzará a producir a niveles significativos este producto.

Por tanto, la incursión en la industria de química básica de las plantas de IBQ genera efectos relacionados a la satisfacción de la demanda de estos insumos en el mercado local y extranjero, mejora de la oferta exportable de bienes industrializados, generación de empleo productivo, fomento al emprendimiento, contribución al desarrollo de regiones deprimidas económicamente, crecimiento del PIB manufacturero e incentivos a la inversión extranjera, y mejoramiento de la rentabilidad de diferentes proyectos; siendo importante que estas mejoras en las condiciones materiales se acompañen de medidas relacionadas a mejorar los procesos para la inversión y apertura de empresas nacionales y extranjeras, así como mejorar las condiciones para la exportación, entre otro conjunto de medidas posibles, aspectos que contribuirán a un cambio definitivo sin precedentes y un salto al desarrollo industrial en Bolivia.

Horacio Valle es economista.

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Bono Juancito Pinto

Nos encontramos ante un ejemplo boliviano en el cual se optimiza la inversión de recursos en los estudiantes

Horacio Valle

/ 11 de septiembre de 2023 / 09:45

La célebre economista francesa Esther Duflo, condecorada en 2019 con el premio Nobel de Economía, plantea una situación curiosa e importante para la humanidad: primero, los recursos destinados a políticas sociales son muy limitados y deben ser utilizados de forma muy eficiente; segundo, se sabe muy poco sobre los resultados e impacto de los programas sociales, porque se desconoce el grado de influencia de otras políticas que se ejecutan de forma simultánea; y tercero, muchos de los programas los formulan gobiernos de manera intuitiva. Por tanto, es difícil no preguntarse ¿por qué pagar a las personas para que hagan lo que es bueno para ellas mismas?

Duflo responde a esta pregunta señalando la importancia que guardan los detalles, es decir, conocer cuáles son las motivaciones y aspiraciones de los individuos beneficiarios de algún programa, por lo cual un incentivo gubernamental puede llegar a representar un ahorro para el mismo y mejoras en la calidad de vida de la población, existiendo evidencia empírica aplicada en las investigaciones de la economista.

Lea también: Nueces paranoicas y empresa pública

En Bolivia existe una política muy parecida en su esencia, denominada Bono Juancito Pinto (BJP), cuyo pago ya se anunció para el próximo octubre, que beneficiará a cerca de dos millones de estudiantes de colegios fiscales y de convenio. Instituido en octubre de 2006 y ejecutado hace 17 años ininterrumpidos, se orienta a un sector muy importante: la educación.

Este beneficio contribuye a la política pública de erradicación de la pobreza extrema y la exclusión de las personas, familias y comunidades, siendo una transferencia monetaria condicionada anual a los estudiantes del sistema fiscal, que tiene por objetivo crear condiciones que incentiven la matriculación, promoción y reducción de la deserción escolar; siendo importante mencionar que su financiamiento se realiza a través de las utilidades obtenidas por empresas públicas o con participación estatal, así como el TGN.

Con relación a esto se tienen algunas estadísticas importantes de la educación pública hasta 2022, que muestran una tasa de deserción escolar decreciente de 1,95%; la tasa de promoción fue del 94,27%, retornando al promedio observado en las últimas 10 gestiones; así como el incremento de estudiantes inscritos que fue de 2.646.169, se incrementó el número de años promedio de estudio a 10,13 años y la tasa de asistencia escolar mejoró situándose en 93,89% en 2021.

Asimismo, investigaciones realizadas a nivel nacional afirman la existencia de distintos grados de influencia del bono sobre las tasas de abandono, matriculación, promoción e incluso mejoras en la asistencia de la población femenina a centros educativos, aspectos que definitivamente mejoraron las condiciones educativas presentes para evitar en un futuro la transmisión de pobreza intergeneracional, así como mejorar las circunstancias para la movilidad social.

Entrevistas realizadas a beneficiarios y sus familias revelaron que, si bien el bono no es suficiente para cubrir todos los gastos anuales en educación, generalmente se destina a la compra de material escolar o costear el uniforme; existiendo excepciones cuando se adquieren juguetes o comida (en ocasiones en el hogar se percibe que se recibe un premio en lugar de un incentivo). De cualquier modo, estos hechos corroboran la investigación de la economista Duflo, que explica que no existe evidencia que demuestre que las transferencias condicionadas de este tipo sean malgastadas en actividades o productos que dañen el entorno familiar.

En efecto, nos encontramos ante un ejemplo boliviano en el cual se optimiza la inversión de recursos en los estudiantes, con el objetivo de que mañana se mejore el acervo de capital humano.

(*) Horacio Valle  es economista

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Nueces paranoicas y empresa pública

Horacio Valle

/ 22 de agosto de 2023 / 08:14

La palabra nueces se traduce al inglés como nuts, pero también existe un término en inglés que dicta that guy is totally nuts, que traducido sería “ese tipo está totalmente loco”, algo cercano a paranoico. En este sentido y con el motivo referente a la publicación del título Solo ruido, nada de nueces, presentado en la última Feria del Libro de la ciudad de La Paz, es una oportunidad interesante para advertir algún grado de confusión del autor en diversos aspectos, como el apartado referente a los ingresos de las estatales, lo que llama mi atención y provoca a la reflexión.

El autor sentencia: “Se puede ver que las empresas públicas nacionales no solo vivieron de sus ingresos de operación, sino que recibieron recursos de transferencias y donaciones por parte del gobierno central que permitieron, en muchos casos, darle un respiro a las empresas cuyas cifras eran rojas a la hora de contabilizar los ingresos derivados de su actividad principal”, señalando además que entre 2011 y 2022 los recursos percibidos por las empresas públicas fueron de un orden del 77% por concepto de venta de bienes y servicios, mientras que los préstamos, transferencias y aportes estatales (de capital) representaron el 23%.

Ante este juicio imperioso, se debe precisar que los préstamos otorgados a las empresas públicas tuvieron como destino la ejecución de proyectos de inversión, es decir construcción y montaje de plantas, compra de maquinaria y materia prima para el inicio de procesos productivos, vale decir que los créditos otorgados a las firmas estatales no fueron recursos “para darles respiro”, sino para su implementación.

Concerniente a las transferencias otorgadas, algo que no advierte la publicación es que son realizadas por concepto de subvención a dos grandes sectores principalmente: a los alimentos y los hidrocarburos, ejecutadas por Emapa y YPFB, las cuales tienen repercusiones importantes en materia de estabilidad de precios y política de seguridad alimentaria, a través del apoyo a la producción agropecuaria y estabilización, así como abastecimiento del mercado interno.

La implementación de estas asignaciones, más allá del notable peso que representan en las cuentas gubernamentales, constituyen un beneficio importante en la población frente a los efectos negativos de la inflación, así como el apoyo a la producción y comercialización de productos nacionales.

Con relación a los aportes de capital, debe aclararse que estos recursos fueron destinados a la ejecución de proyectos de electrificación a nivel nacional, construcción de plantas de generación eléctrica, compra de acciones de empresas del sector eléctrico nacionalizadas, ejecución de proyectos de acopio, transformación y almacenamiento de alimentos y granos, construcción de plantas y adquisición de maquinaria de empresas de reciente creación, así como capital de operaciones para el inicio de actividades o bien para proyectos de ampliación, dejando el autor fuera de su análisis estos conceptos.

Por tanto, concluyo que estas omisiones derivan inexorablemente en la formulación de hipótesis sin fundamento en el análisis presentado en esa publicación, desmejorando de esta manera la reputación de las empresas públicas a la luz de la opinión pública al afirmar que, a través de préstamos, transferencias de recursos del TGN y aportes de capital, el Estado ha aplicado una suerte de remiendos al contexto financiero de dichas compañías para que puedan seguir existiendo, lo cual no resulta cierto, siendo importante que se apliquen medidas de reestructuración antes de que se materialicen escenarios como los conjeturados por el autor.

(*) Horacio Valle es economista

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