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Instintos básicos e imaginación de la derecha

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Jaime Jordán Costantini

A partir de marzo de 2023, se manifestó la escasez de dólares en el país y algunos economistas y líderes políticos, sin quererlo, han puesto al descubierto sus intenciones políticas. La expresión más clara fue la edición en las redes sociales del discurso del expresidente Víctor Paz, en agosto de 1985, donde anunció la puesta en marcha el DS 21060. Este discurso fue titulado por los autores como “Bolivia se nos muere 2.0”. ¡Sí! algunos quieren dar a entender que estamos al borde de un proceso híperinflacionario, al igual que en 1985.

En repetidas veces, el Gobierno ha dado a conocer la variación del índice de precios que muestra estabilidad de precios, al margen que en algunas circunstancias se producen alzas puntuales y temporales de precios en algunos productos.

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Nuestra intención es explicar por qué hay fundamentos para la estabilidad de precios, que desde luego es la expresión de un fenómeno monetario, sobre el cual los economistas de oposición callan.

Un punto de partida es explicar que una caída de divisas de las reservas internacionales se traduce en que los tenedores de moneda nacional la entregan al Banco Central de Bolivia (BCB) a cambio de dólares. Muchos preguntarán: ¿Y qué hace el BCB con esos bolivianos? Los coloca en el sector privado o público y si estos dos ítems son superiores a la reducción de reservas internacionales, entonces hay una expansión de dinero que puede elevar los precios.

Para saber lo que realmente ocurrió hay que examinar los factores de expansión y contracción del dinero, información que se encuentra en la tabla número 1.08 del boletín del BCB que tiene los datos de enero a septiembre 2023. Se debe destacar que esta tabla se obtiene de una combinación de los balances del BCB y el sistema bancario a fines de cada mes y, por tanto, son variables de stock a una fecha determinada. Es similar al balance de una empresa que refleja activos y pasivos a fin de año. El BCB y los bancos hacen balances mensuales y en base a esta información se construye la tabla que citamos. Los factores de expansión del dinero son los activos internacionales y el crédito que el BCB otorga a los sectores público y privado.

El análisis es el siguiente: Entre enero y septiembre de 2023, los activos internacionales netos, que son las reservas en dólares expresadas en moneda nacional, se redujeron en Bs 13.880,6 millones. Esa enorme cantidad de dinero en moneda nacional estaba en poder del público y fue a parar a las manos del BCB, que entregó dólares a cambio de los bolivianos.

Por su parte, el instituto emisor aumentó sus créditos al sector público en Bs 14.609 millones y redujo el crédito al sector privado en 4.939,5 millones, con lo cual por ambos conceptos el resultado fue un aumento del crédito entre ambos sectores de 9,670 millones (14.609 millones menos 4.939,5 millones), que es una cifra menor de lo que representaron para el BCB los activos internacionales expresados en bolivianos. Esto significa que en 2023 hubo una reducción de la cantidad de dinero, que explica la estabilidad de precios en 2023 y que es permanente en los tres primeros meses de 2024.

Conclusiones: No puede pensarse en inflación, en la medida en que existe una reducción de la cantidad de dinero. Sugerir que hay en perspectiva una inflación es una enorme incultura económica y pretender que alguien crea esa patraña es un acto insano.

Detrás de esa campaña hay algo más sustantivo sobre lo cual incido. La oposición no se atreve a entregar sus propuestas económicas que tiene en mente, que apuntan a implementar políticas de ajustes brutales como las que se aplican actualmente en Argentina, que entre otros factores ya han generado un 60% de pobreza en ese hermano país.

¿Por qué la oposición de derecha no tiene el coraje de hablar claro? Digan las soluciones para los problemas económicos de Bolivia: ¿aumentar el precio del diésel a Bs 6 el litro, devaluar el boliviano y llevar el tipo de cambio a Bs 10 bolivianos, paralizar la inversión pública en los próximos años, despedir a miles de empleados públicos?

Esto es más honesto y genuino que pasar mensajes como reeditar el discurso del expresidente Paz. Es previsible que desempolvaron el DS 21060 y le pondrán versión 2.0. ¡Qué imaginativos!

(*) Jaime Jordán Costantini es doctor en Economía y docente universitario