Desde hace muchos años se viene realizando un llamado para proteger la diversidad biológica, por ello cada 22 de mayo se promueve este día establecido en 2000 por las Naciones Unidas, como Día Internacional de la Diversidad Biológica, con el fin de concientizar sobre el rol e importancia de la biodiversidad y lo crucial que es para la sociedad. Vamos a resumir a grandes rasgos biodiversidad: como la variedad de diferentes organismos existentes en la diversidad de ecosistemas. Biodiversidad es vida en un gran bosque, hasta en un estanque, vida en los desiertos, el ártico, en ambientes extremos, en lugares que jamás podríamos pensar.

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Bolivia, un país que está entre los más biodiversos del planeta, juntamente con el título de los países con mayor deforestación en Latinoamérica, sumado a numerosos problemas como el cambio de uso de suelo, la minería, el cambio climático, la urbanización, entre otras, es severamente afectado por el impacto negativo a plantas y animales, además de la extracción ilegal de especies.

A pesar de los decretos emitidos y regulaciones que existen, parece ser poco lo que se hace y que los delitos contra la vida silvestre siguen sumando cada vez más. Tenemos una lista extensa cuando de tráfico ilegal se habla, ejemplo de ello el famoso caso de los colmillos de jaguar, o el tráfico de aves, huevos de tortuga; mamíferos comercializados como el mono aullador, el mono silbador, el tejón, los jochis, o plantas como ser helechos, orquídeas o cactus, muchas de ellas de distribución restringida.

Si hablamos específicamente del tráfico ilegal de animales, negocio multimillonario, es una amenaza directa a la supervivencia en la naturaleza. Cabe resaltar que muchas especies mueren en alguna etapa del tráfico, ya sea durante la captura, el transporte o la comercialización.

La educación y la concientización son fundamentales para la conservación de especies, empoderando a las comunidades locales y a las nuevas generaciones para que se conviertan en guardianes de la naturaleza, esto puede ser clave. Cabe destacar que en el artículo 342 de la Constitución Política del Estado, se menciona que es deber del Estado y de la población conservar y proteger la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente.

Existen numerosos casos de éxito en conservación que nos inspiran a continuar con los esfuerzos en nuestro país. Por ejemplo, las estrategias de preservación del jaguar, el programa de conservación de la arpía, la protección de los humedales en el Beni, el establecimiento de Áreas Tropicales Importantes de Plantas (TIPA) en la Chiquitanía, que alberga especies endémicas y/o raras en riesgo de extinción. Son muestra de cómo las acciones de conservación pueden tener resultados positivos.

Podemos citar también el involucramiento de la población en lo que viene a ser la ciencia ciudadana, mediante Reto Ciudad Naturaleza (City Nature Challenge), una iniciativa para el registro de la biodiversidad en el entorno urbano, acercando más a los investigadores y a la sociedad, aportando con datos para generar nuevo conocimiento en la conservación de especies.

Que hoy, 22 de mayo, no se quede solo como una fecha más, sigamos en carrera de hacer algo para evitar la desaparición masiva de especies, aún no es tarde, debemos unir esfuerzos a distintos niveles, así como también trabajar desde la individualidad. Si bien cada vez somos más conscientes del valor que representa, es un llamado a todos, absolutamente todos que dependemos de los ecosistemas y la naturaleza.

(*) Oriana Lino Villalba es técnico del Programa TIPA de la FAN